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Crítica de De Perdidos a Río, un "Resacón" a la española que preferirás olvidar

De Perdidos a Rio

Crítica de De Perdidos a Río, comedia con Pablo Chiapella, Carlos Santos, Fran Perea o Jorge Cremadas (sí, el Youtuber) como un "resacón" a la española en Brasil. 4 de agosto en cines.

El próximo viernes llegará a la cartelera una comedia española sin más pretensión que la evasión y unas risas fáciles a costa de actores bastante conocidos en el mundo de la televisión... o de Internet: De perdidos a Río.

Dirigida por Joaquín Mazón (Cuerpo de élite, La vida padre), esta comedia está protagonizada por Pablo Chiapella (Amador en La que se avecina), Fran Perea (Los Serrano) y Carlos Santos (Jaula), interpretando a tres amigos que viajan de imprevisto a Río de Janeiro en busca de su amigo, presuntamente muerto.

En el reparto también están Esther Acebo, Kira Miró, Carlos Areces y Jorge Cremades. Sí, el famoso (y en su día polémico) cómico e influencer.

Resacón en Río

La sinopsis de la película es prometedora, y anticipa una historia que, haga más o menos gracia, te atrape por el misterio que plantea.

Tres amigos de la EGB, ahora cuarentones, interrumpen sus anodinas vidas para viajar a Río de Janeiro a repatriar el cadáver de un amigo de infancia, que ha aparecido muerto de forma misteriosa en la playa. Sin embargo, al llegar descubren que el cadáver no es de su amigo, pese a que llevaba encima su identificación.

A dos de los amigos (Carlos Santos y Fran Perea) el viaje les sirve como excusa para tener carta blanca para emborracharse y ligar sin tener que preocuparse por la mujer o los niños, en un país que, según la película, solo se define por la droga, la fiesta, las tías buenas y la violencia entre bandas.

Ya podéis adivinar que la película va a tirar de estereotipos para alimentar un tipo de humor muy elemental claramente pensado para el público masculino, del que al menos podemos agradecer su sinceridad: sin tener intención de autocorregirse, es tan clásico como parece.

De perdidos a Rio

Del grupete, el único que siente la pérdida de su amigo presuntamente muerto es Pablo Chiapiella, conocido por La que se avecina, y aquí protagonista al ser el más "entrañable" por bobalicón: un policía con ataques de pánico con una mujer (Kira Miró) que le manipula como quiere.

Junto a Esther Acebo, una amiga del "muerto" con un papel desaprovechadísimo, intentarán buscar pistas para encontrar a su amigo, llevando a la película por unos derroteros de misterio y thriller fatal planteados.

La película es claramente reminiscente de Resacón en las Vegas, una película del director del Joker que ha sido plagiada tantas veces (incluyendo por ella misma en sus secuelas) que a veces olvidamos que era una película super divertida al mezclar comedia negra con genuina intriga.

No esperes encontrar nada remotamente parecido en De Perdidos a Río. La película no es ingeniosa (el humor es con frecuencia burdo y machista, copiando gags enteros de Resacón) y los actores están muy flojos, incapaces de hacernos creer a sus personajes, con la excepción de Carlos Santos.

Pero lo peor es el guion, firmado por cuatro guionistas que se ponen la zancadilla resolviendo el misterio a mitad de la película, terminando con la intriga de forma apresurada e insatisfactoria y enredando la trama con una "guerra de bandas" del todo inverosímil.

De Perdidos a Río, un viaje que es mejor evitar

De Perdidos a Rio

De Perdidos a Río es un intento fallido de hacer un nuevo "Resacón" con un grupo de amigos cuarentones tan mundanos como poco carismáticos, en el que solo destaca Carlos Santos, el infravalorado actor de El Crack Cero o Luis Roldán en El Hombre de las mil Caras.

El humor es algo subjetivo, y cualquier cosa te pueden funcionar como entretenimiento inocuo. Pero esta comedia induce más sonrojos que carcajadas, y es particularmente dolorosa por lo desaprovechada que está su premisa de un thriller de intriga y acción en una Río de Janeiro retratada solo con los estereotipos más básicos y casposos.

VALORACIÓN:

Imposible de recomendar incluso como comedia de evasión: aunque toleres su humor de dudosa procedencia, la forma que tiene el guion de sabotear sus escasos toques de intriga es desolador.

LO MEJOR:

Carlos Santos siempre es genial, tanto haciendo papeles serios como de "cuñado".

LO PEOR:

El humor rancio, actores incapaces de creerse a sus personajes y un misterio quese empantana.
Hobby

40

Malo

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