Seguramente te suene la historia de un hombre británico que llegó a tirar a la basura, sin querer, un disco duro con una billetera electrónica con unos 8000 Bitcoin, unos 176 millones de dólares al cambio actual, es decir, la distancia entre ser uno de los hombres más ricos del mundo y no ser prácticamente nadie.

Y hablamos de James Howells que en 2013 tiró sin querer un disco duro que tenía tantos Bitcoin como para hacerse una de las personas más ricas del mundo, y lleva años intentando ponerse de acuerdo con el Ayuntamiento de Newport en el Reino Unido para poder excavar en el vertedero y recuperar su disco duro, y hasta ahora no ha tenido suerte.

Y ahora en una reciente entrevista concedida a Insider, ha señalado que tiene un plan maestro para recuperar este disco duro y extraer la clave para acceder a sus criptomonedas. Se trata de un plan que ni mucho menos es infalible y que le va a llevar nada menos que 11 millones de dólares en inversión.

Básicamente lo que quiere hacer es contratar a profesionales que extraigan la basura del vertedero en el sector donde considera que está su disco duro. En concreto esto afectaría  a un cuadrante con 110.000 t de basura que sería procesada a mano y analizada mediante inteligencia artificial para encontrar su deseado disco duro.

Sería un plan largo, de alrededor de tres años, y que estaría amparado en la compra de dos robot Spot de Boston Dynamics, con un precio por unidad de alrededor de 74.500 dólares.

Uno de estos perros robot se llamaría Satoshi, en referencia a Satoshi Nakamoto, la persona que supuestamente creó el Bitcoin, y por otra parte Hall, en referencia a Hal Finney que es la primera persona que recibió una transacción en Bitcoin.

Comenta que ha asegurado parte de la financiación para este plan con dos inversores llamados Hanspeter Jaberg y Karl Wendeborn.

Pero el problema es el de siempre: las autoridades del ayuntamiento de Newport no le permiten excavar el vertedero, ni tampoco aceptaron una donación de un 25 % del valor de su cartera, que eran muchos millones de dólares.

Veremos si las autoridades acaban cambiando de opinión, algo poco factible, dado que desde el punto de vista medioambiental, excavar en este vertedero podría poner en peligro al ecosistema por remover grandes cantidades de materiales tóxicos.