Análisis de Tekken 8 y su enfoque más accesible (pero igual de potente) de la lucha

Qué buen momento está viviendo el género de los juegos de lucha. Sus grandes estandartes están renovándose con unos esquemas de juego más pulidos y heterogéneos y con un apartado técnico con el no podríamos ni soñar hace una década. Por fin, llega el turno de Bandai-Namco con Tekken 8 para PS5, Xbox Series X|S y PC, una entrega que, como veremos, quiere romper cadenas.

16 escenarios y 32 luchadores se reúnen en esta ocasión, con algunas nuevas incorporaciones muy top, desde la misteriosa y efectiva Reina hasta una divertida y cafeinómana Azucena. Hasta asistimos al esperado regreso de Jun Kazama al plantel de luchadores. Todos ellos van a batirse el cobra en la experiencia más impactante y personalizable hasta la fecha. Get ready to the next battle!

El análisis de Tekken 8 en Hobby Consolas:

• El gameplay de Tekken 8
• Nivel de dificultad de Tekken 8
• ¿Cuántas horas de juego dura Tekken 8?
• Cuánto cuesta Tekken 8 y dónde puedes jugarlo
• La opinión de Hobby Consolas de Tekken 8
• Nota: lo mejor y lo peor de Tekken 8

Jugabilidad y gameplay de Tekken 8

Con ese mencionado auge de los juegos de lucha, Tekken necesita encontrar su seña de identidad, y lo ha conseguido a base de pulir y remezclar lo que nos ofrecía Tekken 7. Como no podría ser de otra forma, lo esencial de la serie se mantiene, con un estilo de lucha muy basado en artes marciales reales, pero a la bruto. Las contras, los combos elaborados y los golpes aéreos son clave.

Las nuevas dinámicas arrancan con el concepto del daño recuperable, algo que sonará a los veteranos de Tekken Tag Tournament. Ciertos golpes que recibamos mermarán nuestra barra de salud, sí, pero podemos recuperar al menos una porción si nos mantenemos a la ofensiva y conseguimos golpear al rival antes de que él haga lo propio.

Esto añade una capa estratégica importante y propicia que la lucha tenga un carácter más rápido y menos defensivo.

Además, cada luchador puede entrar en dos estados especiales. Por un lado, está el modo Heat, que activamos pulsando un gatillo y que nos vuelve más contundentes durante muchos segundos. Si pulsamos ese mismo botón otra vez, ejecutaremos un Heat Smash, un golpe muy potente que, eso sí, anulará el estado Heat para el resto del round.

Además, hay movimientos de cada luchador que son específicos para el modo Heat. Este modo es interesante porque "compensa" la parte ofensiva del daño recuperable: si el rival entra en modo Heat debemos ser prudentes con la defensa y las esquivas, ya que si nos comemos un combo nos haremos mucha más pupita.

El otro estado especial es el ya conocido modo Rage. Entramos en él automáticamente cuando nos queda poca salud. En este modo, la pulsación de otro gatillo desencadenará el Rage Art, un ataque desesperado arrasador, que nos da blindaje en su ejecución (es decir, no nos pararemos aunque recibamos un golpe rival) y, si conecta, puede quitar un tercio de salud al otro contendiente.

Quizá este aspecto, que con otros matices ya estaba presente en Tekken 7, sea el más controvertido del juego, pues puede condicionarnos a depender mucho de esta maniobra desesperada, especialmente si somos novatos. Por cierto, para estos últimos existe el llamado control Especial, que se puede activar en cualquier momento y con el que no hace falta aprender combos elaborados.

Basta con presionar un mismo botón varias veces y el personaje ejecutará los combos más oportunos. Lógicamente, es un recurso para comenzar a aprender el comportamiento de nuestro luchador, pero quita la gracia de la lucha real.

A pesar de que todo esto pueda dar a entender que el juego se ha vuelto básico, en realidad puede ser todo lo complejo que queramos. La gigantesca lista de movimientos de cada luchador sigue ahí y los combos más elaborados dan una enorme profundidad a los combates.

En otras palabras: cuando os enfrentéis a un jugador experimentado, no os va a salvar usar los modos Heat y Rage a las primeras de cambio. La faceta técnica y rápida propia de la saga se mantiene y sirve para separar a los "cracks" de los jugadores ocasionales.

Offline y online con mucha historia

En Bandai-Namco se han dado cuenta de una de las demandas más crecientes entre buena parte de los jugadores: por supuesto que jugar online es muy molón y que los eSports son apasionantes, pero hay quien quiere simplemente jugar a solas o con un colega en casa, sin más preocupaciones.

Este aspecto se había descuidado durante años en el género y poco a poco, los desarrolladores están compensando por ello. Tekken 8 no es una excepción y nos otorga un catálogo de modos offline de lo más jugoso. Por un lado, tenemos el modo Historia, que continúa con la trama de rivalidad entre Jin Kazama y Kazuya Mishima.

El leit motiv de esta entrega, ahora con Heihachi eliminado definitivamente, se centra en la búsqueda de Jin de la aceptación de su lado demoniaco. ¿Podrá encontrar el equilibrio buceando en los recuerdos de su madre, Jun? Mientras, Kazuya parece acumular más poder que nunca, a la par que la misteriosa Reina tiene sus propios planes en la sombra...

Lo cierto es que la historia, aunque algo tópica, esta narrada de una forma muy explosiva, gracias a unos capítulos que mezclan al vuelo escenas de vídeo con combates muy intensos. Hay algunos con condiciones especiales, como sencillos quick time events o hasta ciertos toques de hack and slash. Además, llegar hasta el final os servirá para ver algún luchador sorpresa...

Además de la historia general, podemos superar mini historias individuales para cada uno de los luchadores, que constan de 5 combates. Si ganamos, veremos algunos finales con escenas de vídeo bastante elaboradas y divertidas, algo que agradecemos dentro de un género en el que todo el mundo parece conformarse con un par de imágenes estáticas narradas para los finales...

Por otro lado, podemos entrar en un modo Arcade de 8 rounds con duelo final algo más duro (pero tranquilos, no hay jefes finales casi imposibles como en Tekken 5 ó 6), en duelos sueltos contra otro jugador local o la CPU y en un modo entrenamiento.

Las principales novedades offline son el modo Misión Arcade y el Supercombate Fantasmal. El primero, es una especie de meta historia en la que encarnamos a un avatar que viaja por el mundo enfrentándose a los mejores jugadores de Tekken 8. Para ello, diseñamos el personaje con el look que queramos, dentro de una estética cabezona que nos parece algo feúcha, la verdad.

Luego, vamos recorriendo salones recreativos y retamos a los personajes para ganar premios (dinero virtual, nuevas placas y mensajes de jugador, etc.) y para ascender en el típico ránking de luchador de Tekken. Hemos de asignar el luchador base con el jugaremos y, si cambiamos de luchador, tocará ascender de nuevo en el ránking.

Este modo es especialmente útil para ir practicando poco a poco los diferentes matices del combate, pues un compañero nos los va explicando mientras expone la filosofía de que lo importante es divertirse con la experiencia, juegues como juegues. 

Aunque agradecemos la idea y la experiencia quizá se queda algo corta en comparación con el modo World Tour de Street Fighter 6, por ejemplo.

No me seas fantasma

Más acertado y efectivo nos parece el modo Supercombate fantasmal. Básicamente, se trata de ir enseñando a una IA con nuestros propios movimientos para que nos copie y se vuelva cada vez más efectiva. Cuanto mejor peleemos, más difícil se volverá, ya que irá replicando nuestra técnica.

Es una faceta sorprendentemente adictiva, pues nos hace "mirarnos al espejo" e ir puliendo la técnica. Además, para los que no se sientan cómodos o se estresen con las partidas online, es posible descargar "fantasmas" diseñados por los desarrolladores o los basados en otros jugadores del mundo. Será como pelear contra ellos, pero sin la presión de sentirnos observados. Buena idea.

Terminamos la oferta de modos offline con una galería de imágenes y vídeos (incluidos unos clips que resumen los acontecimientos de todas las entregas de la serie) y una gramola con melodías que abarcan desde Tekken 1 hasta la actualidad, además del regreso del recordado modo Tekken Ball, que vimos en Tekken 3.

En él, no hay que golpear directamente al rival, sino a una pelota de playa para que impacte contra él. No es el modo más técnico del mundo, pero se agradece que cuelen detalles simpáticos así. Ya solo falta que regrese el Tekken Force algún día...

Dentro del modo online, podemos lanzarnos a crear nuestra propia sala, a buscar combates informales o rankeados o entrar en el Salón de lucha de Tekken. Este último es un lobby en el que vemos los avatares de otros jugadores y podemos consultar su perfil o retarlos a un combate.

También es posible acceder a torneos online de hasta 16 jugadores, una opción muy chula, pero que nos habría gustado que también estuviera presente offline, aunque fuera pasándonos los mandos. Por cierto, es posible activar el crossplay entre plataformas para el online.

Tanto para los modos online como los offline, podemos personalizar no solo nuestro avatar, sino también los luchadores. Hay un enorme catálogo de prendas de ropa, peinados y complementos con los que cambiar por completo el look de los contendientes. La mayoría de estos son gratuitos y otros se pagan con el dinero del juego, que se gana muy fácilmente superando combates.

¿Es difícil Tekken 8?

Está claro que, viendo la trayectoria seguida por la franquicia, esta es la entrega más fácil o, al menos, la más asequible de todas. Los desarrolladores han manifestado desde un principio que querían una experiencia de juego más personalizable y asequible para cualquier tipo de perfil.

Curiosamente, los combates iniciales del modo Historia son los más complejos dentro de las opciones offline, pero el modo Arcade y los demás no os darán muchos quebraderos de cabeza, incluso en dificultad alta. Esto es en buena media por el modo Rage que os va a sacar las castañas del fuego en más de una ocasión.

Cómo no, una cosa es superar combates y otra dominar los combos más elaborados de cada luchador, algo que para nada es sencillo, pero claro, también tenemos el modo de control Especial... Esa bajada en la dificultad quizá pueda decepcionar a los más puristas, pero la clave está tanto en el online como en ese nuevo Supercombate Fantasmal.

Aquí, la dificultad va creciendo con nosotros, pues los luchadores replicarán nuestros propios movimientos. En ese sentido, resulta apasionante ir detectando nuestros propios puntos flacos y superarlos hasta dar pie a unos "nuevos yo" que sean más eficientes.

Y, por supuesto, el verdadero desafío está en el online, pues incluso antes del lanzamiento del juego ya nos hemos topado con jugadores capaces de hacer combos que quiten media barra de salud o más. Como siempre, la clave está en ese "juggling" tan característico de Tekken, que nos permite encadenar más y más castigo mientras el rival permanezca en el aire.

Así pues, lo ideal es bucear a fondo primero en los modos offline, aprender todos los pormenores dentro de la Aventura Arcade y, una vez tengáis bien dominado al menos un personaje, os podéis lanzar al online. Ahí está la verdadera jungla, amigos. Armaos de paciencia y reflejos o acabaréis más tiesos que el pelo de Lars.

Cuánto dura Tekken 8

Lógicamente, es difícil establecer una duración determinada para el conjunto del juego, especialmente si tenemos en cuenta el online. En cualquier caso, el modo Historia es cortito y sus 15 capítulos se pueden superar en unas 5 ó 6 horas. Aparte, tenemos las historias individuales de cada uno de los luchadores, que os pueden robar unas cuantas horas más.

Añadid a eso otro tanto del modo Misión Arcade, el modo Arcade estándar (con 8 combates del tirón) más los tutoriales, los infinitos combates online y un montón de imágenes y vídeos para desbloquear y no tendréis tiempo de aburriros. 32 luchadores disponibles de base es una cifra más que respetable y, por supuesto, dominar el estilo de cada uno no es algo que se consiga en un día...

Precio y plataformas disponibles

Como era de esperar, Tekken 8 solo se lanza para la generación más reciente de consolas (PS5 y Xbox Series X|S) y PC. La edición estándar cuesta 79,99 euros, pero también existe una edición Ultimate (con placa metálica, pegatinas, aspectos de avatar, 32 trajes especiales y acceso al primer año de pase de temporada, con los 4 futuros personajes extra) por 109,99 euros.

Los más sibaritas pueden optar por la edición Coleccionista, que por 279,99 euros nos da todo el contenido de la Ultimate más un steelbook, caja premium, una figura de Jin de 25 centímetros, 8 cartas coleccionables, una ficha de arcade de 5 centímetros y un anillo de metal de Leroy.

En el caso de PC, la edición estándar cuesta 69,99 euros y también es posible hacerse con la Deluxe (similar a la Ultimate, pero sin aspectos extra de avatar) por 89,99 euros y la Ultimate por 99,99 euros.

El puño sigue pegando fuerte

Con todo lo comentado, queda claro que Tekken 8 es un juego completísimo y más pulido de lo que fue en su momento Tekken 7. Se nota mucho el esfuerzo por concebir una experiencia más moderna, más consciente del amplio espectro de jugadores que hay hoy en día.

Encontrar un equilibrio entre concebir una experiencia que no intimide a los novatos y que satisfaga a los veteranos es complicado y creemos que se ha hecho un trabajo notable en ese sentido. El tiempo dirá si las particularidades de esta entrega, especialmente el modo Heat, no están descompensadas en exceso. 

Para eso, hace falta combatir mucho y enfrentarnos a un porrón de personas diferentes, pero de lo que no cabe duda es de que las peleas son un puro espectáculo.

No es solo por la fluida jugabilidad, sino también por un apartado técnico que sin duda agradece no ser intergeneracional. El uso de Unreal Engine 5 propicia unos efectos de iluminación y partículas absolutamente bestiales, lo que se une a unos luchadores muy detallados y "sólidos", cargados de presencia. Una vez despliegan sus estilos de lucha es imposible apartar la mirada.

Vale, el cuello de Jin y de otros luchadores es más grueso que una columna corintia, pero qué queréis... Están bajo mucha presión. Lo importante es ver los golpes en acción y ello supone una satisfacción garantizada.

Así, los combates son muy cortos, pero también muy intensos. Los golpes se mezclan con escenarios interactivos, que no solo se van destrozando, sino que pueden llegar a desmoronarse por completo y llevarnos a un área nueva para los rounds finales.

Las melodías son de lo más apropiadas, van cambiando con cada round y algunas de ellas aportan mucha fuerza a las refriegas. Se os va a quedar en el cerebelo especialmente la melodía del menú principal, muy "buenrollera" y con mucho sentido si superáis el modo Historia.

Las voces también están muy cuidadas, con los personajes hablando en sus respectivos idiomas. Esto es un poco chocante en el modo Historia, pues resulta raro que Lili dialogue en francés y alguien le responda en japonés, por ejemplo. Pero se agradece que cada personaje tenga su propio carisma.

En conjunto, Tekken 8 renueva su trono como uno de los mejores juegos de lucha de los últimos tiempos. No nos atreveríamos a decir con seguridad que es el mejor del momento, porque Street Fighter 6 y Mortal Kombat 1 son muy, muy top, pero desde luego es el que más ha hecho por cuidar a los jugadores de cualquier perfil.

Casi ocho años después de su última entrega consolera, el Puño de Hierro demuestra que sigue en plena forma. Pelear con un fornido luchador o con un cuqui oso panda nunca fue tan divertido.