Además de ser uno de los cineastas más representativos de la historia, Steven Spielberg tiene curiosidades fascinantes que lo han convertido en el director por excelencia.
Solo hay un puñado de directores en Hollywood que, con solo citar alguna de sus películas, invadan nuestra memoria con alguna de las imágenes que han dejado a lo largo de las décadas en el set de rodaje.
Quienes hemos crecido en la segunda mitad del siglo XX, tenemos muy interiorizada la imagen de Steven Spielberg con sus míticas gorras en los sets de rodaje de sus películas.
El director es uno de los ejes del Hollywood actual y, en gran medida, fue responsable de la oleada de cambio que perpetraron muchos de los cineastas de su generación a partir de los años setenta.
Steven Spielberg también es un tipo con una vida repleta de anécdotas de lo más curiosas y hoy, en Hobby Cine, te contamos algunas de ellas, además de las típicas de su prolífica colaboración con John Williams y demás.
Sus películas "no eran arte"
Los comienzos nunca son fáciles y, ciertamente, la industria cinematográfica no estaba preparada para aceptar a un director como Steven Spielberg.
En una entrevista de 1992, el cineasta destacó cómo muchos de sus colegas de profesión menospreciaban sus películas y las calificaban de "no ser arte".
Su estilo, tildado de espectacular pero enfocado en ganar dinero, nunca ha desaparecido, pero películas como El color púrpura o La lista de Schindler cerraron muchas bocas en Hollywood.
Eso nos lleva al estigma que la Academia mantiene sobre los blockbusters en favor del cine más independiente, como si hacer una película de gran presupuesto fuese fácil. Pero ese es un debate que dejaremos para otro día.
Apasionado por la II Guerra Mundial
Seguro que esto no te pilla por sorpresa, pero Steven Spielberg es un fan de todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial.
Su carrera ha abarcado numerosos trabajos relacionados con el conflicto, desde 1941 a Salvar al soldado Ryan o las indispensables series Hermanos de sangre o The Pacific.
El anhelo por dirigir a James Bond
Uno de los sueños pendientes en la carrera de Steven Spielberg es haber tenido la ocasión de dirigir una película de James Bond.
El director vio el auge del espía británico y, como joven cineasta, no perdió el tiempo y propuso algunas ideas al productor Albert Broccoli. Ninguna caló.
A Steven Spielberg no se le quitaron nunca las ganas y, de hecho, mete algunos guiños al personaje en algunas de sus películas.
Un ejemplo lo tenemos en Tiburón, cuando Hooper saca una matrícula del estómago de un escualo con unos primeros dígitos muy familiares (007). O el atuendo de Harrison Ford al comienzo de Indiana Jones y el templo maldito.
La propuesta de George Lucas "mejor que Bond"
Al hilo de James Bond e Indiana Jones, fue George Lucas quien hizo que Steven Spielberg encontrase consuelo por no poder dirigir al espía británico de Ian Fleming.
En 1977, tras el rodaje de Encuentros en la tercera fase y antes del estreno de Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza —La guerra de las galaxias en aquel entonces—, Lucas acudió a Spielberg con una idea que "era mejor que James Bond".
Cuatro años más tarde, Harrison Ford corría delante de una roca gigante para fascinar al mundo y revolucionar el cine de aventuras.
Dirigiendo el piloto de una serie mítica
Steven Spielberg nunca ha sido uno de esos directores que se aferra a un formato y no quiere saber nada de la televisión.
Ya hemos hablado de dos de sus prósperas series bélicas como productor, pero también ha dirigido episodios en programas muy famosos.
Allá por 1971, el director se puso al frente del piloto de una serie que tenía a un despistado Peter Falk haciendo preguntas para resolver un crimen.
La quinta serie en la que Steven Spielberg asumió el rol de dirección fue Colombo, cuyo piloto lleva su firma.
No bebe café
Cualquier cosa parecida a un horario normal es diametralmente opuesta a la vida en la industria cinematográfica. El café es la gasolina que mueve al personal en un rodaje.
Sin embargo, Steven Spielberg no bebe café y, de hecho, nunca lo ha consumido. Lo que sí bebe a pares es té de menta.
3 veces el más taquillero
Aunque James Cameron se esfuerza para igualar el récord, Steven Spielberg ha logrado que tres de sus películas se conviertan en su momento en las más taquilleras de la historia.
Tiburón pulverizó cifras en 1975 con 470 millones de dólares en todo el mundo, aunque Star Wars y George Lucas no tardarían en destronarla.
Steven Spielberg se cobró venganza de su amigo con E.T. el extraterrestre en 1983 al acumular 793 millones de dólares.
Como no hubo un rival digno en toda una década, el propio Spielberg se batió en solitario cuando Parque jurásico amasó 914 millones de dólares.
No ganó un centavo por La lista de Schindler
La lista de Schindler es una de las películas más personales de la carrera de Steven Spielberg, de familia ortodoxa judía.
Todas las ganancias que produjo la película en su nombre se donaron a la Fundación Shoah —fundada por él—, que preserva testimonios de supervivientes del Holocausto. Además, nunca ha autografiado nada relacionado con el filme para que no se pueda sacar beneficio con ello.
Condecorado
La carrera de Steven Spielberg fue honrada por el expresidente Barack Obama al otorgarle la condecoración civil más alta de Estados Unidos.
Fue en 2015 cuando el cineasta recibió la Medal of Freedom (Medalla Presidencial de la Libertad) de manos del entonces presidente.
Padece dislexia
La vida estudiantil de Steven Spielberg nunca fue sencilla. Sus compañeros de instituto lo intimidaban y sus profesores lo consideraban un vago.
De hecho, el director abandonó los estudios para centrarse en su carrera en la industria cinematográfica.
Décadas después, la medicina daría respuestas a sus problemas cuando se le diagnosticó dislexia.
No obstante, el propio Steven Spielberg asegura que jamás se sintió una víctima y que su problema le permitió acercarse a otros estudiantes que tampoco encajaban.
Graduado tardío
A pesar de haber dejado los estudios 41 años antes, Steven Spielberg regresó a la Universidad Estatal de California para graduarse como es debido en 2009.
Como no podía ser de otra manera, su título trae anécdota incluida. Para su trabajo de fin de carrera, el director tenía que entregar un corto.
Sin embargo, Spielberg pidió permiso al profesor para entregar "algo un poco más largo". El responsable accedió y el director entregó una copia de La lista de Schindler. Lejos de poner problemas, el profesor dijo que "cumplía los requisitos".
El cine de Spielberg sigue marcando nuestras vidas en pleno 2023. Tras Los Fabelman, el director regresará a televisión con su propia serie sobre Napoleón Bonaparte y, de regalo, prepara el remake de Frank Bullitt. Sin duda, una vida plagada de anécdotas ha dado para mucho.
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