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Tarantino encerró al "Oso Judío" antes de rodar su primera escena en Malditos bastardos para que se sintiera como un animal

Alba Pinilla

Malditos bastardos

Quentin Tarantino dejó un par de días olvidado a Eli Roth, actor que interpretaba al Oso Judío en Malditos bastardos, para que se sintiera como el personaje.

Quentin Tarantino es el rey de la violencia y las escenas de acción cómicas, el genio de los cortes y el maestro a la hora de evocar, pocos niegan eso del director. Y para llegar al espectador, hay que hacer que parezca real.

"Tienes a Brad Pitt y a Hitler creándote expectación", es lo que le dijo a Eliot Roth para preparar la presentación de su personaje en la mítica escena de Malditos Bastardos.

El origen de este personaje es un misterio. Solo sabemos que adora aplastarle la cabeza a los nazis con su bate de béisbol, en el que vienen inscritos nombres de judíos fallecidos a causa del régimen nazi, entre ellos el de Ana Frank.

En la mítica escena en la que Tarantino nos presenta a los malditos bastardos, el personaje de Brad Pitt, Aldo Raine, habla con los soldados nazis que han interceptado y les interroga para sonsacarles información, les amenaza con llamar al Oso Judío (The Bear Jew). Antes de que salga, se le oye golpear las paredes de la cueva con el bate. 

Una presentación que se retrasó días y días

Así es como Tarantino nos presenta al personaje, mezclando el relato del personaje de Brad Pitt con la leyenda que el propio sargento ya conoce. Y así permanece a lo largo de la historia este personaje, balanceándose entre la fina línea que separa realidad y ficción.

Quentin Tarantino le dijo a Eli Roth, el actor que interpreta al Oso Judío, que iban a filmar la escena un día concreto. Le dejó olvidado en la cueva en la que iban a grabar y rodó otras cosas mientras, bajo el pretexto de que no estaban listos todavía.

El actor describió la experiencia en una entrevista con Wood Entertainment. Roth se preparó entrenando con pesas dentro de la cueva, golpeando un saco de boxeo, haciendo dominadas mientras rodaban otras escenas. 

En ese tiempo, Tarantino aparecía para decirle que iba el siguiente, que necesitaban más tiempo y otras excusas. Hasta que acababa el rodaje, y le repetía que tendrían que dejarlo para el día siguiente.

Lo hizo durante cuatro o cinco días seguidos.

El actor admite que le hizo sentir como un animal enjaulado. Cuando Roth por fin grabó su escena, se aprecia ese deje de locura en sus ojos, porque Tarantino por fin le había liberado de su cueva para poder enfrentarse a los nazis.

Como director, Tarantino emplea el simbolismo de formas más inteligentes de lo que la gente cree. No es que sea el amo y señor de la narrativa, pero tampoco cree que lo pretenda. 

El hecho de que este personaje sea tan misterioso, y de que su gran aparición sea él mismo saliendo de una cueva, o jaula, en la que había permanecido escondido a oscuras, rabioso, deseando salir, da que pensar que Tarantino no quería personificar a un animal rabioso, quería representar al héroe por excelencia de la historia

De hecho, es el que va a acabar matando a Hitler. Un judío que sale de las sombras en las que se ha visto forzado a esconderse para cobrarse venganza y reventar a los nazis.

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