El verano le pertenece a Apple TV+: no solo nos ofrece, desde hoy mismo, el desenlace de la primera temporada de Silo, serie que ha maravillado al mismísimo Stephen King, sino que esta misma semana ha lanzado Secuestro en el aire y en los próximos días nos traerá las segundas temporadas de Fundación y The Afterparty.

La oferta de la plataforma de sreaming no hace más que crecer con grandes títulos y nuevas tandas de episodios de series de una gran calidad, así que solo podemos rendirnos ante la evidencia de que pasa por un momento dulce.

Secuestro en el aire se compone de siete episodios que se desarrollan más o menos a tiempo real: cada episodio, de cerca de 45 minutos de duración se corresponde con una hora de vuelo. Los tres primeros ya están disponibles mientras que los cuatro restantes llegarán a razón de uno por semana cada miércoles hasta que la emisión se complete el próximo 26 de julio.

Es una de esas series que pedían a gritos una buena maratón, la verdad, así que vais a sufrir esperando las novedades.

George Kay (Lupin) y Jim Field Smith (Criminal versión Reino Unido) son los creadores de Secuestro en el aire y se hacen cargo de los guiones de sus siete episodios. ¿Habrían podido optar por el formato del largo en lugar de la miniserie? No es descabellado, pero habrían reducido mucho algunas historias que transcurren en un segundo plano y también merecen atención.

Volando alto

La acción arranca en el aeropuerto de Dubái desde el cual parte un avión rumbo a Londres. En él hay toda clase de viajeros: familias, adolescentes, personas que a simple vista parecen normales y corrientes.... aunque hay quien esconde secretos que van a cambiar el curso de sus vidas.

Una joven encuentra una bala en el servicio, haciendo saltar las alarmas entre su grupo de amigas pero, cuando dan parte a la tripulación, es demasiado tarde.

Varias personas armadas se coordinan para secuestrar el avión, tratar de acceder a la cabina de pilotaje y cortar las comunicaciones con tierra firme. Quedan seis horas para aterrizar y la situación se vuelve desesperada.

Sam Nelson, consumado negociador corporativo que trabaja para las altas esferas, echa mano de su pericia profesional para intentar salvar a los cerca de doscientos pasajeros. Pero su estrategia es tan arriesgada que podría ser su ruina.

Última llamada para el vuelo KA29... 

Ciertamente Secuestro en el aire no es una serie que podamos recomendar para aquellos que pasen ansiedad volando. Las razones son obvias: el 90% de la acción se desarrolla en el interior del avión con su dosis de estrés y de claustrofobia derivadas de la amenaza que supone que un grupo armado se haga con el control.

Por lo demás es como una buena partida de póker: vamos descubriendo las cartas de los pasajeros poco a poco y dosifica así la información sobre las distintas estrategias y motivaciones que mueven a los personajes.

Aunque tiene pasajes en los que la adrenalina toma el mando de la situación y te pone al borde del asiento esperando la resolución es una serie que se toma su tiempo para edificar el suspense, así que es uno de esos relatos que pide un poco de paciencia en el arranque para luego ir tirando de todas las pistas sembradas con anterioridad. 

Hay concesiones a la ficción, por supuesto, y también licencias que el guión se toma y que no llegan a explicarse completamente pero, en líneas generales, no hay nada que haga sentir a los espectadores estafados y todo llega a una resolución razonablemente aceptable.

Es una serie que, sin alcanzar el impacto de 24 ni ser tan trepidante de forma sostenida, consigue meterte el gusanillo en el cuerpo y despertar una intensa curiosidad por ver cómo se van desarrollar los acontecimientos a la par que se exploran las peculiaridades de los pasajeros, sobre todo nuestro enigmático protagonista. Idris Elba, sensacional, como siempre y muy contenido.

Si andáis en busca de una serie adictiva que paga el cheque que extiende su ambición, tenéis una cita en las alturas.