Análisis Scuf Instinct Pro, ¿el mejor mando Pro para Xbox y PC que puedes encontrar?
Probamos a fondo el mando Instinct Pro de Scuf para el ecosistema Xbox y PC, un modelo con unas elevadas opciones de personalización y carcasas intercambiables que lo convierten en una de las mejores propuestas para los que buscan un mando más completo.
Scuf Gaming pueden ser considerados uno de los pioneros en el arte de la personalización de mandos, mucho antes de que soñáramos con mandos Elite, Razer Wolverine V2 Chroma o los botones traseros del Dualshock 4, por mencionar algunos ejemplos. Llevan haciéndolo más de una década, y con cada nuevo modelo que lanzan para PlayStation o Xbox, se superan.
Es el caso de este nuevo modelo, del que vamos a dar cuenta en este análisis de Scuf Instinct Pro, un nuevo mando Pro para Xbox y PC, también disponible la versión "no Pro", Scuf Instinct, algo más económica y con alguna funcionalidad menos. Pero aquí vamos a hablar del Pro, el más completo.
Scuf Instinct Pro es un mando que integra prácticamente todas las mejoras posibles que puedas pedirle a un pad de estas características. Muchas ya las hemos visto en modelos anteriores tanto de Scuf como de otros fabricantes, pero aquí abren aún más el abanico de opciones de personalización. He aquí un vistazo rápido...
Llevamos usando el este nuevo mando como pad principal de Xbox y PC desde hace una semana, y como dijimos en nuestro análisis del Scuf Impact para PS4, una vez pruebas un mando Scuf, es muy difícil volver atrás y usar el mando oficial. Los extras que añade, acaban volviéndose imprescindibles.
Como en otros modelos, puedes comprar un Scuf Instinct Pro pre-configurado (tienen diversos modelos preparados, listos para enviar, con distintos colores y opciones) o bien meterte en el editor y configurar el tuyo propio.
¿Y qué se puede elegir? Pues prácticamente todo: el color o diseño del frontal (colores lisos, diversas series con distintos estampados o ilustraciones), el color de los botones y gatillos...
La cosa no se queda ahí, y también puedes elegir la longitud, color y tipo de agarre de los sticks (cóncavo o convexo), dos tipos de cruceta o incluso aligerar el peso quitando los motores de vibración.
Además, puedes adquirir diversos sticks por separado, o carcasas intercambiables, para cambiar el aspecto del Scuf Instinct Pro cuando quieras, y según tus necesidades. ¿Que para shooters prefieres sticks más altos? ¿Que para juegos de velocidad prefieres cortos? Pues puedes hacerlo.
Dependiendo de lo que cambies y lo que elijas, el precio irá variando... pero avisamos: no se trata de un mando económico. Con todas las modificaciones posibles, estamos hablando de un mando que supera los 300 euros.
Puedes elegir colores para las distintas piezas, gatillos, sticks... y todo suma al precio final. Como todo lo artesano, tiene un precio. Porque aquí el trabajo, es artesano y de calidad.
El precio sube aún más si añades algún frontal intercambiable (otro de los extras de personalización), que usa un sistema de imanes que nos ha recordado a otros mandos, como el modular eSwap X Pro de Trustmaster o el "player pack", un kit de accesorios con funda de transporte rígida, un cable USB-C de 3,6 metros más largo) cuatro sticks intercambiables y un gel que mejora el agarre.
Dicho de otro modo, las opciones para configurar el mando a tu gusto son las más amplias del mercado. Hay muchas más variables y puedes elegir la combinación que quieras para hacer que sea un mando realmente único.
Lógicamente, pedir algo "único" lleva más tiempo producirlo. Por eso, nosotros para este análisis hemos pedimos un modelo preconfigurado con dos frontales intercambiables. Al final, se trata de probar todo lo que ofrece, siendo la parte estética algo más "secundario" para un análisis.
Entrando en materia, los dos modelos Scuf Impact cuentan con un agarre texturizado en las asideras que, por tacto, agarre y sujeción, nos ha parecido uno de los acabados que mejor cumplen este cometido. No llega a sentirse áspero, pero notarás que el mando se aferra mejor a nuestras manos.
Es el primer "cambio" respecto al mando oficial de Xbox, pero no el único. Es un mando ligeramente más pequeño que el del 20 aniversario de Xbox, que es con el que hemos comparado, y se nota, por ejemplo, en las asideras, que son algo más pequeñas.
Aún así, es un mando un pelín más pesado que el Xbox Controller oficial. Apenas se nota, pero las novedades que introduce, afectan al peso final (no serán más de 50-100 gramos a lo sumo).
Nada más sacarlo de la caja, la primera novedad que nos da en la cara está en el frontal, donde verás un botón para mutear el micro (que no está presente en el mando oficial de Xbox), y justo debajo una pequeña guía de luz. La carcasa frontal se quita en un santiamén.
El resto de botones son los que encontrarías en cualquier mando de Xbox Series X|S, es decir, cuenta con el botón Compartir para hacer capturas directamente, el botón Xbox o los botones A, B, X, Y, los gatillos analógicos, los bumpers o el botón para conectarlo inalámbricamente con la consola o PC.
La cruceta es idéntica a la de los nuevos mandos de Xbox Series X|S, y en juegos de lucha como Tekken 7, hemos podido realizar todas las técnicas y especiales sin problemas. Es una buena cruceta y también es intercambiable (las carcasas incluyen siempre una a juego).
Si no te gusta esta versión de la cruceta, siempre puedes elegir también la versión más clásica, con base circular, pero sin las formas y acabados de la nueva.
Los sticks dejan unas sensaciones parecidas a los del pad oficial, aunque al toquetearlos y jugar con ellos se nota una tensión ligeramente inferior, es decir, cuesta un pelín menos moverlos, son más suaves, aunque recuperan el punto neutral con la misma rapidez. No son sticks "blandengues".
Si le damos la vuelta, encontramos realmente donde se concentran los principales cambios, la mayoría de corte mecánico, empezando por sendos interruptores metálicos para acortar el recorrido de los gatillos y que se comporten como botones digitales (algo útil, por ejemplo, en los shooters).
Tampoco faltan cuatro botones traseros, que nos permiten replicar cualquier otro botón de acción, incluido los L3 y R3 de los sticks, Así, sprintar y/o usar el arma cuerpo a cuerpo en juegos como Call of Duty Warzone es algo más natural que hundir los dos sticks.
La disposición de estos botones es bastante cómoda, y dependiendo de la postura que adopten tus manos al jugar, o incluso de su tamaño, podrás pulsarlos fácilmente con los dedos anular o corazón.
De hecho, su ubicación y disposición (están algo inclinados respecto a la parte trasera del mando), permiten pulsar con el mismo dedo los dos botones de cada lado, simplemente con mover el dedo hacia la izquierda o la derecha, según el que quieras pulsar.
Los botones traseros más alargados, los de la asidera, los pulsarás con la yema del dedo; los más pequeños e inclinados, que están en la superficie trasera, los pulsarás con el lateral del dedo. El recorrido es reducido y no son botones especialmente duros, por lo que no es molesto pulsarlos así.
s algo muy intuitivo, y tras un brevísimo período de tiempo de adaptación, estarás usando esos cuatro botones de manera natural, sobre todo si vienes de otros mandos Pro con una disposición parecida.
¿Son más cómodos estos botones que las palancas o paddles vistas en otros mandos de Scuf? Pues como todo en esta vida, es relativo y va bastante en los gustos de cada uno.
Los sistemas de palancas tienen otros problemas relacionados (como que se desmonte la palanca por accidente) o la disposición de tus manos al jugar... pero en este caso no nos han parecido incómodos.
Lo mejor de todo es que, entre los cuatro botones traseros es posible encontrar un quinto botón: es el que nos permite cambiar entre los tres perfiles que quedan guardados en memoria. Con una leve pulsación cambiamos de perfil, cada uno asociado a un color RGB (rojo, azul y verde).
Una vez elegido el perfil, una pulsación larga nos permite configurar al vuelo el uso de cada botón trasero: basta con pulsar el botón trasero que quieres configurar, para después pulsar la función que le quieres asignar, y repetir con el resto de botones traseros. Vuelve a pulsar el botón de perfil, y listo.
Como en otros mandos de este tipo, hay ciertas funciones que no podemos asignar, como el botón Xbox, Compartir, mutear o los gatillos. Pero con el resto, puedes hacer lo que quieras. Y si quieres "deshabilitar" algún botón, basta con que le asignes la función compartir para que no funcione.
El proceso es muy sencillo y además tenemos feedback del propio mando, ya que la banda de luz del frontal parpadeará cuando registre algún cambio. Más fácil y sencillo, imposible.
Volviendo al frontal, también es posible cambiar los sticks, de manera muy rápida y sencilla. Gracias a los frontales con imanes, retirar el frontal apenas lleva dos segundos, y basta con tirar del stick que quieras cambiar para retirarlo, y poder conectar el nuevo.
Aquí no hace falta llaves ni ninguna pieza para poder cambiar los sticks, como en el Scuf Impact de PS4. Es todo super sencillo, super accesible y las piezas como los propios sticks tienen una forma que sólo permite conectarlos de cierta manera (lo mismo pasa con la cruceta). No tiene pérdida.
Eso sí: para los que les gusta afinar hasta el último detalle de su mando, Scuf Instinct Pro no cuenta con una aplicación o software dedicado para configurar detalles como las zonas muertas de los sticks o configurar un modo "precisión" que, por ejemplo, en los shooters, nos permita apuntar con mayor precisión.
Valoración final
Partiendo de la base de que no es un mando para todos los bolsillos (recordemos, con gastos de envío y a tope de personalización, cuesta lo mismo que una Nintendo Switch OLED), Scuf Instinct Pro es uno de los mejores mandos personalizables y con funciones extra que hemos probado.
Se nota el mimo, que es un trabajo fino y de artesanía, con detalles de calidad y muy cuidados que no se encuentran en otras marcas. Desde el acabado metálico de los interruptores que limitan los gatillos a la sencillez para programar los botones traseros, hay un gran trabajo muy bien hecho tras este mando.
Puede ser cuestión de gustos y habrá gente que prefiera los paddles frente a los botones, pero lo cierto es que la propuesta de botones traseros que monta Scuf Instinct Pro es muy buena, cómoda y sin fisuras, a la que te acostumbrarás muy rápido... y ya no habrá vuelta atrás. Con otros mandos sentirás que "falta algo".
Y ya, si eres amante del diseño, la posibilidad de tener un mando prácticamente único (es complicado repetir la misma combinación de colores y opciones), hace que sea otro aliciente más para que te conquiste el mando de Scuf.
Porque todo destila una calidad enorme, desde las piezas intercambiables (el mando incluye dos sticks adicionales en la caja), al tacto de los frontales, pasando por la presentación del propio mando o el acabado de aspectos "menores" como el cable mallado.
Toda esta calidad hay que pagarla, y es algo que no muchos jugadores estarán dispuestos a hacer. No es un mando barato... pero si el dinero no es problema y buscas uno de los mejores mandos de Xbox y PC, tienes en Scuf Instinct Pro un claro candidato.
Descubre más sobre Alberto Lloret, autor/a de este artículo.
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