Las normas están para romperse o ignorarse, y pocas sagas lo demuestran mejor que Star Wars.
La construcción de mundos complejos como lo puede ser el imaginario de Star Wars, es una tarea complicada que se presta a cierta complicidad por parte de los fans cuando, por necesidad o despiste, alguna norma establecida para ese universo se vulnera.
Ya sea ese poder olvidado convenientemente o la naturaleza de determinados tipos de seres, Star Wars no es ajena a que sus personajes omitan ciertas "normas" que antaño tuvieron que cumplir o que tendrán que cumplir tiempo después.
La saga creada por George Lucas tiene muchas situaciones así, pero nosotros vamos a quedarnos con algunas de las más escandalosas.
Hoy, en Hobby Consolas, momentos en que Star Wars ignoró sus propias normas en las películas y series de la saga.
Sanación Jedi: el deus ex machina definitivo
¿Hay algo más épico que sacrificar la vida del héroe en el momento preciso para que los Jedi derroten a los Sith de una vez por todas y la galaxia respire en paz? Sí, que el héroe reviva al estilo Jesucristo.
Más allá de videojuegos y mitología, Star Wars se había mantenido bien lejos de la sanación Jedi. Quizá para curar heridas menores, pero no algo que se utilice a discreción.
La era de Disney cambió las normas, primero con Grogu en The Mandalorian y, más descaradamente, con Rey en Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker.
De repente, todo el mundo sabe sanar con la Fuerza cuando la Orden Jedi ha caído, antes no, cuando había cientos de caballeros guardando la República.
Los fantasmas de la Fuerza tienen sus propias normas… cuando quieren
Hilando con la muerte, que es lo que se produce cuando se olvida convenientemente la sanación Jedi, tenemos la transición a Fantasma de Fuerza de los seres sensibles a ese campo de energía místico que todo lo envuelve.
Estos entes que se convierten en consejeros de los vivos albergan más poder del que dejan entrever: véase a Yoda lanzando un rayo en Los últimos Jedi.
Lo de ser útiles en combate, es otra historia, aunque hemos de decir que a Rey le echan una manita en el Episodio IX.
Velocidad de la Fuerza no, que se nos acortan las pelis
Otra habilidad de los Jedi bien conocida en Star Wars es la velocidad de la Fuerza, que brinda una rapidez inverosímil muy útil para escapar de cualquier atolladero.
Qui-Gon Jinn la utiliza al comienzo de Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma para escapar de los droidekas de la Federación de Comercio.
Pudo usar la Fuerza para alcanzar a Darth Maul antes de que activase los campos de Fuerza, pero había que preparar su tragedia.
Star Wars presenta numerosas ocasiones en las que un sprint con la Fuerza habría sacado a los protagonistas de más de un aprieto. Pero así, las películas durarían 10 minutos… contando los créditos.
Maniobras suicidas a conveniencia
Esta entrada es, de hecho, común en muchas mitologías y viene a ser "el mal menor". En Los últimos Jedi, la vicealmirante Holdo se marca un kamikaze contra la nave insignia del Líder Supremo Snoke.
A excepción de un bravo piloto en El retorno del Jedi que termina por derribar el Ejecutor al estamparse contra el puente, nadie ha usado (en pantalla) esa maniobra.
De nuevo, Star Wars presenta multitud de ocasiones en las que sacrificar una nave capital habría salvado miles de vidas, siendo un pequeño sacrificio para salvar a muchos. Ningún guion va a aceptar eso, claro está, pero los fans siguen preguntándose por qué ahí sí, y en otras decenas de ocasiones no.
Destacando entre Jedi
Esta es bien conocida por muchos, y no es, por completo, una norma interna del universo de Star Wars, sino una decisión de producción.
Los sables de luz, originalmente, tenían tres colores: azul o verde para los Jedi y personajes alineados con la luz, y rojos para los Sith y alineados con el lado oscuro.
Entonces, llegó Samuel L. Jackson en Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones y le dijo a George Lucas: "Quiero un sable morado para destacar en Geonosis".
George, que es un buenazo, le concedió el capricho, abriendo el melón a sables multicolor como los plateados (blancos) de Ahsoka Tano o el sable amarillo de Rey. Amén del batiburrillo que hubo en los juegos.
Un arma noble, pero a veces sangrienta
Está claro que el sable de luz de un caballero jedi es un arma que se debe tener en cuenta. No obstante, no es despiadada. El calor de la hoja cauteriza la carne, por lo que no te desangras miserablemente.
Hay una excepción, claro, y se llama Ponda Baba, a quien Ben Kenobi cercenó el brazo en la cantina de Mos Eisley y empapó el suelo de sangre. Aquello se debe a que las normas de la cauterización aún no se habían establecido.
Una galaxia sin gafas… o casi
En el universo de Star Wars, puedes ponerle una mano robótica a alguien y que le funcione tan bien como una propia.
También puedes clonar un ejército de soldados y librar una guerra por la galaxia. Así que estaba claro que los problemas de visión eran cosa del pasado.
George Lucas tenía por norma el no incluir a personajes con gafas en Star Wars, ya que no encajaba con la galaxia tan tecnológicamente avanzada.
Disney cogió esa norma y la apuntó en la libreta de "nos da igual" al incluir a algunos personajes como el doctor Penn Pershing de The Mandalorian.
Estrangulamientos a distancia
A pesar de que pueda la sensación de que Darth Vader utiliza muy alegremente el estrangulamiento de la Fuerza, en realidad, no es así.
El Sith mata a varios personajes a distancia, y Darth Sidious llega a estrangular a Dooku en The Clone Wars desde la otra punta de la galaxia.
Ni a Darth Vader ni a Palpatine se les ocurre hacer uso de esas habilidades con los molestos rebeldes. Obviamente, arruinan la historia, pero no termina de cobrar sentido el modo en que se utiliza a conveniencia este poder.
Hay muchas más situaciones de este estilo en Star Wars, muchas propiciadas por las exigencias del guion, y otras porque se crearon poderes con límites más bien escasos. ¿Recordáis más?
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