2021 es un gran año para el desarrollo español de videojuegos. No sólo por anuncios tan esperados como el próximo Metroid Dread o Aragami 2, presentados en el E3 2021. En la primera mitad del año, ya podemos disfrutar de estos juegos, a los que no perderles la pista.
A lo largo de 2021 disfrutaremos de grandes videojuegos españoles. Una impresionante lista de desarrollos nacionales encabezada por Metroid Dread (la quinta entrega de la saga canónica, desarrollada por Mercury Steam para Nintendo Switch) y a la que seguirán juegos tan esperados como Aragami 2, el "metroidvania" Aeterna Noctis o Lords of Exile, con música del legendario Yuzo Koshiro.
Con la mitad del año cumplida, ya tenemos un puñado de juegos que no deberíais dejar escapar, y que son una muestra del buen estado de forma en que se encuentra la industria. Esta es nuestra selección con los mejores juegos españoles en lo que va de año.
Hemos tratado de incluir juegos para todos los gustos, desde homenajes retro como Narita Boy o Alex Kidd in Miracle World DX a desarrollos que tratan temas más profundos como Essays on Empathy. Incluso un título para los más pequeños -y con fines solidarios- como Pocoyó Party.
En esta selección hay juegos "indies", desarrollos realizados bajo el programa PS Talents de PlayStation, proyectos que han salido adelante mediante kickstarter y otras producciones más tradicionales.
Narita Boy
Arrancamos nuestra lista de mejores juegos españoles de 2021 (hasta junio) con una de las grandes sorpresas del año. Un desarrollo del equipo barcelonés Studio Koba realizado con mimo, cargado de detalles y cuidado en todos sus aspectos; gameplay, variedad, diseño de niveles... que consigue darle un soplo de aire fresco a un género explotado. No penséis en cuántos "metroidvania" en 2D habéis jugado en los últimos meses... pensad en que no hay ninguno como Narita Boy.
Narita Boy es todo un monumento a los años 80, pero no esperéis encontraros con un Ready Player One hecho videojuego. En este caso, se escapa de las referencias facilonas en la línea de "me tomo un TAB y juego a mi Atari escuchando Duran Duran". Este homenaje es más sutil.
Los guiños se encuentran en el propio tejido del juego. Por supuesto que hay elementos que nos recordarán a Tron, a Masters del Universo o a Regreso al futuro, pero lo que más nos ha gustado es el modo en que recrea esa cibernética, en que los primeros desarrolladores que se enfrentaban al código casi parecían magos.
Sobre este tablero, Narita Boy nos propone un desarrollo de aventura clásica en 2D, con muchas plataformas y combates, algunos elementos de exploración y bastante "backtracking", esto es, regresar a escenarios por los que ya habíamos pasado para acceder a nuevas zonas gracias a una llave o a un nuevo poder recién adquirido. A veces, incluso un poco forzado.
Alex Kidd in Miracle World DX
El segundo juego español imprescindible en la primera mitad de 2021 es un homenaje a un clásico de Master System: Alex Kidd, un remake que ha sido creado en España por el estudio Jankenteam, compuesto por varios amantes del clásico seguero, que han echado el resto para renovarlo de cara a los tiempos actuales.
En esencia, Alex Kidd in Miracle World DX es el mismo juego que tantas horas nos robó a principios de los 90, pero al que se le han incorporado numerosos cambios por aquí y por allá. El más evidente es el visual, gracias a la dirección artística de Héctor Toro, que ha dado un aspecto muy animado al personaje, a la par que respeta sus orígenes. Alex no para de moverse incluso cuando no camina, arropado por ese aspecto pixel art y ese diseño que mantiene la inspiración en la leyenda de Sun Wukong en la que se inspira.
Los enemigos también un aspecto muy colorido y simpático, al estilo cartoon, mientras en el entorno se llena de vida con cascadas de fondo, efectos atmosféricos, explosiones con onomatopeyas cuando damos puñetazos... Nada de esto estaba en el juego original, algo que podemos comprobar con solo pulsar un botón.
Casi desde el minuto uno, nos encontramos con un juego de dificultad endiablada, al que hay que sumar bloques de items aleatorios de los que puede brotar una muerte que nos persiga para darnos caza... Es un juego propio de su época, que peca de algunos diseños de niveles y desafíos innecesariamente complicados. Esto no es culpa del remake de Jankenteam... ¡Es que el juego original ya era así de puñetero, solo que la nostalgia lo dulcifica todo!
Análisis de Alex Kidd In Miracle World DX
Itadaki Smash
Itadaki Smash es un proyecto que nace de la colaboración de dos equipos veteranos: Main Loop (creadores de Submersed) y Relevo Videogames (Baboon, Treasure Rangers). Un homenaje a los primeros "beat´em up" que llegaron a los salones recreativos, como Double Dragon o Renegade.
Piezas de sushi armadas con shinai, onigiri convertidos en luchadores de sumo y enormes guindillas hontaka patrullan las calles de San Daigo como si fuesen los matones de Final Fight o Streets of Rage. ¿No os están entrando ganas de demostrarles quién manda a golpes?
Con todos estos ingredientes, el juego despliega un gameplay tradicional, en que nos limitamos a avanzar y vapulear a quien se atreva a ponerse frente a nosotros (en solitario o en modo local cooperativo). Y si habéis pasado algunas tardes jugando a las recreativas, seguro os suenan algunos niveles, como los ascensores, una autopista y el inevitable salón arcade. Incluso aparece el bonus de destrozar un coche que aparecía en Final Fight.
Essays on Empathy
El último trabajo de Deconstructeam es una recopilación de 10 historias (una de ellas inédita) que se enfocan en la narrativa. Ofrece un estupendo retrato del trabajo del estudio que nos dejó The Red Strings Club y Gods Will Be Watching, tratando de explorar las posibilidades del medio.
Los contenidos adicionales del juego, que incluyen documentales, diseños de producción y más de dos horas de música compuesta por Paula "Fingerspit" Ruiz sirven también como biografía del estudio. Essays on Empathy es un lanzamiento poco usual, que merece la pena probar.
Mail Mole
Mail Mole, el primer juego del joven estudio catalán Talpa Games, es un juego de plataformas 3D clásico, que se inspira en títulos como Super Mario 3D World. Ofrece una buena cantidad de niveles, treinta, y con algunos desafíos secundarios. Y muchos son tan divertidos como los del propio Mario (es lo que tiene inspirarse solo en sus mejores niveles).
La principal particularidad de Mail Mole es que Molty, su protagonista, es un topo cartero que se mueve bajo tierra. La mayor parte del tiempo no lo veremos a él, sino el rastro que va dejando por la tierra. Solo sale fuera en los saltos, que funcionan de forma algo diferente a otros juegos. Si pulsamos el botón, dará un pequeño salto, pero la mayoría de las veces lo que haremos es mantener pulsado el botón para cargar el salto, y soltarlo para que se impulse más alto y más lejos.
Primero calculamos la distancia que necesitemos cargando el salto, y luego lo soltamos, sin posibilidad de corregirlo luego con doble salto ni nada de eso. Como resultado, Mail Mole tiene un ritmo y una sensación diferente, más lenta y pesada pero también más firme: nos sentimos más seguros al efectuar cada salto, por muy peligroso que parezca.
Es difícil de explicar, pero es un toque distintivo que nos ha gustado mucho, a pesar de que como consecuencia casi nunca veamos en pantalla a nuestro simpático personaje (lo que resta valor a las divertidas prendas con las que podemos vestir a Molty a cambio de zanahorias, la moneda del juego).
Pocoyó Party
Desarrollado por el estudio español Recotechnology y con la colaboración de Zinkia, la productora de la famosa serie, Pocoyó Party está disponible tanto en formato físico (en una edición especial que incluye una figura) como en las tiendas digitales de PlayStation y Switch.
Este nuevo juego basado en la serie está concebido para el disfrute de niños de 3 a 5 años, pero estamos seguros de que vosotros, padres o hermanos mayores, también podéis divertiros con ellos. Pocoyó Party cuenta con un modo multijugador local y funciones adaptadas para enseñar a los niños a disfrutar del juego en compañía.
Además de la experiencia jugable y la figura, el título de Recotechnology incluye ocho nuevos episodios de la temporada 4 de la serie de animación en alta definición. La guinda del pastel llega con la campaña Bosque Pocoyó. Consiste en que todos los beneficios obtenidos por las ventas de Pocoyó Party en ambas consolas se destinarán a salvar la masa forestal de la isla de Gran Canaria.
The Longest Road on Earth
Brainwash Gang y TLR Games nos regalan esta experiencia centrada en la narrativa; The Longest Road On Earth es un juego experimental, que gira en torno a la historia de 4 personajes y con un tono introspectivo, que permite al jugador crear su propia historia.
Cada uno de los capítulos está concebido como una historia sencilla, con ritmo pausado, un estilo artístico pixel art en blanco y negro con un fuerte componente del apartado sonoro. Es un modo de transformar experiencias cotidianas en pequeños juegos, que cambian nuestra perspectiva.
Xenocider
Nos encontramos frente a un proyecto del equipo Retro Sumus, unos verdaderos apasionados de Dreamcast, que en su momento ayudaron a adaptar Pier Solar a esa plataforma y han diseñado diferentes emuladores para ella.
En Xenocider somos Xara, una ciborg alienígena cuyo objetivo es aniquilar toda la resistencia de diferentes planetas para después destruirlos por completo. La jugabilidad es, en esencia, muy simple. Nuestro personaje avanza solo hacia el fondo de la pantalla y nosotros hemos de preocuparnos de desplazarlo lateralmente a la vez que movemos la retícula de disparo, para apuntar y aniquilar a todas las criaturas que salen a nuestro paso.
Cada nivel dura apenas unos minutos y, al final, siempre aguarda un jefe cuya mecánica de ataque suele ser fácil de asimilar, pero que ellos son duros de pelar. Tenemos 7 niveles, pero antes de entrar en cada uno de ellos hemos de elegir entre dos rutas, por lo que en realidad es como tener 14.
El apartado técnico tiene sus más y sus menos. Por un lado, hay que destacar que usa un motor propio (llamado Dreamer) creado desde cero, que además funciona con una enorme solidez. Los tiempos de carga son sorprendentemente bajos para un juego de Dreamcast y, en general, hay un trabajo de diseño artístico muy interesante, si bien es cierto que los escenarios y los personajes están bastante lejos del potencial real que puede desarrollar una Dreamcast, tanto por las texturas como por el detalle de los modelos o sus animaciones.
Onirike
El título desarrollado por Devilish Games (estudio situado en Alicante) plantea mecánicas de exploración en un mundo abierto, infiltración y plataformas, con una ambientación única que recrea el mundo de los sueños. Nosotros controlamos a Prieto, un personaje que desconoce su propia naturaleza, y se embarca en una misión de descubrimiento, evitando a los devoradores de almas.
A medida que Prieto avanza en su viaje, descubre nuevas habilidades. La dirección artística de Onirike es otro de sus puntos fuertes: ofrece tintes oscuros y de fantasía, con la presencia de un montón de personajes que parecen tomados de la imaginación de Tim Burton.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.