Netflix tiene bastante fama, o infamia, por su tendencia a cancelar series que, según sus estándares, no cumplen con sus índices de audiencia o son demasiado caras para lo que rinden.

Eso ha llevado a cancelaciones sonadas como Cristal oscuro: La era de la resistencia o Las escalofriantes aventuras de Sabrina, por poner un par de ejemplos.

Cabría esperar que una buena valoración por parte de la crítica pudiera contener las tijeras de Netflix a la hora de cancelar series, pero no es así.

Un caso claro de este particular es Dash & Lily, una comedia romántica navideña en formato serie que llegaba a Netflix en 2020.

La historia cuenta como dos personas claramente opuestas, Dash, cínico y Lily alegre y encantadora, se retan mutuamente a través de un diario rojo que va recorriendo Nueva York.

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La serie obtuvo una valoración crítica perfecta en Rotten Tomatoes: un 100%, aunque la valoración de la audiencia es de solo el 68%.

En sitios más comedidos, como Metacritic, Dash & Lily se llevó un 80, que tampoco es ninguna broma por parte de la crítica en ese agregador.

Sin embargo, el pasado octubre, Netflix decidió que Dash & Lily no había tenido suficiente éxito de audiencia como para justificar una segunda temporada, y dio carpetazo a la serie.

En el terreno de las series, 2021 ha sido un gran año para Netflix, con el regreso de The Witcher o el estreno de la temporada 3 de Cobra Kai (y este viernes de la 4), y el pelotazo de El juego del calamar.

No obstante, siempre es curioso como series con una calidad más que cuestionable siguen adelante, envueltas en un circo publicitario importante, y otras, como puede ser Dash & Lily (no sabría deciros, porque no la he visto), caen en el olvido.