Análisis de Splatoon 3, tan divertido como siempre ¿pero es lo suficientemente innovador?

Nintendo es una compañía a la que históricamente se le ha criticado que siempre recurra a sus mismas sagas, como Mario, Zelda o Pokémon. Por eso sorprendió tanto el primer Splatoon en 2015, una IP original con nuevos personajes que fue la joya de la corona del catálogo de Wii U y que encima era un shooter online, ¡algo impensable para la Nintendo de hace unos años!

Su secuela, Splatoon 2, mantuvo el impulso al salir solo dos años después como uno de los primeros juegos online de Switch. Pero ya han pasado cinco años de eso.

Para algunos, Splatoon 3 es una secuela innecesaria dado que Splatoon 2 todavía se vende en tiendas. Pero hace ya años que Nintendo abandonó el soporte a Splatoon 2, que ya no recibe más novedades ni festivales, y ha sido desplazado de la conversación global por otros juegos online como Super Smash Bros. Ultimate o Mario Strikers. 

Esta nueva secuela nos deja la impresión de que justifica su existencia en ser un llamamiento a la comunidad para que se reúna de nuevo a jugar online, pero con poca voluntad de innovar y ofrecer experiencias nuevas. Al fin y al cabo, son juegos muy estacionales: una vez que se terminan los festivales y las actualizaciones, los servidores se van vaciando y solo siguen jugando los más fieles.

Eso no significa que no merezca la pena, o que no hayan puesto esmero en dotar a su nueva región, Tintelia, de personalidad propia para que, desde el minuto en el que llegamos al hub central, sintamos que estamos ante algo nuevo. 

Pero si jugaste a los anteriores sabrás exactamente lo que te encontrarás aquí. El modo para un jugador es el que más atención ha recibido, ya que en el online no hay modos de juego nuevos, y las novedades se resumen en (necesarias) mejoras Quality of Life y más opciones para empezar en los modos competitivos cuanto antes, un guiño a los jugadores más curtidos.

Una ración de calamares de las de "toda la vida"

Como muchos otros shooters, mismamente como Call of Duty, Splatoon se apoya en tres pilares: el multijugador competitivo online, el cooperativo online y la campaña para un jugador.

La chicha de Splatoon siempre ha estado en el online competitivo, así que empezaremos por ahí en este análisis de Splatoon 3 para Nintendo Switch.

 Los combates amistosos son las batallas Territoriales, dos equipos de cuatro Inkling, o niños calamar, compitiendo por pintar la mayor cantidad de suelo con la tinta de su equipo, y que pueden transformarse en calamar para nadar o esconderse en la tinta.

Es un modo que no ha cambiado desde los tiempos de Wii U, más allá de las nuevas armas y mapas, pero no tiene por qué hacerlo: es un estilo frenético en el que por definición nunca hay ratos muertos, ya que siempre estamos pintando el suelo y contribuyendo algo a nuestro equipo.

La diferencia para ganar radica en saber usar bien nuestras armas y accesorios y tener la cabeza fría para ganar los duelos, es decir, eliminar a los rivales para acorralarlos en el fondo del mapa y que no tengan la oportunidad de avanzar.

Aunque este modo Territorial nunca dejará de parecernos divertido, conviene combinar nuestras sesiones de juego con los modos Caóticos, que son cuatro, los mismos que seguramente ya conozcas: Pintazonas, Torre, Pez dorado y Asalto almeja. 

Estos modos tienen objetivos diferentes. Pintazonas es el más básico, y es como un captura la bandera con zonas delimitadas que tenemos que mantener siempre de nuestro color. 

Torre es parecido, pero en vez de ser una zona es una torre móvil que debemos entintar de nuestro color y proteger para que avance hacia el campo rival.

Pez dorado es parecido a Torre, pero mucho más complejo, porque en lugar de tener que llevar a la base del rival una Torre por un camino fijo, tenemos que llevar un pez dorado, que es un superarma muy mortífera, pero que nos pondrá una diana en la cabeza y nos deja muy expuestos. 

Por último, Asalto almeja es el más original, y el objetivo es recolectar almejas por el escenario y encestarlas en la red de la base del rival.

Estos modos Caóticos antes se llamaban Competitivos, pero son exactamente los mismos que en Splatoon 2. A diferencia del Territorial, donde siempre rascamos puntos de nivel aunque perdamos, en estos modos nos jugamos un rango, de C- a S+, y luego de S+0 a S+50, que puede bajar si perdemos.

Las únicas diferencias están en la nomenclatura y su estructuración: puedes jugar combates caóticos Informales o Formales (o Series, como se llama en inglés). 

Esto último es un desafío solo para expertos, en el que te juegas más puntos de rango a costa de un pequeño coste de entrada y una descalificación si pierdes 3 de los siguientes 5 combates.

Próximamente se añadirá un apartado aún más competitivo, Combates X, en el que solo podrás entrar si eres de nivel S+0 o superior (nadie lo será al empezar el juego, razón por la que se lanzará más adelante). 

No sabemos muchos detalles, pero tiene pinta de que serán los mismos cuatro modos de juego caóticos (Pintazonas, Torre, etc.) con alguna ordenación diferente.

Como veis, las únicas novedades del modo online son concesiones hacia los jugadores más curtidos y que desearán competir por mayores rangos desde el principio. Los combates X incluso destacarán a los 500 mejores jugadores de cada continente (como explicamos con más detalle en este artículo).

Por supuesto, hay nuevas armas (como un arco triple o una katana),  un buen número de mapas (12, incluyendo algunos de los anteriores juegos), y dos nuevos movimientos que aportan algo de agilidad al nadar en tinta, pero no hay ningún modo nuevo que cambie la forma de jugar, y que honestamente era lo que más esperábamos.

Entre el siempre divertido modo territorial y los cuatro modos caóticos, la variedad en la rotación de modos está garantizada, pero son exactamente los mismos que ya había en Splatoon 2… y de eso hace ya cinco veranos.

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Aprendiendo de la Octo Expansión

Continuamos nuestro análisis de Splatoon 3 con el modo para un jugador, que nos ha dado más alegrías que el online. 

Sigue siendo una campaña relativamente corta y opcional al modo online, pero ha sido mejorada notablemente con respecto a las campañas de Splatoon y Splatoon 2, para asemejarla mucho más a la Octo Expansión (el DLC de Splatoon 2, disponible sin coste adicional en Nintendo Switch Online Expansion Pack) a nivel de cantidad y calidad. 

Aunque su intención siempre ha sido didáctica (aprender las diferentes armas y accesorios) seguir llamándola a estas alturas un tutorial glorificado sería una injusticia.

Los primeros niveles de la campaña no son muy prometedores, pero pronto se expande notablemente en seis mundos semiabiertos llenos de coleccionables y niveles muy variados. 

Muchos tienen una estructura estándar: avanzar por una serie de plataformas móviles derrotando a los enemigos. Pero también hay muchos niveles mucho más interesantes que son, realmente, desafíos en condiciones especiales, algunos realmente sorprendente.

Hablamos de niveles que solo se pueden superar con bombas, niveles donde no podemos disparar y tenemos que esquivar, galerías de tiro sobre raíles, combates entre la niebla, desafíos de pintura, sobrevivir durante un minuto a ondas expansivas…

La campaña se parece, en muchas ocasiones, a un juego de plataformas 3D de Mario, imitando muchas de sus situaciones (incluyendo un homenaje en uno de sus niveles que nos ha vuelto locos).

Pero otros muchos niveles solo son posibles con las particulares armas y mecánicas de Splatoon, como puzles en los que calcular la trayectoria y rebotes de las bombas deslizadoras.

Algunos de nuestros niveles favoritos usaban un arma que solo tiene sentido en escenarios grandes y verticales, un gancho con el que agarrarnos a las paredes… y nos hace soñar con un modo aventura de Splatoon que verdaderamente saque partido de las habilidades motoras de los Inkling para la exploración. 

Aunque el “hub” donde entramos a los niveles de Splatoon 3 es más grande y enrevesado que nunca, todos los niveles son desafíos cortos sin ningún tipo de relación temática entre sí. 

El modo historia de Splatoon 3 es un gran paso adelante que iguala en creatividad a la Octo Expansión (sin ser tan difícil), y con uno de los mejores finales de todos los juegos recientes de Nintendo. 

Pero siguen dejándose en el tintero muchas ideas más ambiciosas que podrían hacer que este modo secundario creciera a la altura de otros juegos single player de Nintendo. Quizás se las reserven para el futuro DLC de pago de Splatoon 3, ya confirmado…

Pulpo a la japonesa

El tercer pie de Splatoon 3 es el modo cooperativo online, el ya conocido Salmon Run. Cuatro jugadores deben derrotar a oleadas de salmónidos y recolectar sus huevas en mapas diseñados expresamente para este modo, y con armas aleatorias que nos obligan a adaptarnos a cada situación.

Lo mejor de este modo son los grandes salmónidos, que actúan como minijefes que debemos derrotar para robar sus huevas, y que tienen diversas formas de ser eliminados (es aconsejable estudiarlos a todos en el tutorial antes). 

Además, de cuando en cuando ocurrirá un evento llamado Big Run, en el que los salmónidos invadirán los mapas normales del juego, algo que viene a funcionar de forma similar a los Festivales: una excusa para reunir a los jugadores en torno al juego durante unos días, fomentando un modo que en el juego anterior se quedó un poco olvidado.

Como ocurre en los otros modos online, puedes crear partidas privadas con tus amigos y elegir nivel de dificultad. 

En las partidas territoriales y caóticas puedes crear sesión con cuatro amigos para formar equipo, o crear partidas privadas (que no cuentan para subir de nivel) y jugar incluso 1 contra 1, en estos casos también en modo local (conectando varias consolas Switch).

Salmon Run es un complemento ideal para descansar entre los, a veces, frustrantes (cuando te pegan palizones) combates online, pero de nuevo, es un modo que ya estaba en Splatoon 2 y que apenas ha sufrido cambios en esta tercera entrega, algo que, como hemos visto, es común en todos los otros modos.

Splatoon 2, que salió dos años después de Splatoon 1, añadió el modo Salmon Run y el modo Asalto Almeja. Splatoon 3 sale cinco años después de Splatoon 2, y sin embargo no ha añadido ningún modo de juego nuevo. 

La única excepción es el modo Carterritorial, y es un minijuego aparte parecido a un Tetris, y que de momento solo podemos jugar contra la consola, aunque el multijugador online se añadirá más adelante.

Lo más parecido a un nuevo modo de juego son los Combates Tricolor, algo que solo ocurre en los festivales, que tendrán lugar cada dos o tres semanas como eventos especiales, una forma de animar a la comunidad a jugar en fechas específicas  (y que todos pudimos probar en el Splatfest World Premiere gratuito previo al lanzamiento). 

Aquí juegan tres equipos a la vez, algo muy vistoso visualmente, pero que no cambia demasiado la experiencia porque sigue habiendo el mismo número de jugadores (2 contra 2 contra 4).

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Pequeños cambios aquí y allá

Splatoon 3 tiene más mejoras que novedades. La experiencia online es esencialmente la misma, pero con pequeños ajustes que contribuyen a que esta sea más cómoda, como poder volver al vestíbulo entre partida y partida y probar armas o consultar el historial de partidas mientras realiza el matchmaking en segundo plano.

Algunas son tan obvias que me resisto a celebrarlas como puntos a su favor, porque son cosas que nunca debieron ocurrir en primer lugar: ahora puedes omitir los “informativos” del Clan Surimi (la nueva banda pop) que informan de la rotación de mapas y modos.

Y, menos mal, ahora puedes jugar a Salmon Run siempre que quieras, y no en franjas determinadas como en Splatoon 2, ¡faltaría más!

Otras mejoras resultan inevitables por el devenir de la industria de los juegos online. Ahora hay Catálogos, prendas y objetos decorativos temáticos que se pueden obtener durante tres meses en lo que esencialmente son pases de temporada, aunque no usen esa palabra. 

Además, ahora puedes personalizar tu insignia de jugador con fondos, títulos, sellos e incluso gestos; y tu taquilla con numerosos objetos decorativos. 

Multitud de cosillas que no tienen ninguna otra función más que presumir ante otros usuarios, y que en realidad son la excusa que inventaron los juegos online free to play para monetizar cualquier cosa.

Nintendo ha adoptado por primera vez esa idea en Splatoon 3, porque es algo que la gente va a esperar de cualquier juego online. 

Pero como siempre, todas las actualizaciones, incluyendo nuevas armas, prendas y mapas, serán gratuitas y constantes durante dos años. La excepción es el DLC de pago con una expansión para un jugador que saldrá, suponemos, el verano que viene.

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Splatoon 3 es un plato delicioso, pero no esperes sorpresas

¿Merece la pena Splatoon 3? Si te gustó Splatoon 2 pero ya dejaste de jugar porque, naturalmente, el hype por el juego se apagó tras cinco años, sin duda. 

El equipo de Nintendo EPD ha procurado que Splatoon 3 tenga olor a nuevo y quieras animarte a empezar de cero (con algo de ventaja si tienes datos guardados de Splatoon 2).

La detalladísima nueva ciudad central en Tintelia, los pegadizos temas musicales, los nuevos personajes NPC de las tiendas o las nuevas armas y accesorios causarán sensación entre la comunidad, como el Cangrejobot o el Flotiburón.

Si mantienen el ritmo de las actualizaciones Splatoon puede volver a ser uno de los juegos más comentados (y memetizables) en redes sociales (y los propios dibujos y mensajes que puedes colgar en el juego, a lo Miiverse).

Además, el modo para un jugador ha sido ampliado y es equivalente en tamaño y calidad a la Octo Expansión, con varias sorpresas por el camino. 

Sin duda, es lo que más nos ha sorprendido de Splatoon 3, con una duración considerable para ser un modo "secundario", aunque sigue habiendo margen de mejora si de verdad quisieran hacer un "modo aventura" con los personajes de Splatoon.

Sin embargo, el modo online, que es el epicentro del juego, es esencialmente el mismo: combates Territoriales, cuatro modos Caóticos y Salmon Run. 

Con nuevas armas y mapas, con cambios en la ordenación y mejoras en la formación de partidas o en los vestíbulos, pero sin modos nuevos que lo distingan de Splatoon 2.

Aunque todo puede pasar, tampoco esperamos nuevos modos Caóticos: Nintendo especificó que habrá “nuevas armas, mapas y catálogos”, pero nada de modos. Si esta versión 1.1.0 es, a grandes rasgos, todo lo que será Splatoon 3 durante los próximos dos años, nos deja una sensación agridulce. 

Todo lo nuevo que aporta es en la dirección correcta para ofrecer la experiencia online más cómoda y gratificante posible. Pero en líneas generales, Splatoon 3 es mucho menos innovador que lo que fue Splatoon 2 en su momento, y debe mucho de la nota que le hemos puesto a su muy notable modo para un jugador.

Tres años después del último festival de Splatoon 2, en junio de 2019, estábamos deseando tener una razón para volver a jugar regularmente a Splatoon, y ahora tenemos la promesa de dos años de festivales, eventos Big Run y actualizaciones.

Y eso ilusionante… pero también parte del problema, porque significa que si lo comparamos con Splatoon 2, la única diferencia real entre los dos es que uno está abandonado… y el otro tiene toda la vida por delante.