CD Projekt Red, el estudio responsable de la saga The Witcher (que se encuentra trabajando en el desarrollo de Cyberpunk 2077 para PS4, Xbox One y PC) no sólo es uno de los equipos con más talento del momento. Los polacos son capaces de hacer magia, porque nadie podía imaginarse que un juego tan grande como The Witcher III Wild Hunt podría caber en un cartucho de Nintendo Switch (sin descargas adicionales). No contentos con ello, suben la apuesta, porque The Witcher III Complete Edition contiene el juego original y los dos DLC de historia que ya pudimos jugar en las versiones anteriores: Hearts of Stone y Blood and Wine.
En realidad, la labor de CD Projekt se limita a la supervisión, porque los encargados de la conversión son Saber Interactive, quienes acaban de convertir para Switch otros juegos como Ghostbusters The Videogame, Call of Cthulhu o Vampyr.

A estas alturas, es complicado hablar de The Witcher III Wild Hunt sin volver a caer en los tópicos, porque en su lanzamiento original se convirtió en uno de los títulos que definieron de qué era capaz la actual -por aquel entonces, joven- generación de consolas. Se trata de un juego de rol con combates en tiempo real que se desarrolla en un mundo abierto (el mundo de espada y brujería imaginado por el escritor, también polaco, Andrzej Sapkowski).

Es una ambientación adulta y oscura, que interpreta elementos del folclore centroeuropeo con un enfoque cínico e inconfundible. Y de hecho, esta tercera entrega supone el cierre de las aventuras del brujo Geralt de Rivia (al que a finales de año nos volveremos a encontrar en la serie de televisión de Netflix). Geralt se enfrenta en esta ocasión a la Cacería Salvaje, un grupo de jinetes espectrales que persiguen a su hija adoptiva, Ciri.

Y en esta batalla, en que se dirime el destino del mundo, debe hacer uso de todas sus habilidades: el combate y la diplomacia, la seducción y la hechicería, el sarcasmo... el Lobo blanco es uno de los personajes que mejor aparecen retratados en ningún videojuego. En esta ocasión con su perfil más maduro. Si habéis leído los libros, no hace falta que os contemos más, en caso contrario, cuanto más tiempo paséis junto a Geralt sentados a la grupa de Sardinilla, más os irá conquistando.

El RPG que definió la generación
Porque si hay algo que destaca de The Witcher III es que es uno de los juegos mejor escritos que hemos disfrutado en los últimos años. No se trata sólo del rivio, sino de los personajes que le acompañan; su compañero Vesemir, su amigo Jaskier y sus dos intereses románticos: Yennefer de Vengerberg y Triss Merigold. Lo mismo ocurre con las decenas de secundarios que nos cruzamos en el camino, y con el desarrollo de cada una de las misiones -las principales y secundarias- que conforman este juego gigantesco.

Seguramente el mejor ejemplo de esta atención por el detalle es la misión del Barón Sanguinario, que tiene un enorme parecido con una de las historias del primer libro, y que nos resulta apasionante por la cantidad de matices y giros... lo mismo podemos decir de las Damas del bosque o de la épica batalla de Kaer Morhen.

No todo son combates y caza de monstruos (que es el trabajo del brujo), sino que hay un espacio para el humor, el erotismo o la melancolía. Jugar The Witcher III sigue siendo una experiencia increíble. Y además está salpicado por un montón de bestias que cazar, contratos de brujo y encargos secundarios.

En cuanto al gameplay, tenemos de todo: exploración (usando los sentidos de brujo), conversaciones con distintas opciones de respuesta, un juego de cartas -gwent- con enorme profundidad y un sistema de progreso muy profundo, basado en niveles y el uso de mutágenos. Quizá el aspecto en que tropieza (ya ocurría en el juego original) es el sistema de combate. Tenemos a nuestra disposición las dos espadas del brujo (la de acero para los hombres y la de plata para los monstruos) además de los hechizos y -una novedad de la tercera entrega- una ballesta de mano.

Pero la detección de los impactos, la posición frente a los enemigos y el "timing" para las esquivas no están muy pulidos, y en muchos casos fallamos las estocadas de un modo inexplicable. En los niveles de dificultad más altos, puede ser un poco frustrante.

Las dos expansiones
Para rematar tanto contenido, nos encontramos con dos historias adicionales (que encajan mejor antes de acabar la historia). Hearts of Stone exploraba el lado más cómico del personajes, y Blood and Wine era una historia de vampiros que transcurría en los viñedos de la región de Touissant. En esta expansión Geralt conseguía su propia hacienda y se exploraba en un "gameplay" diferente.

Podemos explorar estas dos misiones adicionales desde el menú principal o integradas en la historia, tras superar las primeras horas de juego, aunque lo recomendable es afrontarlas como mínimo con nivel 30. Si ya tenemos experiencia jugando con el carnicero de Blaviken, incluso podemos simular una partida que continúe directamente tras los acontecimientos de The Witcher 2 Assassin of Kings, que está disponible en PC y Xbox 360.

Sumando las tres campañas, además de las misiones secundarias y distintos encargos, tenemos más de 100 horas de diversión en un sólo cartucho... que rivaliza con Outlast 2 por ser el juego más adulto (en cuanto a temas que trata y también secuencias sangrientas o subidas de tono) del catálogo de Switch.

Los sacrificios de la versión de Switch
Cuando apareció hace 4 años, The Witcher III era un juego técnicamente muy notable, pero a día de hoy se ha quedado un poco anticuado. La versión que nos ocupa es, con diferencia, la peor de todas. El juego de Switch corre a 720p en modo TV, en el dock y a 540p en modo portátil.

La verdad es que en la pequeña pantalla de la consola, no "sufre" mucho, pero si lo conectamos a una TV el "popping", la falta de resolución de las texturas, los "jaggies", la reducción en la distancia de dibujado, sombras que desaparecen, caídas de frames... se hacen mucho más evidentes.
También hay que tener en cuenta que el juego tiene unos considerables tiempos de carga y bugs (a nosotros se nos ha quedado atascado Sardinilla en un par de ocasiones). Eso sí, el estupendo doblaje (en inglés) y la música de Percival (coral y con instrumentos medievales) siguen sonando de maravilla.

De modo que ¿merece la pena The Witcher 3 en Switch? Pues en modo portátil si. Quienes no lo hayan jugado antes tienen la oportunidad de descubrir uno de los RPG que han definido el género en los últimos años. Pero en modo TV las carencias se vuelven demasiado evidentes y pierde parte de su atractivo.
VALORACIÓN:
The Witcher 3 sigue siendo uno de los RPG mejor escritos de la generación, pero los fallos técnicos de esta versión empañan la genial aventura del Lobo Blanco. Con todo, tener el juego completo y las dos expansiones en una consola portátil es algo mágico.LO MEJOR:
Uno de los mejores RPG de la generación, con las dos expansiones y en modo portátil.LO PEOR:
Las limitaciones técnicas, más evidentes en el modo TV. El sistema de combate es un poco tosco.Plataformas:
Nintendo Switch,
PC,
PS4,
Xbox Series X,
Xbox One,
PS5
Versión comentada: Nintendo Switch
87
Muy buenoDescubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
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