Nunca digas nunca: Dead Island 2, el juego de zombis que nunca iba a llegar, ultima su estreno... ¡Y lo que ya hemos probado nos está encantando!
Mucho saben de morir y volver a la vida los chicos de Deep Silver, que llevan con el proyecto de Dead Island 2 entre manos más de una década. Tras varios reseteos y cambios de desarrolladora, por fin ve la luz para PS4, PS5, One, Series X|S y PC un juego que parecía condenado al limbo, pero que lejos de acabar mal, tiene una pinta extremadamente prometedora.
Finalmente, es la desarrolladora Dambuster quien nos trae un juego que mantiene muchos puntos en común con el primer título, lanzado en 2011, pero que refina todos los ingredientes para darles un nuevo toque de glamour. Y es que de "glam" va la cosa, porque esta ve la acción tiene lugar en una versión desquiciada de Los Ángeles (llamada HELL-A) donde los zombis mandan todo al garete.
Nosotros hemos podido probar las 6 primeras horas del juego para familiarizarnos con la nueva dinámica. Para empezar, ahora podemos elegir entre 6 personajes diferentes (a diferencia de los 4 del original), que tienen una diferencia muy marcada en su carácter y en sus puntos fuertes.
Así, los hay con una mayor velocidad, con más contundencia, resistencia... Pero, además, cada uno tiene unas cartas de habilidad diferentes. Y es que, recuperando ese gustirrinín por el rol del original, aquí podemos irnos asignando cartas que nos dan algunas ventajas extra, como ir mejorando nuestro índice de daño con cada golpe o multiplicar nuestra resistencia cuando tenemos poca salud.
Algunas cartas van aparejadas irremediablemente a cada personaje, pero a base de explorar encontraremos otras con las que crear una experiencia más personalizada.
Pero, por supuesto, eso es solo una faceta de la experiencia, pues en Dead Island 2 lo fundamental es explorar los diferentes barrios de Los Ángeles (desde Beverly Hills hasta el backstage de un estudio de cine) para completar misiones y masacrar a decenas, cientos de zombis.
Para explorar se nos indica claramente dónde se encuentra nuestro siguiente objetivo, ya sea un objeto a recuperar o una persona con la que hablar, pero puede que por el camino haya que resolver algún pequeño puzzle: encontrar el fusible para abrir una puerta, buscar la forma de desbloquear un ascensor...
También se han añadido algunas zonas de investigación (al estilo de los modos Detective de los Batman Arkham o Assassin's Creed), en las que hemos de buscar pistas sobre lo que ha sucedido. Estos tramos bajan un poco el ritmo, pero no nos distraen demasiado de lo que más mola: enfrentarnos a los no muertos.
Lógicamente, seguimos teniendo la posibilidad de dar una patada a los enemigos para alejarnos y despistarlos momentáneamente, además de la espectacular patada voladora que los puede lanzar varios metros hacia atrás, pero aquí hemos venido a por "juguetitos", ¿verdad?
A luchar, "mi arma"
Como ya pasaba en el original, tenemos toda clase de armas, especialmente cuerpo a cuerpo, con las que dar caña. Las hay de diferentes categorías y esto es importante a la hora de atacar. Así, las hay fundamentalmente cortantes, ideales para cercenar miembros, pero también contundentes, que pueden aplastar con mayor efectividad a los enemigos más bestias.
Ir combinando los diferentes tipos de armas da pie a unas matanzas "creativas", pues los zombis van perdiendo carne y extremidades de forma increíblemente realista, incluso en el más mínimo detalle. Así, mutilarles las piernas ayudará a ralentizarlos, pero también podemos arrancarles los brazos para que no nos golpeen.
Si los dañamos lo suficiente y los tiramos al suelo, podremos darles un pisotón que les destroce la cabeza y nos libre de ellos definitivamente.
Eso sí, hay que vigilar nuestra barra de resistencia, pues no podemos ejecutar los ataques más duros constantemente. Equilibrio, amigos.
Pero también tenemos los ataques elementales: algunas armas tendrán efecto eléctrico o de fuego, por ejemplo, que harán un daño especial a ciertos tipos de zombis. Si los mojáis primero, el daño eléctrico se multiplicará, por ejemplo.
Como ya es tradición, podremos usar los bancos de trabajo para añadir efectos extra a las armas o repararlas, siempre que contemos con las piezas necesarias, ya que todas se van estropeando con el uso. También hay que encontrar planos para desbloquear nuevos tipos de armas que crear.
Jugar con los escenarios (piscinas de ácido, charcos de gasolina, fuentes de agua, etc) será fundamental para ejecutar daños colaterales y muy divertidos.
Y es que, si algo llama la atención al principio del juego, es lo tremendamente desenfadado y loco que es, sin que a la vez deje de sentirse "realista", con todas las comillas del mundo. Aunque al principio pueda dar un poquitín de "miedo", enseguida el juego nos anima a experimentar y a enfrentarnos a los zombis de formas diferentes, solo por ver qué pasa, cómo reaccionan.
Vamos a encontrar mazas, catanas, barras de andamio o hasta garras "a lo Lobezno" para que disfrutemos del espectáculo a nuestra manera.
HELL-A, ciudad del espectáculo
Por supuesto, a ello ayuda un apartado técnico que nos está pareciendo una verdadera chulada, especialmente por el nivel de detalle que tienen los enemigos. Así, podemos abrirles el pecho en canal y, mientras siguen "vivos"... ¡comprobar que sus órganos se están moviendo en su interior!
También son muy espectaculares los escenarios, que reproducen muy bien la arquitectura de la ciudad, pero que además tienen toda clase de detalles en movimiento. La paleta de colores es particularmente llamativa si jugamos con el HDR activado.
No estamos acostumbrados a que un juego de enemigos podridos pueda ser tan "bonito", desde luego. Nosotros hemos jugado en Xbox Series X y es una verdadera pasada ver algunos escenarios mientras montones de zombis saltan por los aires o se prenden fuego mientras nosotros "jugueteamos" con ellos. Por supuesto, esperad toneladas de gore y ataques muy, muy burros.
Además, es divertido ir descubriendo cómo los destrozos o los muertos que nos encontramos van contándonos historias de lo que pasó allí, desde bodas que se torcieron hasta alguna accidentada grabación de cine.
Ya habrá tiempo de contaros en detalle cómo es Dead Island 2 cuando se lance el 21 de abril, pero por ahora os reconocemos que nos ha sorprendido para bien lo mucho que nos invita a experimentar, lo bien que ha añadido el humor a la fórmula y lo bonito que es. Quizá no sea el viaje a Los Ángeles que esperabas, pero podría convertirse en el que necesitabas.
Descubre más sobre Daniel Quesada, autor/a de este artículo.
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