Esta madre, para combatir la inactividad de sus hijos que siempre jugaban a la consola, les propuso un reto muy saludable que ha levantado admiración pero también críticas en redes sociales.
Cada familia es un mundo a la hora de educar a sus hijos, y cada madre y cada padre utiliza algún tipo de técnica para que sus hijos se mantengan lo más activos posibles, y no solo encerrados en la habitación durante muchas horas al día, algo que no es precisamente saludable.
Y si bien nos encanta jugar a videojuegos, también es recomendable socializarse, salir a pasear, hacer ejercicio y demás, algo que incluso se debería hacer todos los días.
Y ahora ha saltado la polémica por una madre en Estados Unidos que está educando a sus hijos de una forma muy particular para que se mantengan activos, y es obligarles a que den 12.000 pasos diarios para ganarse el derecho a disfrutar de su nueva Nintendo Switch durante los fin de semana.
El post publicado en TikTok se ha convertido en viral y ya cuenta con más de 58.000 me gusta y más de 2400 comentarios, muchos de ellos criticando a la madre por obligar a sus hijos a dar 12.000 pasos diarios.
Con ello la madre ha tenido que aclarar que es muy importante que los niños permanezcan activos, e insistió en que los niños pueden dar los 12.000 pasos diarios como quieran, y no concretamente en una máquina, sino que pueden estar andando por el parque, corriendo por el vecindario o como sea.
La madre vuelve a aclarar que en las Navidades de 2020 les compró relojes FitBit y con ellos estaban dando un promedio de 10.000 pasos diarios solo saliendo a jugar al parque.
Pues finalmente les propuso un desafío a sus hijos, diciéndoles que si pudieran alcanzar los 15.000 pasos diarios durante 30 días les compraría una Nintendo Switch.
Una vez que los hijos cumplieron el reto, la madre les compró la consola, pero observó que, tras ello, vio un cambio negativo en actividad social en sus hijos.
Así que les volvió a proponer otro reto, y era dar 12.000 pasos diarios para tener el derecho de poder jugar a la Switch en los fines de semana y, si no lo alcanzaban, no jugaban con la consola.
“Les compré una Switch, pero terminó siendo contraproducente para nosotros. Hubo un gran cambio en su actitud, no querían estar fuera, no querían hacer nada más que jugar a la consola. Así que tuve que establecer restricciones”, añade.
Si bien algunas críticas han considerado a la madre “extrema” o que exigirles dar tantos pasos “puede ser contraproducente para su salud”, hay otros que aplauden su decisión.
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