Avance de Gran Turismo 7, el simulador de conducción real para PS5 y PS4

Gran Turismo 7 saldrá del garaje virtual de Polyphony Digital en apenas un mes, el 4 de marzo, para convertirse en uno de los exclusivos más importantes del catálogo de PS5 y PS4. El juego servirá para conmemorar el vigésimo quinto aniversario de la serie autodenominada como el simulador de conducción real y supondrá un regreso a sus raíces.

Tras el experimento competitivo que fue GT Sport, muy enfocado a las carreras online en colaboración con la Federación Internacional de Automovilismo, ésta será la primera entrega ‘principal’ que se lanza en ocho años, desde el estreno de GT6 en PS3 en 2013. Es decir, se volverá a poner el foco en el contenido para un jugador y en el coleccionismo.

Los más veteranos aplaudimos este regreso a la posición inicial de la parrilla de salida. Aparte, y aunque habría sido interesante que fuera sólo de nueva generación, la falta de stock de PS5 hará que se agradezca que también se pueda disfrutar en PS4 y, obviamente, beneficiará a las ventas. Eso sí, para actualizar de una versión a otra, tocará pasar por caja.

Además de haber visto el State of Play de media hora que ha emitido Sony, hemos podido asistir a una presentación virtual privada y a una sesión de preguntas y respuestas con Kazunori Yamauchi, creador de la saga. Habrá que ver cómo se desenvuelve el juego sobre el asfalto, pero, por concepto, podemos estar ante un potencial regreso al cajón del podio.

Veteranía automovilística

Por mera acumulación y progresión audiovisual, Gran Turismo 7 será la entrega más completa de la saga. Pero, además, Polyphony Digital, consciente de cómo ha cambiado el mundo en este cuarto de siglo, quiere que sea una celebración de la cultura del automóvil y, al mismo tiempo, un juego tanto para fans acérrimos de los coches como para neófitos.

El objetivo es mostrar el máximo amor y respeto por la historia y el diseño de los coches, pero también divertir e instruir a cualquiera que no haya tenido un contacto previo con ellos, niños incluidos. En realidad, esto no es novedad, pues hablamos de una de las series más vendidas de la historia de PlayStation, pero deja claro que será un simulador muy accesible.

Por encima de todo, la mayor virtud del juego será la recuperación del enfoque clásico para un jugador. Así, volverá a haber un modo campaña y un mapa lleno de iconos desde los que acceder a todos los apartados. Ese mapa tendrá la apariencia de un paraíso vacacional que combinará la modernidad y lo retro, con pictogramas y efectos de sonido muy familiares.

Como toda la vida (antes de GT Sport), habrá cientos de eventos que desbloquear progresivamente. En ese sentido, volverán los queridísimos carnets de autoescuela, con sus trofeos de oro, plata y bronce. Además, no sólo habrá carreras al uso, sino también eventos de derrape o carreras de aceleración en línea recta.

El multijugador también estará muy cuidado. Por un lado, habrá carreras online y un modo Sports que imaginamos que, a la larga, equivaldrá a lo que ha sido GT Sport en el último lustro. Por otro lado, habrá un modo local a pantalla partida para dos jugadores, algo muy olvidado en el género y que seguro que muchos agradecerán.

Eso sí, aunque los modos para un jugador volverán a ser la piedra angular, el juego tendrá conexión permanente obligatoria a internet. 

Según Yamauchi, la razón es doble. Por un lado, se debe a que hay modos que se apoyan en ella; por otro, es una forma de prevenir las trampas y mantener a salvo las partidas de los jugadores…

Un garaje de ensueño

El coleccionismo es otro aspecto que volverá al primer plano de la acción. De primeras, el garaje constará de cerca de 400 coches que habrá que adquirir progresivamente, tanto por gusto como para poder participar en los numerosos eventos. De ellos, unos 300 serán del siglo XXI, mientras que los otros 100 serán leyendas del mundo del motor.

En ese sentido, habrá un centro comercial donde realizar las adquisiciones. Lo mejor es que regresarán los concesionarios de segunda mano, donde será posible hacerse con numerosas gangas o, todo lo contrario, modelos revalorizados debido a su rareza. En relación con eso, también volverá el taller GT Auto, donde aplicar lavados o cambios de aceite.

A diferencia de lo que sucedió en el juego de 2017, no sólo habrá coches de competición, sino también utilitarios y modelos antiguos de todo tipo. 

Es decir, se volverá al estilo ecléctico de toda la vida, y Yamauchi ha confirmado que habrá alguna que otra sorpresa. Habrá que ver si es tan chocante como el vehículo lunar que hubo en GT6, por ejemplo.

Otro elemento de coleccionismo será Gran Turismo Café, un apartado de la campaña que nos invitará a completar diferentes eventos y que ahondará en la centenaria historia del motor. En él, podremos ver museos con fotos e hitos históricos de cada una de las diferentes marcas, así como comentarios de los diseñadores de algunos de los coches.

Adicionalmente, habrá un sistema de puntuación que premiará nuestras ansias coleccionistas. Imaginamos que alcanzar el máximo nivel llevará un número incalculable de horas. Además, con el tiempo, se irán añadiendo nuevos vehículos al juego.

En cuanto al número de circuitos, que también se irá ampliando, se han confirmado 34 localizaciones y 97 variaciones para el día de salida. A priori, todas las pistas serán viejas conocidas de la saga, y las habrá tanto reales como ficticias, además de alguna suelta de rally (inicialmente, sólo de tierra, pero la idea es incorporar alguna de nieve en el futuro).

A falta de un par (que seguramente sean Special Stage Route X y Fisherman's Ranch), podemos confirmar la mayoría de localizaciones. De Europa, estarán Brands Hatch, Montmeló, Nurburgring, Monza, Red Bull Ring, Spa-Francorchamps, Le Mans, Goodwood, Alsace, Autodrome Lago Maggiore, Sardegna Road Track, Sardegna Windmills, Dragon Trail, Sainte-Croix y Deep Forest Raceway.

De América, están confirmadas Laguna Seca, Willow Springs, Daytona, Interlagos, Blue Moon Bay Speedway, Trial Mountain, Northern Isle Speedway y Colorado Springs. En cuanto a Asia y Oceanía, figurarán Suzuka, Fuji, Tsukuba, Mount Panorama, Autopolis Broad Bean Raceway, Tokyo Expressway, High Speed Ring y Kyoto Driving Park.

Simulación con control de tracción

En lo que se refiere al control, a falta de probar el juego, parece claro que el manejo de los coches será continuista respecto a lo visto en GT Sport y en las entregas de PS3. Puesto que está pensado para todos los públicos, no parece que vaya a ser un simulador tan puro como los de PC o, incluso, algunos que han saltado a consolas en los últimos años, como Assetto Corsa.

Los más puristas siempre han sido críticos con aspectos de la saga como la poca relevancia del sistema de daños, pero eso no quita que se trate de un juego realista. 

En ningún caso será un arcade. De hecho, Polyphony Digital ha contado con el consejo de un piloto como Lewis Hamilton y de marcas del mundo de la automoción como Michelin o Brembo.

Como siempre, lo mejor será jugar con volante, pero la gran particularidad de esta entrega será su aprovechamiento del DualSense de PS5. Con ayuda de los gatillos adaptativos y la retroalimentación háptica, se potenciará la inmersión y se intentará simular la sensación de que tenemos un volante en las manos.

Así, los efectos de vibración variarán notablemente para reflejar diferentes situaciones y elementos, como la textura de las superficies (asfalto, pianos, hierba, grava, etc.), el deslizamiento de las ruedas al irse largo al trazar una curva, los bloqueos de frenos, las vibraciones del motor… Puede ser el juego que mejor aproveche el DualSense.

En cuanto a la configuración y el tuneo, habrá más opciones que nunca, con hasta 60 partes modificables por coche, de modo que dispondremos de una nueva interfaz para comprobar sobre la marcha las modificaciones y su efecto sobre el rendimiento. Además, la parte estética incluirá 650 elementos aerodinámicos, 130 tipos de ruedas, 1.200 colores…

En relación con eso, regresará el editor de vinilos y pegatinas que se introdujo en GT Sport. Y lo mejor es que se podrán compartir los diseños con otros jugadores y descargar los que haya creado la comunidad.

Camino del fotorrealismo

La parcela visual de Gran Turismo 7 estará condicionada por su estatus intergeneracional, pero, en realidad, en eso no se diferencia respecto a otros tótems del género de la velocidad. De hecho, casi año y medio después de su estreno, aún no ha habido un juego de carreras exclusivo de la nueva generación. Ni Forza Horizon 5, ni F1 2021, ni DiRT 5…

Cuando se lanzó en 2017, GT Sport supuso una tabla rasa para la saga en cuanto a la recreación de los coches y los circuitos. 

Con él, quedaron atrás los tiempos de PS3 y la polémica diferencia entre los coches y los circuitos estándar y premium, según procedieran o no de la etapa de PS2. Así, GT7 se aprovechará de ese reseteo y lo mejorará con creces.

Para empezar, hay que destacar que, en PS5, habrá dos modos gráficos. Por un lado, habrá uno que priorizará la tasa de refresco. Por otro lado, habrá uno compatible con raytracing que, según Kazunori Yamauchi, supondrá entrar en una nueva dimensión de luz y reflejos, aunque solo se podrá activar en las repeticiones y en modos estáticos, por lo que no será ‘jugable’.

Ahora bien, más que eso, lo que más ganas tenemos de ver es el renovado sistema dinámico de horario y climatología, para el cual se han simulado diversos elementos atmosféricos en base a factores como la temperatura, la humedad o la presión del aire de cada localización. Hasta se han usado datos de la NASA.

Por lo que respecta a las horas, todos los circuitos tendrán la transición de la mañana a la noche, por lo que se podrá correr tanto de día como en la oscuridad. No obstante, el paso de la noche a la mañana sólo estará disponible en los circuitos donde en la realidad se disputan carreras de resistencia de veinticuatro horas, como Le Mans, Daytona o Nurburgring.

En su habitual perfeccionismo, Polyphony Digital ha puesto un gran énfasis en la recreación de los cielos. Eso se traducirá en espectaculares efectos crepusculares y, sobre todo, en la recreación de los astros, incluidos los planetas, la luna y las estrellas. De hecho, si activamos el modo foto, se podrán observar cadenas como la Vía Láctea.

En cuanto al clima, los efectos de lluvia se limitarán a algunos de los circuitos. La razón, según Yamauchi, es que ha sido un enorme desafío implementar aspectos como la temperatura del asfalto, los charcos y el secado progresivo de la línea de carrera, con lo que eso conlleva para las físicas del coche y las sensaciones al volante. Además, habrá un radar para poder anticipar los pasos por boxes.

Para rematar la parcela visual, volverá a estar disponible el modo Paisajes, que combinará fotografías reales y coches digitales. Así, podremos ubicar cualquiera de los 400 vehículos en 2.500 enclaves de todo el mundo. Jugando con el encuadre, la iluminación y otros efectos, saldrán unas instantáneas en las que será casi imposible discernir realidad y virtualidad.

Una sinfonía sobre ruedas

La parcela sonora también experimentará un fuerte empujón en esta séptima entrega numerada de la saga. Polyphony Digital siempre ha ido a su aire en este aspecto, y se la ha criticado por el sonido de los coches.

Pero, en esta ocasión, va a haber nuevos trucos que mejorarán el conjunto y que resultarán francamente llamativos.

Por lo que respecta a la jugabilidad propiamente dicha, la versión de PS5 hará un gran uso del audio 3D. Por un lado, esa tecnología ha servido para recrear mejor la reverberación del sonido y su impacto contra los elementos de los circuitos. Por otro lado, se ha puesto un gran énfasis en la inmersión sonora que sentiremos cuando estemos dentro del coche.

Gracias a la tecnología tridimensional, sabremos con certeza si una fuente de sonido está delante de nosotros, detrás, a los lados, por encima… Eso servirá para que nos sintamos rodeados por el rugido de los motores de los otros coches, por el ruido de las aspas del helicóptero de televisión, por el repiqueteo de la lluvia sobre el parabrisas, por el traqueteo de un tren…

La música no se quedará atrás. Polyphony Digital siempre le ha dado una gran importancia, hasta el punto de usarla como fondo en las carreras. En esta ocasión, la banda sonora constará de 300 temas a cargo de 75 artistas, pero,además, formará una simbiosis con la propia jugabilidad, incluso con un modo de juego específico, llamado Music Rally.

En ese modo, se priorizará la música sobre el sonido de los motores. Será una especie de modo arcade que fluirá al ritmo de la canción que esté sonando, de modo que habrá un contador de compases que irá bajando y que tendremos que recargar atravesando checkpoints. La idea no será tanto conducir rápido como disfrutar de la música.

Esa prevalencia de la música se hará notar también en Music Replay, un tipo de repetición experimental cuyo montaje de cámaras se ajustará al tempo de la melodía. Y, al tener cierto componente de generación aleatoria, podrá suceder, por ejemplo, que suene música clásica en directo y que, al producirse un adelantamiento, se escuchen aplausos.

Un legado de un cuarto de siglo

Casi veinticinco años después de su estreno en la primera PlayStation, el simulador de conducción real volverá a ofrecer la máxima velocidad sobre la pista y la mayor pasión por el automóvil fuera de ella, en este caso en la cuarta y la quinta generación de la marca simultáneamente.

Tras el desvío competitivo y semiprofesional que fue GT Sport, Gran Turismo 7 será una vuelta a las raíces. Y ya estamos deseando que sea 4 de marzo para pisar a fondo el pedal del acelerador a bordo de vehículos míticos como el Toyota Supra, mientras derrapamos por las curvas de circuitos tan legendarios como Trial Mountain o Deep Forest Raceway.