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Elizabeth Hurley admite que fue una "pesadilla" rodar junto a Matthew Perry la película Colgado de Sara

Colgado de Sara (2002)

La comedia romántica tuvo que detener su rodaje para que el actor pudiera entrar en un centro de rehabilitación. 

Pese a que las adicciones del actor Matthew Perry nunca han sido un secreto, especialmente porque eran muy visibles en series como Friends, ahora que acaba de publicar su biografía se ha demostrado que su "secreto" fue especialmente terrible en algunos momentos de su vida, e incluso llegó a afectar a compañeros de trabajo como Elizabeth Hurley. 

Con la actriz compartió protagonismo en la comedia romántica Colgado de Sara, una cinta que tuvo que detener su rodaje para que Perry pudiese acudir a una clínica de desintoxicación tal y como cuenta él mismo en su libro y ha recordado la propia Hurley en una entrevista en la que ha reconocido que trabajar junto al intérprete fue una "pesadilla".

"Tengo muchos recuerdos sobre él. Sinderamente, fue una pesadilla trabajar con él en esa época porque, tal como se sabe ahora, la película tuvo que parar su rodaje a causa de sus adicciones. Fue una causa de fuerza mayor lo que nos obligó a todos a volver a casa durante un tiempo a tejer con nuestros pulgares", aseguraba la actriz en una entrevista con Yahoo.

"Ese momento fue un poco duro, pero cuando volvió todo fue fenomenal", reconocía Hurley que, pese a todo lo vivido no tiene más que buenas palabras para Perry, "todavía no me he leído el libro, pero sí algunos extractos y es bastante interesante. Es un escritor muy divertido como también es un hombre muy divertido. Es un cómico con mucho talento". 

Matthew Perry

Matthew Perry tuvo que doblar parte de sus escenas 

Una vez que el actor superó sus dos meses de terapia para desintoxicarse, volvió al rodaje de Colgado de Sara para continuar con la película y doblar aquellas escenas que había grabado antes, ya que como explica el propio Matthew Perry en su libro, la gran mayoría de las frases no se entendían porque hablaba arrastrando las palabras.

En su libro, Matthew Perry reconoce haberse gastado más de 9 millones de dólares en sus intentos por estar desintoxicarse, haber asistido a más de 6.000 reuniones de Alcohólicos Anónimos y haber estado, al menos 15 veces en centros de desintoxicación. Todo ello para conseguir estar, hasta ahora, 18 meses sobrio.

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