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En Los intocables de Eliot Ness gastaron 170.000 dólares para crear un escenario en el que solo pasan 3 minutos... y no ocurre nada

Los intocables de Eliot Ness (1987)

La película de Brian De Palma es una de las joyitas de cine negro de finales de los ochenta, aunque el control presupuestario no fue su fuerte.

Antes de que Kevin Costner se convirtiese en una estrella reconocible mundialmente o Sean Connery abrazase su segunda edad de oro, ambos participaron en una película que pudo ser un fracaso, pero en la que todos los elementos combinaron tan bien que el resultado fue todo lo contrario. Nos referimos, claro, a Los intocables de Eliot Ness.

Brian De Palma dirigió en 1987 esta pieza imprescindible del cine negro sobre la caída de Al Capone (Robert De Niro) en el Chicago de los Años 30.

La recreación de la época fue uno de los elementos más importantes de la película, que nos llevó directos a la Gran recesión con un nivel de detalle sublime.

Claro que Los intocables de Eliot Ness hizo gala de derroche de sus 25 millones de dólares de presupuesto, que ahora parecen una minucia, pero en aquellos años era ya un presupuesto abultado. Uno de sus escenarios menos usados, por ejemplo, se llevó 170.000 dólares para apenas aparecer en la película.

El despilfarro de Los intocables de Eliot Ness en un escenario que casi no se usó

Tal y como rememora Film Stories, Brian De Palma ordenó a la diseñadora de producción de la película, Patrizia von Brandenstein, que crease una lujosa suite del Hotel Lexington que reflejase a Al Capone como "el Rey Sol del hampa".

Brandenstein se puso manos a la obra y combinó el estilo de la arquitectura francesa de Versalles con los muchos excesos inherentes al siglo XX, llenando la habitación de opulencia, elementos funcionales como los grifos del lavabo o una gran cantidad de ropa que ni siquiera llega a enfocar la cámara.

Los intocables de Eliot Ness (1987) - Al Capone (Robert De Niro)

Cuatro cajas fuertes, armarios lujosos, lámparas, suelos de mármol, una cama que requirió sábanas y mantas hechas a medida porque no entraba nada que se pudiera comprar… la cuenta terminó en 170.000 dólares del presupuesto.

En circunstancias normales, es una inversión razonable, pero Los intocables de Eliot Ness pasa en ese escenario poco más de 3 minutos, por lo que, muy posiblemente, habría sido mejor optar por elementos alquilados y ceñirlos a lo que Brian De Palma iba a filmar y poco más.

La jugada salió bien al final y la película consiguió cuatro nominaciones a los Óscar, incluida la que se llevó a casa Sean Connery. 106,2 millones de dólares de taquilla hacen que la inversión terminase mereciendo la pena, pero, de no haber sido así, esos 170.000 dólares habrían escocido.

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