Reglas que te convertirán en la próxima víctima de un asesino, según las películas de terror

Los tópicos del cine de terror nos han enseñado ciertas reglas, que se repiten con frecuencia en el cine de terror. 

No todas son iguales: cada subgénero de terror tiene sus propios arquetipos de personajes y situaciones similares que los espectadores con más experiencia reconocerán claramente, anticipándose a las muertes.

A veces, esa es parte de la gracia. Últimamente, muchas películas de terror buscan subvertir esos tópicos intencionadamente, como Get Out, Hereditary, It Follows, toda la saga Scream desde 1996, o, la que lo hace de forma más explícita, The Cabin in the Woods. Estas son las reglas no escritas del cine de terror con las que juegan...

Sabes que vas a morir en una película de terror si...

• El incrédulo
• El poli
• Crees que vas a huir
• "Resucita" milegrosamente
• El colgao
• Solo piensas en el sexo
• El mejor amigo
• La pareja feliz
• El negro

Se ríe del peligro en la cara

Todas los slashers y películas de terror paranormales o de monstruos suelen tener a un incrédulo que no se cree que haya una entidad malvada y misteriosa persiguiéndole. Es la persona que no cree en fantasmas, y en su exhibición de valentía y racionalidad acaba siendo arrogante, a veces hasta ridiculizando a sus amigos aterrados.

Probablemente, sería la actitud que gran parte del público tomaría: siempre hay una explicación lógica. Pero en las reglas del cine de terror se le aplica el karma... y suele ser la primera persona en morir, a veces provocada por sus propias imprudencias, como lección para el resto del grupo.

La autoridad siempre es inútil

Los policías siempre son inútiles. Es como una burla a la autoridad: las fuerzas del orden son totalmente ineficaces contra las fuerzas sobrenaturales, y la presencia del sheriff local poco puede hacer contra las fuerzas del mal. 

Incluso en películas de asesinos en serie las autoridades mostrarán toda su ineficacia. No os quepa duda que este personaje morirá, y probablemente lo haga en la primera mitad, dejando indefensos al resto del grupo, que tendrá que pensar formas menos convencionales de combatir el mal, premiando la astucia a las reglas.

Los coches son trampas mortales

La víctima va corriendo por el bosque, perseguida por el asesino o el monstruo. Su objetivo será llegar al coche y huir, pero eso suele ser una trampa mortal. Lo más probable es que ocurra una de las dos cosas, o ambas a la vez: 

-Al llegar el coche no va a arrancar. En el tiempo que tardas en intentar arrancar, el  asesino te habrá pillado, y ya no tienes escapatoria.

-Consigue arrancar y por fin huyes. Pero no preguntes cómo ni por dónde, el asesino o el monstruo se habrá colado al coche. Lo verás fugazmente por el espejo retrovisor y te atacará desde el asiento de atrás.

Puedes burlar a la muerte solo una vez

Un recurso habitual de las película de terror son las escenas en las que alguien parece morir, pero no lo vemos explícitamente (por ejemplo, si se cae por un barranco, queda atrapado en una casa en llamas...).

Si no has visto su cadáver, lo más probable es que este personaje no haya muerto, y sea una sorpresa en el tercer acto, salvando al grupo en el último momento. Lo malo es que, el resto de la película, tendrá una diana en la cabeza...

Ecologistas y colgaos

En el otro extremo de los escépticos e incrédulos tenemos a los insensatos, los personajes que creen que pueden contener al monstruo... o incluso que los liberan ellos mismos por su creencia ecologista o animalista llevada al extremo. 

Curiosamente, ambos tendrán una muerte similar: serán tan imprudentes que se servirán en bandeja al monstruo o al asesino, pero por razones diferentes. Este perfil de personaje no temen al monstruo o al mal, sino que intenta comunicarse con él y creen que pueden razonar con él.

Por las similitudes entre sus destinos, metemos en el mismo saco tanto a los personajes que creen firmemente que pueden apaciguar al monstruo (habitualmente personajes bastante irritantes)... como a los colgaos que están demasiado fumados como para desarrollar instinto de supervivencia (habitualmente siento alivios cómicos).

El karma castiga a los promiscuos

El sexo es un ingrediente imprescindible de cualquier slasher. Entre los grupos de amigos que son cazados por el asesino siempre suele alguien, chico o chica, que se muere (figurada y literalmente) por tener relaciones sexuales incluso si eso implica dejar tirado a su amigo/a protagonista, mucho más "modoso".

Estamos hablando de tópicos popularizados en los años setenta y ochenta, con una mentalidad bastante conservadora que castigaba la promiscuidad con un billete al otro barrio, aunque no antes de tener una obligatoria escena de sexo para atraer al público adolescente masculino.

Eres el amigo que mejor cae

Muchas películas de terror suelen tener a un personaje que cae especialmente bien. Es el amigo o amiga del protagonista, con frecuencia también enamorado del prota, pero este es demasiado tonto como para darse cuenta, prefiriendo a alguien más sexy y tonto que será de los primeros en morir.

El objetivo de estos personajes es que te encariñes con él o ella hasta el punto de compadecerte, y que genere tensión no solo por el monstruo o el asesino, sino porque ha discutido con el prota o bien ha sido ninguneado. Y al final, cuando por fin se reúnen y parece que van a hacer las paces o por fin le va a declarar su amor... ¡pum! Ocurre la muerte que más te dolerá de la película, y salgas del cine clamando justicia para ese personaje.

Ser negro o minoría

Durante años se ha dicho que los negros siempre son los primeros en morir. La representación de personas negras (ya no digamos otras minorías) en el cine de terror americano solía reducirse a un solo "token", pero en realidad era más habitual que aguantarán más tiempo, quizás para que no dijeran que perpetuaban el tópico.

Aún así, por mera estadística, rara vez aguantarían hasta el final de la película. Un estudio del Huffington Post estudio 25 películas de terror, y en la mitad la primera víctima siempre era una mujer blanca. Aún así, la protagonista también suele ser una mujer blanca, lo que significa que todos los demás irán cayendo... y el amigo negro tiene muchas papeletas de ser el penúltimo o antepenúltimo en caer.