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Las 5 virtudes (y un defecto) del Batman de Michael Keaton

Batman de Michael Keaton (1989)

Michael Keaton regresará como Batman en las películas de The Flash y Batgirl. ¡Repasamos lo mejor que tiene esta versión del Hombre Murciélago y un aspecto un pelín más negativo!

En apenas tres décadas, Batman ha tenido un montonazo de caras. Junto con Superman y Spider-Man, es probablemente el héroe que más versiones cinematográficas modernas ha tenido. A fin de cuentas, estos tres son los personajes de cómic más queridos y aclamados por los fans. Tiene mucho sentido.

Sin embargo, el fenómeno de Batman es muy curioso. Si no llega a ser por la recomposición del calendario de estrenos de Warner Bros. Pictures, este año habríamos tenido hasta tres versiones distintas del Hombre Murciélago en la gran pantalla. ¡Tres iteraciones cinematográficas en un mismo año!

La primera de ellas ha sido The Batman, con Robert Pattinson bajo la capucha. Sin embargo, se esperaba que Ben Affleck y Michael Keaton aparecieran en The Flash. El primero de ellos, para despedirse definitivamente del DC Extended Universe; Michael Keaton, para regresar al Universo DC por la puerta grande.

Michael Keaton no sólo recuperará el manto del Caballero Oscuro en The Flash. También tendrá un papel relevante y significativo en Batgirl. La película de Leslie Grace contará con el veterano actor para funcionar como una especie de mentor de Barbara Gordon. Un mentor que, al mismo tiempo, unificará varias generaciones de fans.

Ha llovido mucho desde que Michael Keaton se despidiera del Cruzado de la Capa en Batman Returns (1992). ¡Treinta años, madre mía! Por la franquicia se han dejado pasar Val Kilmer, George Clooney, Christian Bale, Ben Affleck y Robert Pattinson. De actores de voz, ¡ya ni hablemos!

Sin embargo, Michael Keaton siempre ha tenido un “algo” especial. Los espectadores siempre lo han visto con unos ojos que al resto no, a pesar de no ser precisamente perfecto. Pero ¿qué lo hace tan especial? ¿Qué es realmente ese “algo” de lo que hablamos?

Hoy vamos a hablar de las cinco grandes virtudes del Batman de Michael Keaton. No obstante, como no es oro todo lo que reluce, también pondremos el foco en un aspecto negativo de esta versión del personaje. ¡Viajamos a finales de los 80 y principios de los 90 para sumergirnos en la Gotham City de Tim Burton!

1. La erótica de ser el pionero

Michael Keaton fue el primer Batman moderno. Eso es algo que, pase el tiempo que pase, no podrá ser superado. La tecnología mejorará, las herramientas cinematográficas cambiarán, el consumo del ocio por parte de los espectadores evolucionará, etcétera. Pero este actor fue el primer Caballero Oscuro de la era moderna en el cine. Y eso pesa muchísimo.

Es la “erótica de ser el pionero”. Resulta casi un sacrilegio no ver a Michael Keaton como un gran Batman, precisamente por esas piedras tan importantes que asentó para el género. Una de sus grandes virtudes, aunque no sea siquiera una virtud del propio actor o del propio personaje, fue ser el primero. 

Alguien debía serlo, pero lo fue él. Y siempre formará parte de nuestro imaginario por ese motivo.

2. La estética que lo rodea

Batman 1989

Muchas veces se ha dicho que las películas del Batman de Tim Burton son las que mejor han representado el mundo del cómic en la gran pantalla. Estéticamente, creo que tienen razón. En todos los sentidos, el cineasta se esforzó en trasladar el espíritu del cómic, al mismo tiempo que mantenía intacta su firma o huella audiovisual.

Tanto Gotham City como el propio Batman de Michael Keaton, y hasta El Joker de Jack Nicholson, se vieron beneficiados y potenciados por ese trabajo artístico. Los diseños de producción de la cinta soportaron un gran peso visual, multiplicando la historia y dando vida a algo que antaño estaba reservado para las viñetas.

3. La banda sonora de Danny Elfman

La estáis escuchando en vuestra cabeza, ¿verdad? Sí, lo sabemos. Es prácticamente ineludible. La banda sonora de Danny Elfman es tan indisoluble del Batman de Michael Keaton como es la estética de Tim Burton. Forma parte de la idiosincrasia del personaje. Da vida a su personalidad y la hace más fuerte.

La poderosa presencia musical del tema de Danny Elfman no se puede deslindar de las virtudes que forman parte del Batman de Michael Keaton. Quizás podría funcionar en cualquier entorno, porque suena a Hombre Murciélago y siempre nos recordará a él. Pero lo hizo por primera vez en un contexto concreto, que era éste.

4. El logotipo clásico del murciélago

El logo del Batman de Michael Keaton

Y si hemos hablado de la estética, el arte visual y la música… Es imposible no hacerlo también del logo del Batman de Michael Keaton. Básicamente, es el logo de Batman. Es literalmente imposible que alguien no piense en un logo de este superhéroe y piense en cualquier otro que no sea éste. Es EL logo y no hay más discusión.

Ese fondo amarillo con el murciélago en negro, el mismo que porta Michael Keaton como Batman en las dos películas, es uno de los mayores iconos de la cultura popular occidental. Su poder simbólico va a la par que el mediático. Y forma parte de las grandes virtudes que tiene esta versión cinematográfica del personaje.

5. Más Batman que Bruce Wayne

Esto es algo que, curiosamente, hemos visto también en The Batman, con Robert Pattinson. La dualidad entre Bruce Wayne y el justiciero enmascarado queda desdibujada casi al completo y vemos cómo el personaje se desarrolla más en el apartado heroico que en el “humano”, por decirlo de alguna forma.

Una de las grandes virtudes del Batman de Michael Keaton es que, con todos los puntos positivos que hemos comentado previamente, es capaz de sacarle el mayor partido al hecho de tener una iteración tan poderosa desde un prisma audiovisual. Por eso funciona mejor como Caballero Oscuro que como playboy multimillonario. Y eso entronca directamente con el defecto que vamos a destacar.

* El mayor defecto de este justiciero

Batman 1989 - Bruce y Vicki

Y es que el mayor defecto del Batman de Michael Keaton es la ausencia de desarrollo. Si lo ponemos al lado del Caballero Oscuro de Christian Bale, el Hombre Murciélago de Ben Affleck o el justiciero vengativo de Robert Pattinson… Está versión, igual que las estrambóticas de Joel Schumacher, se nos quedó demasiado escasa.

Su desarrollo es pobre y apenas generamos empatía más allá de verlo como un tipo alucinante que hace cosas alucinantes porque es alucinante, ¿sabéis? ¡Maldita sea, es Batman! ¡Es el gran héroe de DC Comics! No obstante, más allá de la emoción superficial, si rascas la chapa, la pintura va perdiendo color y se queda un personaje muy pobre, aunque muy molón.

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