La censura forma parte, para bien y para mal, de la historia de la televisión, ya sea a nivel institucional o dentro de las propias cadenas. Series como Friends o Los Simpson han experimentado la caída de la guillotina sobre ellas, haciendo que incluso episodios enteros desaparezcan.

Pero nunca imaginaríamos que Barrio Sésamo, una serie infantil, inocente y con la clara intención de inculcar valores a los más pequeños de la casa, también fuese víctima de la censura.

Sin embargo, lo fue en 1976, cuando Children's Television Workshop remitió un memorando interno para no volver a emitir el episodio número 847 de Barrio Sésamo.

La organización había recibido miles de cartas de padres furiosos que, tras ver el episodio, quedaron escandalizados por numerosos elementos que, si bien hoy parecerían totalmente inofensivos, en 1976 no lo eran.

¿Por qué censuraron el episodio 847 de Barrio Sésamo?

El episodio en cuestión incluyó un cameo cargado de nostalgia de Margaret Hamilton como la Bruja Mala del Oeste, su icónico personaje de El Mago de Oz.

La escoba de la Bruja vuela hasta Barrio Sésamo y aterriza en la tienda de David (Northern Calloway). El personaje de Hamilton empieza a acecharlo de formas algo turbias y trata de arrebatarle a la fuerza y con exigencias la escoba, pero David no se la devuelve hasta que no la pide educadamente.

Cuando la Bruja se dispone a abandonar Barrio Sésamo "para siempre", lo hace "sin manos", por lo que tiene un accidente y la escoba vuelve a caer en las manos de David, que rompe a llorar ante la perspectiva de tener que volver a lidiar con ella.

Entre otras lindeces, el episodio presenta a la Bruja Mala del Oeste amenazando a David con convertirlo en un balón de baloncesto y a Paco Pico (Big Bird) en un plumero gigante "capaz de desempolvar una casa de una sola pasada".

Como decimos, en la actualidad, el episodio es tremendamente inofensivo, pero en 1976 desató una oleada de furia entre los padres estadounidenses, más que suficiente como para que se descartase su emisión de nuevo.

Por supuesto, la magia de internet hace que el episodio esté disponible en línea, así que cualquiera puede verlo en la actualidad.

En Estados Unidos, las asociaciones de padres que combaten cualquier amenaza emitida en televisión que pueda "pervertir o perturbar" a los niños, tienen un poder importante en la toma de decisiones de las cadenas.

Barrio Sésamo lo comprobó en 1976, y está lejos de ser la única serie que ha sufrido la furia inconmensurable de estos grupos de presión.