Crítica de Black Panther, ganadora de 3 Oscar en 2019

La carrera superheroica de 2019 arrancó con Black Panther, la primera película en solitario de este héroe que nos traslada a Wakanda. Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta de que han pasado ya ¡tres años! desde que nos presentaran al T'Challa de Chadwick Boseman en Capitán América: Civil War, la película de superhéroes más coral que habíamos visto hasta entonces... Algo que Vengadores: Infinity War superaría con creces, como descubriríamos unas semanas después.

El caso es que el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) cogió un buen impulso con esta película, que no solo gustó a público y crítica sino que, recientemente, ha hecho historia. Es la primera película Marvel en colarse en los Premios Óscar y, además, se ha llevado 3 estatuillas, por lo que es la película de superhéroes más premiada en la ceremonia.

Si hay una palabra que la puede definir es la siguiente: ecléctica. Y esto se debe a su capacidad para condensar, reunir y reconciliar muchas cosas en su interior: no solo una vasta cantidad de información acerca del personaje y sus distintas etapas comiqueras (eso lo explicaba mucho mejor Jesús Delgado en su reportaje) sino también tendencias musicales y señas identitarias que a veces absorbe incluso "echándole un poco de morro".

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Vayamos por partes: siguiendo los pasos de T’Challa tras lo visto en Civil War, ahora vemos cómo regresa a Wakanda para adoptar el rol de líder de su nación. Se trata de una de las regiones más prósperas y avanzadas tecnológicamente del planeta, si bien por motivos defensivos, este progreso se produce en la clandestinidad.

El problema es que Wakanda es también un lugar estratégico que está en el punto de mira de algunos exploradores, que se refieren a ella como “El Dorado”. La razón es que alberga un yacimiento exclusivo de Vibranium, un metal extraterrestre que tiene la capacidad insólita de absorber vibraciones sónicas. Su alta resistencia (es tan fuerte que no hay bala que lo atraviese, de hecho es el material del que está hecho el escudo del Capitán América) y su ligereza, lo convierten en un elemento extremadamente codiciado que obligará a T’Challa a enfrentarse a adversarios externos como Ulysses Klaue (Andy Serkis), además de otras facciones de su propio territorio encabezadas por M’Baku (Winston Duke) y Erik Killmonger (Michael B. Jordan, al que también hemos visto en Creed II).

También conocido como Pantera Negra, T’Challa tiene algunas capacidades fuera de lo común como sentidos agudos como los de los felinos, agilidad, capacidad estratégica y unas habilidades excepcionales en el combate sin armas a los que se añaden la superfuerza, la inteligencia y el sigilo cuando acecha a sus enemigos. Pero además, no estará solo en su lucha. A su lado estarán el anciano y sabio sacerdote Zuri (Forest Whitaker) que es su leal consejero y los miembros de su guardia personal conocida como la Dora Milaje, con su líder Ayo (Florence Kasumba) a la cabeza, además de Nakia (Lupita Nyong'o) y su hermana Shuri (Letitia Wright). Por cierto, volveremos a ver juntos a Lupita Nyong'o y a Winston Duke en la película de terror Nosotros, de Jordan Peele.

La acción de la película transcurre de forma casi íntegra en la región africana ficticia de Wakanda, una nación con una frondosa vegetación en contraste con modernos edificios e infraestructuras punteras.

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Black Panther - Wakanda en concept arts (5 imágenes)

La diseñadora de Black Panther, Hannah Beachler, ha revelado en una entrevista que se aseguraron de que el tipo de tecnología y los artilugios futuristas, armas y armaduras se distinguieran de los que hemos visto anteriormente en las películas de Iron Man. Es decir, que no se pareciera a la tecnología de Tony Stark. Ojo también al colorido vestuario, que también ha servido a la película para arañar otro Oscar.

Beachler tuvo total libertad creativa para crear la Wakanda de Black Panther, y dado que se trata de una nación africana, la diseñadora viajó hasta allí para inspirarse y que la tecnología casara bien con la tradición propia de este continente. Esto hace que la película tenga una fortísima identidad visual que la convierte en una pieza única dentro de el UCM. Y ese es su principal valor: su originalidad tanto en la puesta escena como en la dirección artística, el vestuario y la peluquería.

Ésta película no se parece en el plano visual a ninguna otra que hayáis visto antes: es la más rompedora desde que viera la luz Guardianes de la galaxia vol.1 y en este sentido hay que alabar el riesgo por hacer algo tan diferente. Si le amputaran el logo de Marvel y partiéramos de un desconocimiento absoluto del personaje, de hecho no diríais que se trata siquiera de una película de superhéroes.

El peso específico del discurso político que hay en la trastienda es muy fuerte y apenas deja sitio para un puñado de chascarrillos. Así que a pesar de ser una película muy colorista, no hay un exceso de humor que interfiera en el curso de la historia. Sin embargo, el guión de Joe Robert Cole y Ryan Coogler dista de ser perfecto. Hilvana con soltura ideas tan interesantes y actuales como el cierre de fronteras, el trato a los refugiados o la necesidad de las naciones de compartir conocimientos por un bien mayor. Así que como poco amplía la mirada para ver más allá de los muros y dejar de mirarse el ombligo (hay varias bofetadas que le van a despeinar el flequillo a Trump) pero también hay llamadas de atención a la forma en que Wakanda ha dado la espalda a sus propios hermanos.

El conflicto tribal-global se extiende a la banda sonora que se tiñe de ritmos muy étnicos dejándose llevar a veces por melodías norteafricanas para abrazar por momentos el rap o la música tecno. 

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Black Panther - Galería de pósters individuales (11 imágenes)

Rachel Morrison, nominada al Oscar por su trabajo como directora de fotografía en Mudbound, se encarga de atrapar la luz dotando a la cinta de una identidad visual alucinante: tenemos significativas puestas de sol pero sobre todo una escala cromática variadísima y muy plástica. Menos inspirados están varios chroma-keys que desdicen bastante respecto a lo anterior. Hay naves que parecen estar flotando y algunas coreografías finales de lucha en las que se nota tanto el CGI que bien podríamos estar viendo una peli dibujos animados.

Black Panther es una película de muchos contrastes que tiene grandes pretensiones y no siempre está a la altura de lo que quiere contar. Se entiende el conflicto entre la lucha armada y la resistencia pasiva; se palpa la reivindicación étnica de un personaje que nació con la corona de representar al primer superhéroe de ascendencia africana allá por el 66, pero cierta parte del público puede no estar muy interesado en sus reivindicaciones, mientras que habrá otra porción que sí lo ha percibido como una demanda justa y a tiempo. Es el signo de los tiempos y Disney se ha subido a la cresta de la ola en el momento más propicio.

El paso del tiempo ha hecho que secundarios como Shuri o Killmonger sean vistos por buenos ojos por la mayoría de los fans (¡con ese Michael B. Jordan tan friki en sus declaraciones!), aunque, como decíamos antes, hay a quien se les atragantan por ser demasiado exagerados. Ya sabéis que con las películas de superhéroes, parece viajarse del amor al odio sin paradas intermedias...

Lo que es imperdonable que en las dos horas y cuarto de metraje de la película te dé tiempo a aburrirte (sobre todo al principio) y que haya momentos que están a punto de cruzar la línea de lo absurdo, como la batalla con los rinocerontes gigantes (pero oye, después Aquaman demostró que el límite con las bestias-montura está en nuestra imaginación). Queda mucho margen de mejora, aunque es evidente que como aventura individual, cumple con las expectativas y aporta muchas novedades.