Prince of Persia: The Lost Crown es el mejor metroidvania desde Hollow Knight: análisis de la nueva maravilla de Ubisoft Montpellier

Han pasado más de diez años desde que se lanzó una entrega principal de Prince of Persia (Las Arenas Olvidadas, en 2010), una saga muy querida por los amantes de la acción, los saltos y, sobre todo, las aventuras. Porque seguro que como yo, muchos recordáis con gran cariño Las Arenas del Tiempo y la trilogía de la que fue parte junto a El Alma del Guerrero y Las Dos Coronas.

Por suerte, Ubisoft trae de vuelta al Príncipe con Prince of Persia: The Lost Crown, una nueva entrega que supone un regreso a las raíces bajo un nuevo enfoque: tenemos acción y saltos con desplazamiento lateral 2.5D, pero también la exploración no lineal del género metroidvania.

Y quién mejor para encargarse de un juego de estas características que Ubisoft Montpellier, responsables de dos obras maestras de los plataformas como son Rayman Origins y Rayman Legends. 

Prince of Persia: The Lost Crown cuenta la historia de Sargon, un poderoso guerrero que forma parte de los legendarios inmortales persas. Después de que el Príncipe Ghassan sea secuestrado, Sargon y el resto del grupo se dirigen al Monte Qaf para rescatarlo, pero nada más llegar descubren que han quedado atrapados en un lugar donde el tiempo ha quedado hecho añicos.

A poco que sigáis la web o los canales de Hobby Consolas, ya sabréis que servidor le tenía muchas ganas a este nuevo Prince of Persia... Y aun así ha logrado superar todas las expectativas y coronarse (y nunca mejor dicho) como el primer gran juego de 2024 y uno de los mejores metroidvania que se han realizado jamás.

El análisis de Prince of Persia: The Lost Crown para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, Amazon Luna y PC:

• El gameplay de Prince of Persia: The Lost Crown
• Nivel de dificultad de Prince of Persia: The Lost Crown
• ¿Cuántas horas de juego dura Prince of Persia: The Lost Crown?
• El apartado audiovisual de Prince of Persia: The Lost Crown
• Cuánto cuesta Prince of Persia: The Lost Crown y dónde puedes jugarlo
• La opinión de HobbyConsolas de Prince of Persia: The Lost Crown
• Nota: lo mejor y peor de Prince of Persia: The Lost Crown

Jugabilidad y gameplay de Prince of Persia: The Lost Crown en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, Amazon Luna y PC

Uno de los pensamientos que más se han repetido en mi cabeza mientras jugaba a Prince of Persia: The Lost Crown ha sido: «este juego lo hace todo bien». El combate es increíble, el plataformeo es alucinante, la exploración es un deleite y los enfrentamientos contra jefes son una auténtica pasada. Es de esos juegos a los que cuesta encontrarle pegas porque sobresale en todo lo que se propone.

Pero vayamos por partes y empecemos por el combate. Y que el hecho de desarrollarse en 2.5D no os engañe: el sistema de combate de Prince of Persia: The Lost Crown es muy elaborado y sorprendentemente versátil.

Es más, si hay que compararlo con algo, lo más parecido son juegos de acción como Devil May Cry y similares, pues está planteado de manera que la gran mayoría de movimientos y ataques de Sargon se pueden encadenar de formas espectaculares. En manos de jugadores habilidosos, este juego va a ser un festival de vídeos de combos.

Dos aspectos que hay que destacar del combate: el contraataque vengativo (una pequeña secuencia que se activa cuando bloqueamos ataques concretos de los enemigos) es tan espectacular como satisfactorio de llevar a cabo. Especialmente contra los jefes.

Y los amuletos (claramente un calco del sistema de amuletos de Hollow Knight) permiten personalizar los movimientos de Sargon con efectos jugables de peso que invitan a trastear continuamente con ellos... Y a mejorarlos para ver cómo esos efectos aumentan.

Saltemos ahora al plataformeo, que es otro de los puntos fuertes de Prince of Persia: The Lost Crown. Y aquí la clave, más que los propios saltos, es la forma ingeniosa con la que se ha jugado con los escenarios para ofrecer distintos tipos de desafíos y añadir mecánicas que cambian dependiendo de la zona que visitemos.

Si os gustan los buenos desafíos de plataformeo, con muchos pinchos y saltos que requieren una ejecución milimétrica, entonces lo vais a gozar. A lo largo del camino principal hay unos cuantos, pero también hay algún desafío opcional absolutamente endiablado que os va a hacer sudar y chillar a partes iguales.

Tanto el combate como el plataformeo destacan por lo satisfactorio que resultan a los mandos; el control es una absoluta delicia. Últimamente se habla mucho de game feel y desde luego tengo claro que aquí lo han clavado, porque Prince of Persia: The Lost Crown es la clase de juego donde podría tirarme horas yendo de un lado para otro, saltando y derrotando enemigos sin cansarme.

Hay que hacer una mención especial para las habilidades que vamos ganando al progresar y que, como en todo buen metroidvania, nos permiten llegar a lugares previamente inaccesibles. En Prince of Persia: The Lost Crown las habilidades son, hablando mal y pronto, la hostia en bicicleta. 

Algunas son las típicas, sí (y os podéis imaginar cuáles), pero también hay cosas tremendamente originales de las que no voy a hablar porque creo que una de las gracias de los metroidvania es ir descubriéndolas por uno mismo.

Lo que sí voy a deciros es que la forma en que están implementadas es gloriosa, pues todas las habilidades tienen usos aplicables en distintas situaciones, ampliando el repertorio de acciones en los combates y añadiendo nuevas capas de profundidad a las secciones de plataformeo. 

Estas últimas se convierten, por momentos, en puzles en los que la habilidad a los mandos es tan importante como saber reconocer el movimiento (o movimientos) que debemos llevar a cabo para sortear una hilera de pinchos.

Y hablando de puzles, también los hay y son un auténtico derroche de imaginación que nos invita a ser muy conscientes de las habilidades a nuestra disposición para sacarles partido de formas muy ingeniosas. Como decía antes: lo hace todo bien.

Llega el momento de hablar de la faceta metroidvania, e incluso en ese aspecto el juego de Ubisoft Montpellier se alza triunfante. Han entendido a la perfección la clave para hacer un buen metroidvania, que no es otra que la exploración. 

Ha habido momentos en los que tenía tantos caminos abiertos por los que era posible continuar que me he agobiado (en el buen sentido) y también ha habido puntos en los que me he perdido y no tenía nada claro hacia dónde ir, algo que no me pasaba desde Hollow Knight. Palabras mayores.

Como esto no es del gusto de todo el mundo (aunque, como ya digo, creo que es la clave para hacer un buen metroidvania), aquí han pensado en todo y han incluido un modo guiado que facilita la exploración, señalando en el mapa los puntos de destino o las rutas cerradas.

Y hablando de esto, poder tomar instantáneas de los puntos del mapa que nos interesan es una absoluta genialidad. Espero que otros metroidvania tomen buena nota de esta función, porque una vez te acostumbras no hay vuelta atrás.

Otra cosa muy importante en los metroidvania es la sensación de poder, porque no hay nada más satisfactorio que volver a zonas que visitamos muchas horas antes con nuestras nuevas habilidades y abrirnos paso a la velocidad del rayo atravesando a los enemigos como si fuesen mantequilla. Y sí, eso también lo han clavado.

¿Y qué pasa con los jefes? Pues que son la caña. Todos los enfrentamientos contra jefes principales de la historia son francamente memorables: tienen un diseño de patrones y ataques que ya quisiesen muchos juegos de acción, obligan a usar las habilidades de formas chulísimas y esconden momentos de puro espectáculo que os van a hacer chillar.

Molan tanto que al terminar el juego vais a querer volver a pelear contra ellos. Y cruzo los dedos para que añadan un modo boss rush o algo similar en un futuro, porque lo pide a gritos.

También quiero dedicarle algunas líneas a la historia, porque me ha gustado bastante. Tiene un elenco de personajes muy molones (aunque algo desaprovechados) y varios giros argumentales que no me esperaba. Y precisamente, porque me ha gustado, me fastidia mucho que en lo referente a la narrativa sea bastante caótica.

En parte porque trata temas espaciotemporales, pero principalmente porque la mayoría de diálogos son muy confusos y en algunos casos dejan con más preguntas que respuestas. Lo que sí hay que destacar es el elaborado trasfondo que se han currado, pues todas las zonas están repletas de información adicional sobre el mundo y la mitología persa, que sirve para ampliar este universo.

Un último detalle de Prince of Persia: The Lost Crown que puede parecer pequeño pero que es maravilloso, es su habilidad para jugar con las expectativas. Porque cada vez que pensaba que algo no daba más de sí o que se les habían acabado las ideas, el juego se las ha apañado para sorprenderme.

¿Es difícil Prince of Persia: The Lost Crown?

Tenemos cuatro niveles de dificultad: novato, guerrero, héroe e inmortal. En función del que elijamos, cambian el daño y la salud de los enemigos, el daño del entorno, la dificultad del bloqueo, la ventana de esquive y el índice de consumo de Athra (la energía espiritual necesaria para realizar potentes ataques especiales).

Estas son las opciones predeterminadas, por así decirlo, pues si lo deseamos podemos ajustar los valores como nos parezca para crear nuestra propia dificultad personalizada. Y sí, se puede cambiar de dificultad o alterar los valores en cualquier momento de la partida.

Como mencionaba antes, también podemos elegir entre dos modos de juego: exploración, con menos información en el mapa, y guiado, en el que se muestran la posición de los objetivos, las rutas disponibles y las bloqueadas. En este caso también es posible cambiar entre uno y otro en cualquier momento.

En cuanto a la dificultad como tal, he jugado en todo momento en guerrero, el nivel estándar de Prince of Persia: The Lost Crown, y creo que plantea un desafío bastante interesante. Los descuidos se pagan muy caro, incluso frente a enemigos normales, y he tenido que reintentar unas cuantas veces algunos jefes y fases de plataformeo. 

Pero, dado que se trata de un metroidvania, la exploración es clave para triunfar: si dedicamos tiempo a explorar cada rincón podemos encontrar ayudas en forma de mejoras de salud, nuevos amuletos, recursos para mejorar las armas... De hecho, hay algunos amuletos y ataques de Athra que por lo general he intentando evitar, pues están bastante "rotos" y facilitan demasiado las cosas.

¿Cuántas horas dura la historia de Prince of Persia: The Lost Crown?

Si vais sólo a por lo principal, Prince of Persia: The Lost Crown se puede completar en unas 15-20 horas. Ahora bien, si queréis verlo y hacerlo todo, la cosa cambia bastante, pues hay un puñado de misiones secundarias, un gran número de coleccionables, jefes opcionales y algún desafío de plataformeo sólo apto para los más exigentes.

Yo he jugado con relativa tranquilidad, explorando a conciencia, volviendo a lugares que había dejado marcados en el mapa y empapándome con todo el lore, y me ha llevado 31 horas terminar el juego y obtener el trofeo de Platino. Y se me han pasado volando, que es en realidad el dato más importante.

Al terminar la aventura, no hay nueva partida plus ni modos de juego adicionales. Y como comentaba antes, está pidiendo a gritos un modo boss rush... Pero tampoco me importaría ver más desafíos adicionales que pongan a prueba todas las herramientas de las que disponemos al final del juego. Dicho de otro modo: si mañana anunciasen un DLC, me lo zamparía encantado.

Gráficos y banda sonora

El mayor defecto de Prince of Persia: The Lost Crown salta a la vista: su apartado gráfico es muy flojo. Demasiado, incluso. Cuando hay primeros planos de los personajes, se pueden apreciar unas texturas que son impropias de la generación actual.

Sin embargo, está claro que en Ubisoft Montpellier han sido muy conscientes de la limitaciones, pues durante la mayor parte del tiempo logran camuflar el deficiente apartado técnico mediante una gran dirección artística... y un estilazo envidiable.

Porque si de algo va sobrado este nuevo Prince of Persia es de estilo. Las animaciones de los contraataques vengativos son un buen ejemplo, pues son contundentes y están marcadas por rompedores estallidos de color, alcanzado niveles de espectáculo dignos de la animación japonesa en las escenas de vídeo y los ataques especiales. Una verdadera pasada.

También hay que destacar la fluidez de las animaciones de Sargon y la gran variedad de zonas que componen el monte Qaf, algunas capaces de quitar el aliento.

Hemos podido probar tanto la versión de PS5 como la de Nintendo Switch. Y si tuviésemos que elegir, nos quedaríamos con la de PS5 porque en un juego de este estilo una mayor tasa de fotogramas marca la diferencia, pero la versión de Switch se defiende bastante bien y por lo general mantiene los 60fps, aunque tiene peores texturas y tiempos de carga más elevados.

En cuanto a la banda sonora, la gran mayoría de melodías de exploración son de corte relajado, así que acompañan bien y reflejan a la perfección la atmósfera del juego, pero no destacan en exceso (aunque eso no quita que haya alguna realmente pegadiza). 

Sin embargo, tanto el tema principal como los de las batallas contra jefes son fantásticos y es donde más se nota la buena mano de Gareth Coker, compositor de Immortals: Fenyx Rising y ambos Ori. Prince of Persia: The Lost Crown también llegado doblado al castellano, y con un muy buen doblaje. Felipe Garrido, que presta su voz a Sargon, hace un trabajo excepcional.

Precio y plataformas disponibles

Prince of Persia: The Lost Crown se lanza el 18 de enero de 2024 para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, Amazon Luna y PC. Estará disponible tanto en formato físico como digital a un precio recomendado de 49,99 €.

Dentro del formato digital también está disponible la Edición Deluxe, que incluye el atuendo de inmortal, un talismán único y tres días de acceso anticipado. Su precio es de 59,99 €.

Además de todo esto, desde hoy está disponible una demo gratuita de Prince of Persia: The Lost Crown en todas las plataformas, perfecta para hacerse una idea de en qué consiste el juego.

El Príncipe regresa para demostrar quién es el rey

Entiendo que haya gente que pueda ver esta nueva entrega y pensar que se trata de un paso atrás viniendo de la trilogía de Las Arenas del Tiempo o el Prince of Persia de 2008. O que incluso lo vean como un producto menor por haber apostado por un desarrollo 2.5D en lugar del 3D de las entregas más recientes. 

Pero en ambos casos os invito a que le deis una oportunidad, porque The Lost Crown tiene todos los elementos que han hecho grande esta saga, en su mejor versión posible: el plataformeo nunca había sido tan satisfactorio y desafiante, el combate nunca había sido tan profundo, la exploración nunca había tenido tanta importancia y los jefes nunca habían molado tanto como en este Prince of Persia.

Y podría seguir hablando horas y horas sobre lo satisfactorio que es a los mandos, sobre lo buen metroidvania que es o sobre el nivel de espectáculo sin sentido que llega a alcanzar, pero para concluir este análisis de Prince of Persia: The Lost Crown, voy a compartir otro pensamiento recurrente que he tenido mientras jugaba.

O, más que un pensamiento, una sensación: la de no querer que se acabase nunca. Lo he disfrutado tanto en todo momento que tenía ese temor constante a llegar al final. Pero incluso en algo así ha logrado no decepcionarme, pues cuando parecía que el final estaba cerca... todavía quedaba juego para rato.

Lejos de perder la corona, Prince of Persia: The Lost Crown ha llegado para coronarse, demostrando que pase el tiempo que pase, sigue siendo el rey de los juegos de acción y plataformas.