La gran leyenda de Hollywood Sylvester Stallone cuenta con una gran carrera cinematográfica que abarca casi cinco décadas en la que, no solo ha actuado en una gran cantidad de películas, sino que también ha dado origen a algunas de las franquicias más exitosas del cine, como Rocky o Rambo.

Si bien casi toda su carrera se ha limitado a ser el tipo duro del cine de acción, ahora Stallone admite que se ha convertido en una especie de figura paterna para los actores más jóvenes en el set de rodaje.

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Y aunque puede que no lo disfrute tanto, parece apreciar la experiencia que ha adquirido con el paso de la edad. El envejecimiento, según señala el propio actor, ha añadido una especie de seriedad a su actuación que nunca podría haber aportado en sus primeros días, por lo que no se arrepiente de las decisiones tomadas en su carrera.

Sin embargo, sí parece haber un gran arrepentimiento que todavía alberga a Sylvester Stallone sobre sus elecciones y que continúa persiguiéndolo incluso hoy.

El gran arrepentimiento de Sylvester Stallone

En una entrevista realizada para la revista Esquire en el año 2021, la estrella de Rambo explicó que cuando era más joven daba muchas cosas por sentado pensando que siempre habría tiempo para ponerse al día con ellas más tarde.

De lo que no se dio cuenta en ese momento, según comentó, es que aunque le quede tiempo, es posible que las personas a su alrededor no, pues la edad no perdona a nadie. Y esto es lo que le enseñó la mayor oportunidad perdida de su vida.

"Hay un papel en mi pared que dice algo así como 'Estimado Sr. Stallone, quiero felicitarlo por sus nominaciones a los Premios de la Academia por Rocky. Firmado, Charlie Chaplin'. Nunca conocí a Charlie Chaplin.

Yo era realmente estúpido en ese momento. Era joven y pensaba: 'Habrá tiempo para eso más tarde'. Pero seis meses después, estaba muerto. Es uno de mis mayores arrepentimientos en la vida, no haber aprovechado ese momento", declaró el actor de Rocky.

Sylvester Stallone comentó que aprendió la lección y como resultado, incluso ahora, décadas después, trata de no perder más el tiempo ni el suyo ni el de las personas que lo rodean. Y es que, como bien dice el refrán, "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".