Los romanos inventaron un recurso, Deus ex Machina, para introducir personajes divinos en sus obras de teatro. Ahora la expresión se traduce como introducir elementos externos en la trama... pero ¿y si estos elementos fueran malvados? ¿Y además máquinas? Pues precisamente de ahí viene el título del próximo exclusivo de Nintendo Switch: Daemon X Machina, es decir, el "demonio venido de la máquina". Ya hemos tenido ocasión de jugar la versión final de este título y os ofrecemos nuestras impresiones.
Daemon X Machina es el último desarrollo de Kenichiro Tsukuda, que se ha encargado del diseño y la producción de varias entregas de Armored Core (una prestigiosa saga de mechas) y que también ha "flirteado" con juegos de caza como God Eater o Monster Hunter. Estas dos líneas se unen en el juego de Nintendo Switch. Por un lado, nosotros controlamos un Reclaimer, e decir un mercenario que pilota un gigantesco robot de combate, y que puede personalizarlo para adaptarse a diferentes escenarios de batalla.
En cuanto a la influencia de los juegos de caza, nos encontramos con gigantescos Immortals (unas máquinas que se han rebelado contra la humanidad) y la necesidad de plantarles cara aprovechando armas a distancia, ataques cuerpo a cuerpo y las particularidades de cada escenario -ya sea en solitario o en modo cooperativo, local u online, para un máximo de 4 jugadores-.
Sobre el papel, la combinación de ambos géneros puede funcionar de escándalo, y más si le añadimos los diseños de Yuzuke Kozaki (el mangaka que también ha trabajado diseñando personajes en No More Heroes o en Pokémon GO) y los mechas imaginados por Shoji Kawamori (que tiene experiencia en series como Patlabor, Macross o la serie clásica Ulises 31).
Pero estamos aquí para "mancharnos las manos" y contaros cómo se comporta el juego en las primeras partidas. Podéis haceros una idea gracias a la demo que ya se encuentra disponible en la eShop de Nintendo, aunque afortunadamente se han mejorado distintos aspectos. Si queréis conocer un poco mejor el universo futurista en que se desarrolla el juego, os dejamos con el corto de animación Mission Zero, un anime publicado por Marvelous (el estudio de desarrollo) y que sirve como introducción a Daemon X Machina.
Que comience el combate
Después de editar a nuestro Outer (el protagonista) y hacer una prueba de combate con un Arsenal (el nombre que se les da a los robots de combate), estamos listos para afrontar nuestra primera misión. Partimos desde un hangar en que se puede acceder a las principales opciones del juego: revisar nuestra máquina, acceder al multijugador y solicitar nuevas misiones en la consola (y comprar helados). Además, gran parte del argumento se desenvuelve en esta base, en que coincidimos con otros mercenarios de diferentes facciones.
Pero el corazón de Daemon X Machina son sus combates; enfrentamientos frenéticos en entornos abiertos, que tienen un elemento tridimensional y alternan los disparos con ataques cuerpo a cuerpo. Tenemos que ser rápidos y precisos para sobrevivir a las oleadas de I.A. corruptas (drones, tanques, torretas...) que nos encontramos en cada escenario. Pero los enfrentamientos contra los Immortals colosales requieren que tracemos una estrategia más elaborada.
Hay que encontrar sus puntos débiles, memorizar sus patrones de ataque y utilizar el armamento adecuado. Y cuando las cosas se pongan feas de verdad, tenemos a mano una forma de energía conocida como Femto, que nos permite ejecutar ataques especiales y cambiar nuestra configuración.
El aspecto estratégico no sólo se traslada al combate, sino al modo en que hayamos equipado previamente al Arsenal. Comenzaremos con un fusil de asalto y un escudo -un equipamiento muy básico para lo que nos espera- pero con las recompensas obtenidas y con los restos que recojamos en el campo de batalla, podemos mejorar el mecha. Esto significa añadir diferentes armas en ambos brazos y en el hombro, añadir equipo secundario o disparos especiales.
También podemos editar la armadura del Arsenal y modificar su aspecto exterior con nuevas piezas (cada una cuenta con sus propias estadísticas que alteran el comportamiento de la máquina) pinturas y emblemas. Es un aliciente para conseguir recompensas cada vez mayores. Y como se "caza" mejor en equipo, también podremos reclutar compañeros controlados por la I.A. para que nos echen una mano con nuestros objetivos.
Al final de cada misión recibimos un completo análisis de nuestro comportamiento, los daños causados, recibidos e incluso la precisión y los momentos de más actividad, esto nos sirve para "retocar" aquellos aspectos de nuestro Arsenal más flojos. Quizá prefiramos un modelo con más blindaje, pero más lento, u optemos por armas más destructivas, pero con menor alcance...
En cuanto a las misiones, podemos apostar por seguir "la historia" con los enfrentamientos que nos sugiere Orbital (la organización a cargo de la defensa) o bien optar por objetivos libres, con los que aumentar nuestro loot.
Profundidad y estrategia
Como ya os habréis hecho a la idea, la parte de personalización, fabricación de piezas y selección de armas dota a Daemon X Machina de una enorme profundidad, y os garantizamos que se pasa tanto tiempo enzarzados en los ajustes del Arsenal como poniéndolo a prueba en los enfrentamientos. Y además es una gozada comprobar cómo estos mechas van evolucionando y cambiando de aspecto con nuestras mejoras.
Precisamente por eso hemos destacado al comienzo del texto el trabajo de un "ingeniero de mechas" como Shoji Kawamori. El mundo de Daemon X Machina (nuestra Tierra después de sufrir el impacto de un fragmento lunar) tiene un diseño muy atractivo, con colores saturados, y modelos sencillos, que parecen sacados de un anime. Pero lo que destaca sobre todo es la dirección artística de los robots, con un aire muy Gundam. Suficiente para atrapar a cualquier aficionado a estas máquinas de batalla.
Daemon X Machina llegará en exclusiva a Nintendo Switch el próximo 13 de septiembre, y unos días antes, nosotros os ofreceremos un concienzudo análisis con lo mejor y lo peor del juego de Marvelous.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.