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Crítica de Misión imposible: Sentencia mortal Parte 1 - La acción de alto nivel vuelve de la mano de Tom Cruise

Misión Imposible Sentencia mortal parte 1

Crítica de Misión imposible: Sentencia mortal Parte 1, el retorno de Ethan Hunt con una nueva misión que se resolverá en 2024 con el lanzamiento de la Parte 2. Estreno el 12 de julio.

¿Hay ganas de acción? No sabemos si Misión imposible: Sentencia mortal Parte 1 conseguirá pulverizar tantos récords como Top Gun: Maverick, pero está claro que es una película muy autoconsciente que pone toda la carne en el asador para atraer a las salas de cine a los espectadores ávidos de una experiencia cinematográfica memorable.

Adicionalmente hay que señalar que sabe exprimir lo mejor de los dos mundos en los que se mueve: el cine de espías clásico, con sus persecuciones, localizadores, máscaras y bombas de humo; y una trama que nos habla de algunos de nuestros temores más actuales: un enemigo invisible, todopoderoso, mutable y amenazador. Su discurso, por tanto, no puede ser más pertinente.

Hay que agregar a la ecuación el hecho de que Tom Cruise siga disfrutando del beneplácito y el apoyo de Chris McQuarrie, que repite por tercera vez tras las cámaras después Nación secreta y Fallout, para seguir poniéndose a prueba con secuencias cada vez más locas en las que se lo juega todo... en primer lugar el pellejo, pero también ingentes cantidades de dinero.

No obstante, el mayor riesgo con el que corre Misión imposible no es ninguna de las muchas acrobacias que ejecuta el propio Cruise en pantalla, sino la osadía de haber dividido el argumento en dos partes. ¡La historia solo queda planteada después de 163 minutos de visionado!

 

Digamos que el héroe completa una parte de su tarea y queda planteada otra parte en la que tendrá que resolverse la trama principal. ¿Para cuándo la resolución? Un año nos separa del desenlace dado que hasta 2024 no disfrutaremos de Misión imposible: Sentencia mortal Parte 2.

No esperéis un final que os deje a mitad de una secuencia de acción, como hizo recientemente Fast & Furious X, pero sí terminar el visionado con más preguntas que certezas en la cabeza. Y... no hay secuencia postcréditos. Avisados estáis.

Regreso a lo analógico

Bien pensada, la premisa de Misión imposible: sentencia mortal es casi una metáfora de la situación que vive el cine tradicional respecto al pulso que le están echando las plataformas de streaming, aunque por supuesto la escala está muy magnificada en el conflicto que se plantea.

El posicionamiento de Cruise respecto a esta cuestión es de sobra conocido y aquí también toma parte muy rápido para pararle los pies a "la Entidad", una IA autoconsciente que evoluciona y tiene la capacidad de penetrar y corromper los más sofisticados sistemas de seguridad, haciendo que la información deje de ser fiable.

Es por tanto el objeto de deseo de todo aquel que conoce su existencia y ansía controlarla para usarla como arma, de modo que el único que parece incorruptible y permanece firme en su deseo de destruirla para evitar males mayores, es el intrépido Ethan Hunt.

Pero para ello, deberá hacerse con un preciado objeto afrontando toda clase de problemas: el primero y más grande, no poder utilizar Internet ni ningún sistema online rastreable y accesible a la Entidad.

Esto le va a llevar a enfrentarse a uno de los fantasmas de su pasado, anterior incluso a formar parte de la Fuerza Misión Imposible. Es más, va a ver cómo se pone a prueba su juramento a lo largo de una aventura que no hace más que comenzar y en la que todos aquellos que le importan se enfrentan al peor de los destinos por el mero hecho de formar parte de su núcleo de confianza.

¿Quién da más?

Mision imposible: Sentencia mortal es una carta más de amor al cine de acción de la vieja escuela en toda su dimensión. Se utilizan efectos especiales digitales, qué duda cabe, pero aquí lo importante es sobre todo ver a nuestro protagonista realizando toda clase de complejas proezas.

La película no renuncia ni a un discurso, como señalábamos al comienzo, que entronca con algunos de los terrores más reales e inminentes que nos propone el desarrollo de tecnologías que pueden llegar a suplantarnos, ni tampoco al sentido del humor gracias a Benji (Simon Pegg), a la irrupción del nuevo personaje encarnado por la magnética Hayley Atwell y a algún que otro juego de palabras.

Pero esto no es un circo; hay también espacio para el dramatismo y para la demarcación de líneas de diálogo que buscan darle una profundidad a la trama que resuene fuerte en la audiencia. Y aquí la banda sonora de Lorne Balfe es fundamental. Las variaciones del tema principal y las composiciones originales para el metraje acompañan a la perfección a las imágenes.

Otro reto al que se enfrentaba la película y que supera con nota es el de conseguir "plasmar" visual y sonoramente a un enemigo incorpóreo.

Se opta por una apariencia que os recordará al Ojo de Sauron, pero también a Hal 9000 utilizando para dar forma a su presencia un sonido similar a los chasquidos característicos de los Decepticons de Transformers. Es de lo más inquietante, así que ¡bien jugado!

Ya tenemos los dientes larguísimos de cara al desenlace en el que sabemos que encontraremos grandes fichajes como los de Hannah Waddingham (Ted Lasso), Nick Offerman (Devs) o Holt McCallany (Mindhunter)... ¡Estamos deseando saber cómo termina esto!

VALORACIÓN:

Sentencia mortal nos deja con la miel en los labios pero, eso sí, desplegando un espectáculo de primera fila: las nuevas incorporaciones encajan, los personajes que ya conocemos brillan y la amenaza resulta colosal, así que la entrega de Cruise y todo el equipo del que se rodea merece mucho la pena.

LO MEJOR:

La BSO, el sentido del espectáculo de la película y la elección de la amenaza, que se antoja muy real. El tiempo vuela en la sala de cine.

LO PEOR:

La falta de resolución. La propia naturaleza de la franquicia hace que no tener un final sea decepcionante. El giro final es crucial.
Hobby

82

Muy bueno

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