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Comedia y acción: los géneros más maltratados por la Academia de los Óscar

El gran dictador y John Wick 4

Tradicionalmente, la Academia ha maltratado a las películas de acción y comedia más puras, aquellas que no se apoyan en exceso en otros géneros.

2022 vio una singular situación cuando se anunció en Óscar a la Mejor Película para Todo a la vez en todas partes: una comedia de acción se llevaba la estatuilla más codiciada de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood. Bien es cierto que el filme de los Daniels bebe también del drama y la ciencia ficción, que es donde quiero empezar a exponer este artículo.

Con casi 100 años de historia, los Óscar se mantienen como los premios más ilustres y representativos de la industria cinematográfica. Sí, ya sé, son todo politiqueo, postureo y "bienquedismo" en general, donde rara vez se imponen las películas que realmente lo merecen por calidad y resultados.

Pero más difícil aún lo tienes si tu película es una obra de acción pura o una comedia nata, sin mezclas de otros géneros que releguen las risas a un segundo plano. Si ese es el caso, puedes dar gracias si llegas a recibir nominaciones.

De hecho, aunque voy a centrar este artículo de opinión en los casi centenarios Óscar, es extrapolable a muchos certámenes no especializados en género, donde las comedias y las películas de acción son repudiados y tratadas como cine de segunda.

Comedia y acción: los géneros menos premiados de los Óscar

Vamos a comenzar centrándonos en el Óscar a la Mejor Película, el gran premio que todo largometraje ansía llevarse en la gala anual. Cierto es que otras categorías han sido más benévolas con la comedia, en términos interpretativos y de guion, y con la acción, en las categorías técnicas, pero eso son migajas.

A lo largo de la historia, hemos visto grandes películas como El gran dictador, por aprovechar la imagen de portada, irse de vacío —sin intención alguna de menospreciar Rebeca, ojo—, a pesar de estrenarse en un momento trascendental no para el cine, sino para el mundo entero. Cinco nominaciones y a casa de vacío.

Para que una comedia logre levantar la estatuilla, hace falta combinarla con otros géneros, especialmente el drama y, puntualmente, el romance, como Shakespeare enamorado. Si no es el caso, todo serán risas hasta que se abra el sobre y revelen al ganador.

A las películas de acción no les va mucho mejor, y vamos a dejar claro que con "película de acción" nos referimos a acción pura, sin edulcorantes, un John Wick de la vida repartiendo más que un furgón de Amazon en Navidad; sin ciencia ficción, sin fantasía… No te molestes en buscar, ninguna película de acción sin combinar ha levantado el Óscar a la Mejor Película.

De hecho, las películas de acción son las que menos han medrado en esa categoría, aunque algunas geniales combinaciones con aventura, como Ben-Hur —el clásico de Charlton Heston, no el remake ese que es mejor olvidar, aunque la versión original muda es más que digna, pero no se habían inaugurado los Óscar—, o El Señor de los Anillos: El retorno del Rey han logrado llevarse el premio.

También contadas combinaciones con suspense, como Infiltrados o En tierra hostil, lograron honrar al género. De no ser así, lo más cercano a la acción que puedes ver entre los ganadores del Óscar a la Mejor Película son películas de ciencia ficción, bélicas, o westerns.

Otro ejemplo del longevo menosprecio de la Academia por el cine de acción es la reticencia a crear una categoría que premie el trabajo de los especialistas, aunque muchas de las ganadoras del Óscar a la Mejor Película no habrían sido posibles sin ellos. Aunque Chad Stahelski, director de John Wick, dice que hay progresos con este tema.

Dos géneros difíciles, incluso más que el omnipresente drama

Parte del eterno feo de la Academia a estos dos géneros tan vitales es la falsa creencia de que son más sencillos de crear y llevar a cabo. Es similar a lo que sucede cuando un actor o actriz interpreta a un personaje real, que ya tiene medio galardón en la estantería, como si dar forma a un personaje desde cero y comprender sus motivaciones fuera fácil.

Construir muchas de las situaciones que vemos en películas de acción como Misión imposible o la ya citada saga de John Wick, merecen algo más que estar relegadas a los Óscar técnicos. Dime que las salvajadas que hace Tom Cruise en el set no merecen el mismo reconocimiento que un momento de llanto desgarrador en un drama.

Tom Cruise en Misión Imposible: Sentencia mortal - Parte 1

Del mismo modo que esas películas se apoyan en esos departamentos, otras ganadoras del premio lo hacen casi exclusivamente en el guion o un par de interpretaciones.

Luego está Crash, claro, la copia dramática de Pulp Fiction que se llevó 3 Óscar por su "fascinante recreación de Los Ángeles con historias cruzadas magistralmente"... Menos mal que Tarantino se llevó al menos el Óscar al guion... aunque competir con Forrest Gump era un hueso, eso hay que admitirlo.

Hollywood debe muchísimo a la acción y la comedia

Es irónico que estos dos géneros sean relegados con tanta ligereza por la propia Academia, cuando son dos pilares indiscutibles para que la industria se mantenga a flote.

Lo dijo Sylvester Stallone en su momento y me hago eco de ello: sin el cine de acción —sumo las comedias— la taquilla anual de muchos estudios sufriría un descalabro monumental.

Comedia y acción son los dos géneros que más atraen al gran público al cine, porque son sinónimo de entretenimiento puro y duro. Puedes desconectar el cerebro dos horas y media mientras ves a Keanu Reeves masacrando gente en John Wick 4; sin mensaje social, sin concienciación.

No siempre nos pide el cuerpo una película como Los asesinos de la luna —no la estoy criticando, ojo—, con su mensaje sobre las atrocidades cometidas, o un dramazo como El color púrpura.

 

De hecho, muchas de las películas más taquilleras de la historia alcanzan sus niveles gracias a un gran bagaje que se consigue a través del cine de acción, que hace posibles escenas que, en otras circunstancias, no estarían.

Por supuesto que no todo es taquilla, pero aunque todo este mundillo gire en torno al arte "dramático", no hace falta que el 80% de películas que ganen el Óscar sean dramas.

Francamente, me gustaría ver una versión cinematográfica de Ted Lasso, una película feel good, ganar el Óscar, no porque lo diga yo, sino porque en la Academia se saquen ese palo de escoba de ya sabes dónde y empiecen a tratar todas las películas de forma equitativa, no según el nivel de drama que llevan.

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