Una escena clave se retiró del final de Terminator, pero a James Cameron le sobraban motivos para ello

A estas alturas de la vida, no hay duda de que James Cameron y Arnold Schwarzenegger dieron en el blanco con Terminator, la ya clásica película de acción y ciencia ficción de 1984 donde el actor austríaco se convierte en una máquina de matar enviada desde el futuro.

James Cameron aún no era el Rey Midas de Hollywood a principios de los 80. Antes de Terminator, su único largometraje como director era Piraña II: Los Vampiros del mar. No era alguien con capacidad para mandar al estudio o los inversores a freír monas.

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Esto hizo que la película protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton y Michael Biehn perdiese una escena clave que, a pesar de que se filmó y ayudaba a comprender la continuidad en la saga, no llegase al corte final.

Aunque en el rodaje de Terminator no había certeza de que la película fuese el origen de una prolífica saga, James Cameron quería incluir la escena en la que los científicos de Cyberdyne Systems recuperan el microchip del T-800, y también el brazo, aunque no se ve. Esto establece la cadena de acontecimientos que, eventualmente, conduce a la guerra contra las máquinas.

La escena perdida de Terminator por culpa de los amiguismos

Terminator II: El juicio final se habría beneficiado de esa secuencia, aunque al final no fue tan trascendental como para que la secuela lo acusase. Gale Ann Hurd, productora de Terminator, explicó en Twitter (X) por qué la escena fue cortada.

"Hemdale Films del inversor de Terminator, John Daly, tenía un acuerdo de producción con Orion Pictures, pero aún no habían tenido éxito (eso cambió con nuestra película y Platoon). Insistieron en que usáramos a sus amigos inversores, no actores, en esta escena, lo que nos arruinó todo".

En otra respuesta en el hilo, destaca que no fue una decisión por ahorrar presupuesto, puesto que a los amigos se les pagó como actores, aunque no sabían actuar.

"Les pagaron como actores. Creo que insistió en que aparecieran en la película porque a los inversores se les prometió un retorno de su inversión y aún no lo habían recibido. Daly nunca creyó que la película sería un éxito".

Pero Terminator fue un éxito y catapultó del todo la carrera como actor de Arnold Schwarzenegger. La película estableció una de las mejores secuelas que ha dado el cine de acción y, por suerte, la ausencia de esa escena quedó como una mera anécdota.