Análisis de Sonic Superstars, un nuevo salto para las 2D

Por muchos años que pasen, a veces no hay nada como un buen juego de plataformas de toda la vida y si encima tiene a Sonic como protagonista, mejor que mejor. En el Sonic Team lo saben y van compaginando proyectos más "vanguardistas" como Sonic Frontiers con este nostálgico y colorido Sonic Superstars, que llega ahora a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Switch y PC.

El objetivo es volver a la jugabilidad en dos dimensiones de siempre, esa que nos maravilló en los tiempos de Mega Drive, para aportando algunos toques modernos tanto a lo visual como a las posibilidades de juego.

El argumento no romperá moldes, pero tampoco necesita más: Sonic y sus amigos viajan a las misteriosas Northstar Islands para ayudar a los animales gigantes a los que Eggman está convirtiendo en badniks. 

Él parece estar siendo ayudado por Fang, el cazarrecompensas de Sonic Triple Trouble (¿lo recordáis?) y por Trip, una misteriosa habitante de la zona que los está guiando hasta sus más profundos secretos... Los tejemanejes de Eggman vuelven a poner la aventura "a huevo"...

El análisis de Sonic Superstars para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Switch y PC:

• Cómo se juega a Sonic Superstars
• Duración de Sonic Superstars
• ¿Es Sonic Superstars un juego difícil?
• Cuánto vale Sonic Superstars y dónde puedes jugarlo
• La opinión de Hobby Consolas de Sonic Superstars
• Nota: lo mejor y lo peor de Sonic Superstars

Jugabilidad y gameplay de Sonic Superstars

A grandes rasgos, si habéis jugado cualquier Sonic clásico, aquí sabréis que hacer. El objetivo es superar un total de diez zonas, algunas de las cuales están divididas en dos actos, mientras que otras solo tienen uno, pero muy largo. Eso sí, podemos pasar de un nivel a otro a través de un "mapa interactivo" que recorremos con Sonic, aunque también podemos seleccionarlos desde un menú.

Cada acto se supera o bien llegando al icónico cartel de meta o bien venciendo a algún jefe final, momento tras el que romperemos un contenedor y salvaremos a montones de agradecidos animalillos.

Eso sí, aquí no tenemos vidas, solo checkpoints en los consabidos postes. Si morimos, empezaremos desde el comienzo del nivel o desde el último checkpoint visitado.

El matiz llega cuando, al acabar un nivel o al iniciar una partida, podemos elegir cambiar de personaje. Por defecto jugamos con Sonic, claro, pero podemos optar en cualquier nivel por ser Tails, Knuckles o Amy.

Cada uno podrá hacer gala de sus habilidades especiales para explorar los niveles: Tails puede volar durante unos segundos, Knuckles planea y escala y Amy puede hacer un salto algo más alto y atacar con el martillo Piko-Piko.

Se ha querido dar tanto protagonismo a cada personaje que, de hecho, existen algunos actos especiales (que no es imprescindible superar) en los que obligatoriamente hay que controlar a un personaje concreto. Así, por ejemplo, hay uno con Knuckles que se basa mucho en la escalada.

"Zapato veloz" para cuatro

Lo más rompedor es la posibilidad de que dos, tres o cuatro jugadores disfruten simultáneamente de los niveles. No es mediante pantalla partida, sino que todos comparten "cámara", al estilo de Sonic 2 ó 3 de Mega Drive, cuando un segundo jugador controlaba a Tails.

Si estamos corriendo y los demás se separan demasiado, desaparecerán del plano y tendremos la oportunidad de traerlos de vuelta, simplemente pulsando un botón.

Lo mismo sucede si algún personaje muere. Vamos, que sería necesario que todos los jugadores la "diñaran" al mismo tiempo para que hubiera que recargar un checkpoint.

¿Y qué tal resulta la experiencia en multijugador? Para nosotros, aunque desde luego sorprende y divierte al principio, la situación puede volverse algo caótica, porque los niveles nos hacen movernos a muuucha velocidad, así que es difícil que todos los jugadores estén "sincronizados" y sigan la misma ruta y con un ritmo similar.

Muchas veces, nos lo tomaremos como un extra divertido para reírnos un rato con los amigos, aunque hay que decir que tooooda la aventura se puede jugar en multiplayer. Tener varios aliados es especialmente útil en los duelos contra los jefes finales, por cierto. El resto del tiempo, lo pasaréis recordando a vuestro primo que salte ese obstáculo para que podáis seguir corriendo.

Pero no es el único modo multijugador que tenemos, ya que también existe un modo Batalla, tanto local como online, en el que hemos de coger un robot prototipo de Eggman y lanzarnos a competir contra otros 7 usuarios en unas pruebas especiales. Si es en local, 4 jugadores podrán ser humanos y el resto, CPU.

Estas pruebas consisten en recoger más estrellas que los demás contra reloj, en saltar de plataforma en plataforma para ser los últimos en caer al vacío, en llegar los primeros a una meta o en acumular energía eléctrica para eliminar a los demás con una descarga. Si quedamos primeros en la puntuación final, seremos premiados con unas monedas, de las que ahora os hablamos.

El modo competitivo, aunque por ahora está algo corto de opciones, resulta muy divertido y, esta vez sí, se puede jugar en pantalla partida, por lo que es más fácil tener controlado a nuestro personaje. Y, además, podemos diseñar nuestro propio avatar para él aunque, para ello, hemos de volver a hablar del modo Historia.

Fiebre de monedas

Como supondréis, en los niveles normales nos encontramos con monitores para romper y decenas de anillos para recoger, que nos protegen de un golpe. Es tradición que, al recolectar 100, pase algo especial pero, como aquí no hay vidas, lo que sucede es que recogemos una moneda especial, al estilo de lo que pasaba en Sonic Origins.

No es la única forma de obtener esas monedas: hay algunas escondidas en el escenario, también existen enemigos dorados que nos dan una al eliminarlos... Y, por supuesto, podemos acceder a fases de bonificación.

Por un lado, si tocamos un poste de checkpoint con 50 anillos, podremos entrar a una fase de bonus que recuerda a la del primer Sonic de Mega Drive: girando en una especie de pinball, hemos de llegar hasta tres monedas. Aquí hay elementos nuevos, como botones que pueden alterar la forma del escenario. Es un "subjuego" muy divertido, que se va poniendo complicadete tras varios rounds.

Otra forma de conseguir monedas es, al acabar una zona, romper el contenedor de animales en el momento justo. Eso nos dará una fruta gigante, la cual se puede canjear desde el mapa general por un acceso a unos actos especiales en los que saltar en vertical a toda pastilla hasta llegar a un cofre, que contiene... Exacto, más monedas.

Todas estas monedas se pueden usar en una tienda (solo hay dinero virtual, nada de micropagos con dinero real), en la que compramos piezas robóticas para nuestro avatar del modo multijugador. Así, podemos crear un ciborg con el aspecto de Sonic, Tails, Amy o Knuckles, pero con el color que queramos e incluso con otros looks totalmente diferentes.

La verdad es que comprar las piezas suele ser caro (una cabeza robótica puede costaros 40 ó 50 monedas), pero tiene su gracia el ir comprando y ensamblando un robot a nuestra medida. Además, a base de superar desafíos en la Historia podemos ganar acceso a nuevas piezas. ¡Ese Metal Knuckles es una chulada, por ejemplo!

Pero, un momento... Estamos hablando de un Sonic de los de siempre y todavía no han salido a colación las Esmeraldas del Caos. No os preocupéis, que están aquí y, de hecho, tienen mucha miga.

Para poderlas obtener, hemos de dar con anillos gigantes escondidos en los escenarios. Una vez dentro, accedemos a una fase de bonus especial en la que caemos al vacío y hemos de "asirnos" a puntos de anclaje, manteniendo pulsado un botón, para después soltarlo e impulsarnos hacia delante, como si fuera una liana.

Nuestro número de anillos va descendiendo, así que hemos de impulsarnos rápido y en la dirección correcta, para acercarnos lo máximo posible a una Esmeralda que se aleja de nosotros. No es la fase "de Esmeralda" más espectacular de la serie, pero desde luego supone un desafío importante.

Cada vez que obtenemos una Esmeralda, desbloqueamos un nuevo poder, que se puede ejecutar con cualquier personaje y recuerda a los wisps de Sonic Colours. Así, por ejemplo, uno nos permite volvernos de agua y trepar por cataratas. Otro, genera una vid por la que trepar para llegar a lugares inaccesibles...

Una vez tenemos desbloqueado el poder, el juego nos avisa con un icono si estamos en un punto del mapa donde convenga usarlo.

Una vez usado, hemos de pasar por un poste de checkpoint para "recargarlo", aunque por ejemplo podemos usar tres poderes diferentes seguidos, si los tenemos desbloqueados. Claro, la pregunta es... ¿qué pasará al tener las 7 Esmeraldas reunidas?

¿Cuántas horas dura Sonic Superstars?

Siendo estrictos, la aventura principal se puede superar en unas dos horas, pero eso no tendría en cuenta las veces que muráis y repitáis tramo, la búsqueda y recolección de las Esmeraldas, las fases extra o la diversión del modo multijugador, a la que no se puede atribuir una duración concreta.

Además, una vez nos pasamos el juego desbloqueamos un modo nuevo (mejor no os contamos en qué consiste, para no estropear la sorpresa) que, en esencia, duplica la duración de la historia principal.

A eso hay que añadir el modo Crono, en el que podemos intentar batir nuestro mejor tiempo en todos los niveles principales.

Por último, recolectar las monedas para conseguir nuevos aspectos en el modo Batalla seguro que os pica durante un tiempo.

¿Es difícil Sonic Superstars?

Este es un juego de Sonic con espíritu clásico y eso se nota en su curva de progresión. En general, llegar al final de los niveles no es especialmente duro, pero sí lo es explorarlos a fondo para encontrar las monedas o los anillos que nos lleven hasta las Esmeraldas del Caos.

Los niveles son más largos de lo que acostumbrábamos a ver en los tiempos de Mega Drive y, de hecho, recuerdan más a los de Sonic Mania. En ese sentido, en la gran mayoría de los actos el crono superará por mucho los 5 minutos de duración (y puede que hasta los 10, en alguna ocasión).

Los poderes de las Esmeraldas os pueden facilitar bastante la vida aunque eso sí, conseguir las 7 no os va a resultar nada sencillo. Más o menos, obtener 3 ó 4 está al alcance de casi cualquier jugador. El resto ya tendrá más miga.

Los jefes finales del último tercio del juego os pueden poner contra las cuerdas al principio, pero en realidad todos siguen rutinas sencillas de seguir. Es solo cuestión de ir aprendiéndolas a base de observación.

Por cierto, el modo extra que desbloqueamos al pasar el juego aumenta la dificultad bastaaaante. Ese ya es para "soniqueros de pro".

Precio y plataformas disponibles

El juego está disponible para todas las plataformas actuales, en edición física o digital, por 59,99 euros de precio recomendado. Si optáis por la versión digital, existe una edición deluxe por 69,99 euros, que incluye un libro de arte digital, la banda sonora, una skin de Sonic con el look de Rabbit, el aspecto Mecha Sonic para el multijugador y un paquete de skins de LEGO para Tails, Knuckles y Amy.

En el caso de PC, se mantiene el precio de 59,99 euros para la edición estándar y 69,99 euros para la digital.

Una vertiginosa carta de amor al Sonic de siempre

Como estaréis suponiendo a estas alturas, Sonic Superstars tiene montones de tareas y desafíos por cumplir, pero el Sonic Team ha conseguido un sorprendente equilibrio entre aportar novedades y hacernos sentir como en los viejos tiempos.

Por un lado, el control es cómodo y familiar. Es cierto que, en los primeros compases, os chocará que los saltos tienen una inercia algo más exagerada que la de los originales de Mega Drive, pero en seguida se le pilla el tranquillo.

La sensación de velocidad es estupenda, con montones de loopings, rampas de aceleración y frenéticos duelos a la carrera mientras todo se viene abajo. Niveles como Speed Jungle son un verdadero festín para los amantes de la adrenalina erizada.

Pero, lejos de conformarse con traer las sensaciones de siempre, el juego tiene algunos mini momentos en los que el control y la dinámica pueden cambiar por completo, para que siempre estemos alerta. En ese sentido, hay algún homenaje a juegos clásicos de SEGA que va a hacer a los veteranos soltar el mando para aplaudir delante de la tele.

A nivel visual, las declaraciones (seguramente arriesgadas de más para algunos) en torno a que ya no hacen falta sprites para recrear el look original de Sonic cobran todo el sentido. Aunque todo sea poligonal, sentimos que estamos ante un plataformas 2D noventero de pura cepa, pero encima con efectos visuales de gran nivel: anillos que saltan hacia la pantalla, explosiones, distorsiones...

El diseño artístico es una auténtica preciosidad, en el que se nota a la legua el regreso a la franquicia de Naoto Oshima, el legendario diseñador original de Sonic y Robotnik. Sí, hemos dicho Robotnik.

Los personajes pueden parecer excesivamente "peluchitos" al principio, pero en nada nos quedamos embobados con sus divertidas caras mientras miran hacia arriba o aprietan los dientes al caer en una trampa congeladora. Es una fusión casi perfecta entre un dibujo animado vintage a lo Cuphead y el diseño original de Sonic.

Lo mismo pasa con los enemigos, que incluyen homenajes a la época dorada del erizo, con badniks extraídos incluso de Sonic CD. Los jefes finales también tienen ese aspecto redondeado, casi inocentón, pero muy contundente que nos flipó en los tiempos de Sonic 2 ó Sonic CD. Las últimas zonas son un verdadero deleite en ese sentido. ¡El diseño "huevo" de Eggman es genial!

Los niveles, como decíamos, están muy bien diseñados y ayudan tanto a explorar como a correr, aunque quizá se hayan reciclado demasiado las temáticas de siempre (el casino, la zona acuática...). En cualquier caso, hay tramos que os garantizamos que os van a sorprender.

La banda sonora intenta imitar los efectos del chip Yamaha de Mega Drive en varios momentos y remezcla samples que os sonarán de varias entregas, desde la era 16 bits hasta Sonic Colours. 

Las melodías no son tan, tan memorables como en otros juegos y a veces se vuelven un pelín repetitivas, pero tienen ese estilillo clásico que resulta reconfortante.

Ojo a la arriesgada decisión de los efectos de sonido: no hay ninguna voz digitalizada, ni siquiera cuando se ve que, evidentemente, hay personajes hablando. De nuevo, se ha buscado emular las sensaciones de los juegos originales, sin más artificios.

En conjunto, este es un juego lleno de guiños y homenajes a la época clásica de Sonic, pero que tiene suficiente personalidad y atractivo como para brillar por sí mismo. 

Que no os engañe su encantador aspecto: aquí hay desafíos hasta para los jugadores más curtidos, a la vez que los más pequeños disfrutarán de las peripecias más sencillas. Del mismo modo que Frontiers marcó el camino a seguir en las 3D, Sonic Superstars nos dice cómo deben ser las aventuras bidimensionales del erizo a partir de ahora. SEGA, esta vez sí "dash" en el clavo.