Logo Hobbyconsolas.com

Cómo perder el miedo a las montañas rusas... y convertirlo en una oportunidad

Montaña Rusa miedo

La fobia a las montañas rusas es muy común entre personas que han ido o viven cerca de parques de atracciones, pero se puede superar: aquí van unos consejos (en primera persona) para perder el miedo a las montañas rusas... y por qué debes entender y respetar el miedo.

¿Has ido recientemente a un parque de atracciones o a una feria? ¿Eres de los que se monta en las atracciones y montañas rusas más extremas sin parar? ¿O, por el contrario, eres de los que se quedan abajo, mirando a los descerebrados de allá arriba y guardando las mochilas?

El miedo a las montañas rusas es muy común. Nuestro cuerpo no está acostumbrado a someterse a una sensación tan estresante como exponerse la velocidad, altura e inversiones de las montañas rusas, y para algunos es un miedo paralizante... pero es posible superarlo, entenderlo e incluso convertirlo en una oportunidad

Los parques temáticos deben ser un sinónimo de diversión, evasión y emoción para todos los visitantes, con ofertas que abarquen todas las edades y gustos, desde descargas adrenalínicas a experiencias inmersivas.

Pero para algunas personas, ir a un parque temático puede ser una experiencia desagradable, que produce incluso producir ansiedad.

Si sientes nervios, palpitaciones y pensamientos lúgubres solo con ver o incluso escuchar el estruendo mecánico y los gritos de los pasajeros, no estás solo: sufres de un miedo muy común, que reconocido como veloxrotaphobia en inglés.

Kingda Ka

El término no tiene equivalente exacto en español. Se puede relacionar estrechamente con acrofobia (miedo a las alturas, que no es lo mismo que el vértigo) y la claustrofobia, pero la fobia a las montañas rusas (o atracciones mecánicas como las torres "lanzadera") es más específico y tiene más elementos que juegan para atormentarnos.

La altura, la incertidumbre de cuánto vas a caer, la velocidad, la sensación de estar boca abajo, incluso la genuina preocupación por nuestra seguridad... genera una aversión que activa ansiedad solo con mirar a una montaña rusa. ¡Pero el miedo a las montañas rusas se puede superar!

Paso 0: entender y respetar el miedo a las montañas rusas

Existen varios métodos para perder el miedo a las montañas rusas. Pero antes de entrar a verlos, quiero recalcar lo importante que es entender y respetar el miedo a las montañas rusas (al igual que cualquier otra fobia, sea más o menos común). Nunca hay que despreciar el miedo que siente otra persona, porque es algo muy real.

Las personas con coasterphobia pueden sufrir mucho al visitar un parque. Algo que debería ser divertido se puede convertir fácilmente en un tormento, que encima quizás pasen en silencio para no "arruinar" la diversión al resto de acompañantes.

Un mal día o una mala experiencia en un parque puede provocar un trauma y una aversión irreparable hacia las montañas rusas y los parques

Esta puede ser un "mal viaje" (ser presionado a montar por la fuera en una atracción sin la suficiente confianza ni preparación psicológica) o una humillación por quedarse abajo (escuchar frases como "no sabes lo que te has perdido" o ser discriminado por ser el único que no ha montado pueden ser situaciones muy hirientes).

Abismo Parque de Atracciones

Si te encuentras en el lado del que quiere convencer a alguien con miedo a montar, nadie duda de que tienes la mejor de las intenciones: quieres que otra persona cercana experimente la misma diversión que tú, y no menos importante, tú mismo quieres compartir esa experiencia con una persona que te importa, porque montar solo no es lo mismo.

Por eso es importante respetar, saber escuchar y tener paciencia. Insistir demasiado solo provoca tensión, y al final de todo, un no significa no.

Trucos para perder el miedo a las montañas rusas (o ayudar a alguien a vencerlo)

Dicho esto, ¡hay varias formas de vencer este miedo! Por lo menos, de atreverse a dar el paso y montar, y luego ya juzgar si te gustan o no, ¡pero que no sea porque no te hayas atrevido!

Como la coasterphobia es una de las fobias más habituales del primer mundo, muchos psicólogos han estudiado el efecto que tienen las montañas rusas (y actividades extremas como bungee jumping) en nuestro cerebro. 

Y han demostrado que no solo es posible superarlo, sino que el miedo forma parte de la experiencia. Y ahí el primer truco...

1. Tu miedo es una oportunidad

The Smiler

Este primer paso es el más teórico, pero también el más importante de todos: entender que tu miedo no es un impedimento, sino una oportunidad

Tener miedo a una montaña rusa no es una respuesta anómala. Al contrario: los fabricantes de montañas rusas extremas buscan generar nervios en los visitantes, de ahí que también suelan decorarlas y bautizarlas con nombres "intensitos": derivados de Vértigo, Intimidator, Scream, Abismo, Fury...

El objetivo es parecido al de las películas de miedo: elevar el ritmo cardiaco, someter al organismo a una situación de "lucha o huida" (fight or flight), para regalar a nuestro cuerpo la respuesta fisiológica de haber vencido un "peligro", una sensación enormemente placentera, pero muy rara de encontrar en el día a día.

Es decir: someterle intencionadamente a estrés, pero en un entorno controlado, seguido de un auténtico chute de osteocalcina*, finalizando en una placentera liberación de endorfinas que nos provoca placer al bajar de la atracción.

(*Hasta 2019 se atribuía a la hormona adrenalina la sensación de lucha por la supervivencia. Ahora se asocia a la hormona ósea osteocalcina, pero adrenalina seguirá siendo la palabra que utilicemos, digan lo que digan los científicos).

En otras palabras: sentir nervios o miedo antes de subir a una montaña rusa es exactamente la clase de sensación que se pretende conseguir. 

De ahí que sea tan importante aprender a ver tu miedo a las montañas rusas no como un impedimento, sino como una oportunidad. Pero claro, esa es la teoría, ¡pasemos a la clase práctica!

2. Empezar progresivamente

Vertigo Montaña rusa

Ir poco a poco es fundamental para acostumbrarse a las sensaciones de altura y velocidad, para acostumbrarse a ese cosquilleo al subir y esa sensación en el estómago al caer... que al final, probablemente "no te parecerá para tanto".

Si el parque al que vas tiene un buen equilibrio entre atracciones moderadas y extremas, organiza un "planning" y ve por orden: empieza por atracciones familiares y luego ve escalando.

Por poner dos ejemplos concretos, el Parque de Atracciones de Madrid ofrece una buena variedad de montañas rusas familiares pero divertidas (Vértigo, pese a su nombre, o TNT: Tren de la Mina), para luego pasar a una familiar con más emoción (Tarántula) y luego atreverte con una con loopings (Tornado es, dentro de la categoría "extrema", de las más pequeñas que te puedes encontrar, menos de 30 metros).

Si vas a PortAventura, la oferta de montañas rusas familiares es más pequeño que las extremas, pero una buena progresión es El Diablo (no llega a los 20 metros de alto), pasando a Stampida (no llega a los 30), y después a subir a ligas mayores con Dragon Khan, donde juega un interesante efecto psicológico: es muy extrema, pero al estar al lado de Shambhala, que es casi el doble, se queda pequeña). 

3. Familiarízate con el recorrido

Vayas al parque que vayas, puedes consultar su página web donde verás todas sus atracciones ordenadas por nivel de intensidad. 

Pero es recomendable ir más allá y "entrenar" en casa: busca en YouTube vídeos POV (en primera persona) de las montañas rusas de los parques a los que vayas para familiarizarte con el recorrido.

Así sabrás de antemano qué clase de elementos te vas a encontrar, y eliminas la incertidumbre de tu lista de preocupaciones.

4. Cierra los ojos si es necesario

Es un tópico lo de levantar las manos y gritar en la atracción. Para muchos es una forma de liberar tensión. Pero no tienes por qué hacerlo. 

No sientas vergüenza si te agarras firmemente a los arneses y cierras los ojos, particularmente durante la subida (que es, sin duda alguna, el momento más tenso). Si quieres, no mires cuando subas: cierra los ojos, respira hondo y no grites ni hables si así te sientes más seguro.

¡Pero apostamos que, antes de que acabe el recorrido, habrás abierto los ojos y estarás riendo de emoción!

5. Ir bien acompañado

The Ride to Happiness

Montar en una montaña rusa es una experiencia colectiva. Si tus amigos, pareja o familiares te insisten en que montes con ellos es, sobre todo, porque quieren compartir esa experiencia contigo.

Las colas y esperas es lo peor de cualquier parque de atracciones. Y si encima tienes miedo, una espera larga puede hacerse insoportable y agobiante. 

Si ya te has decidido a entrar pero te tiemblan las piernas, tus acompañantes deben estar especialmente atentos para tranquilizarte, entretenerte y evitar caer en la tentación de cambiar de opinión en el último momento y salir corriendo.

No te dejes intimidar por los gritos de los pasajeros que están montando en ese momento, y en su lugar céntrate en sus risas y gritos de entusiasmo al bajar de la atracción.

O sacad temas de conversación interesantes. Como el siguiente tema.

 

6. Recuerda que son completamente seguras

Otra lección teórica es recordar que las montañas rusas son completamente seguras, tienen sofisticados sistemas informáticos para saber en todo momento dónde están los trenes o si están bien cerrados los arneses.

E incluso en el muy improbable caso de que fallaran tienen sistemas mecánicos de emergencia que impedirán que te caigas de la atracción.

Experiencias de la comunidad

Quizás la mejor forma de perder el miedo a las montañas rusas es hablando con gente que haya pasado por la misma situación, escuchar cómo lo superaron... y ver de primera mano que es posible superarlo.

Por eso, a continuación voy a compartir los testimonios de muchas otras personas que he encuestado a través de la comunidad de aficionados a los parques PACommunity

Algunas respuestas son muy diferentes entre sí, pero todas con algo en común: son adictos a las montañas rusas... y no siempre lo fueron.

Una atracción de PortAventura.

David: "Todo lo que se ponia boca abajo me daba terror. Al mismo tiempo, me generaba mucha curiosidad saber si lo que se sentia de verdad era lo que me imaginaba en mi cabeza. 

Un dia, sin meditarlo mucho, recuerdo llegar a Port Aventura y subirme a Furious Baco, Dragon Khan y Hurakan Condor) de golpe. Fue una experiencia inolvidable que me cambió la vida literalmente. De hecho considero que hacer ese paso fue crucial para convertirme en una persona más extrovertida, aventurera y curiosa."

Jaume: "De pequeño si que me daban miedo las más altas o con inversiones, y aunque ya había montado con mi padre en Katapult, 7 picos, y Jet Star, en el verano del 92 fui con unos amigos del colegio y al ver el Looping Star estaba literalmente acojonado... tampoco ayudaba mucho que uno de mis amigos fuera más miedoso que yo.

Mientras esperábamos a ver si montábamos o no vi a unos que conocía de la piscina de la sierra, habían ido con el campamento y ver como unos "mierda niños" (tendrían 2-3 años menos que yo) iban tan decididos a montar me hirió tanto en el orgullo que decidí que si esos enanos se atreven, yo también.

En aquel entonces era una de las montañas rusas más altas de Europa, y probarla fue bestial, desde entonces me lanzo a por todas las que puedo, lástima haber tardado en atreverme."

Doc: "Yo más que miedo teníarespeto, para mi el problema es mas cuando te quieren obligar o asi. Mi padre me decía “si no quieres montarte no pasaba nada, no tenia que demostrar nada a nadie”. Al final la primera montaña rusa fue Tren de la Mina y Luego Stampida. Y no pase miedo y a partir de ahi me liberé."

Verónica: "Yo nunca tuve miedo como tal, lo que si me acuerdo que de pequeña sentía nervios cuando estaba en la cola, y me montaba con esa sensacion de estar muy nerviosa. A medida que fui creciendo se me fue pasando esa sensación de nerviosismo que yo creo que en su época iba mezclado con miedo, y en la adolescencia ya no existía ninguna sensación negativa."

Unai: "Hace 26 años, tenía 18 por primera vez fui a Port Aventura y me monte en todo menos en el Dragón Khan. Lo veía y aquello estaba muy alto y daba muchas vueltas.

Fui a Disney y al no ver el recorrido me monte en Space Mountain y salí encantado, pero aún así las que veía el recorrido les tenía respeto. Luego cayeron Aerosmith e Indiana Jones. El año pasado por fin quité el respeto y ya fue descomunal: Batman, Superman, Dragón Khan, Shambala y Red force."

George: "Yo vengo con trauma de niño pequeño. Me subieron sin saberlo en Tomahawk de Portaventura y entre esas y muchas atracciones la conclusión fue que la sensación del estómago era lo peor para mí. 

Me di cuenta que realmente siempre habrá un poco de sensación, pero está en la cabeza. Es parar y respirar un poco y saber disfrutar de la experiencia. Mi primera montaña rusa grande fue Stampida 2021 y la segunda con inversiones Batman 2022. A partir de ahí ya me subí a todo. Aunque hoy en día aún hay algunas atracciones que no me subo."

Batman Gotham City Escape

Danny: "Me acuerdo ir al extinto parque de Montjuic y huir de mi padre porque quería montarme en el Boomerang, una montaña rusa mítica del parque. Tenía unos 11 años y un año después fui por primera vez a PA y tampoco me atreví a subir al Dragon Khan. Con el tiempo conseguí superar los miedos y me encantan las coasters."

Ángel: "A mi me daban pánico. Fui dos veces a PA con el cole. La primera no me monté en nada (solo el tren y las barcas), la segunda vez me monté en Stampida y fue como si me muriera de lo mal que lo pasé... 

Años después conocí a quien es hoy mi marido y decidimos que nuestro primer viaje juntos sería a PA. La verdad es que no lo pensé bien, pero cuando nos plantamos allí y le dije que "yo a eso no me monto que me da miedo" señalando al DK, me pidió que lo hiciera por él aunque solo fuera una vez. 

Evidentemente cedí. Desde entonces me he subido en todas las que he podido y las veces que he podido, soltando manos y muchos muchos gritos. Y también en flats que de verdad ni hubiera imaginado, me daban terror cuando iba a la feria de pequeño. 

Que me dan respeto, si, pero como me dijo aquel día, 'que no te lo cuenten'."

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.