No todo eran risas: el infierno de trabajar detrás de las cámaras en Friends
Trabajar en una serie como Friends puede parecer el sueño dorado para cualquier guionista. Pero, como todo, la histórica sitcom oculta luces y sombras entre bambalinas.
Hay muchos espectadores que siguen considerando Friends como la comedia de situación más exitosa de la historia de la televisión. A pesar de que terminó hace casi dos décadas, el legado de la serie sigue resonando hoy en día en redes sociales y en multitud de conversaciones.
Los apartamentos de Monica o Joey, el Central Perk, la pegadiza canción de Gato apestoso o los míticos episodios de Acción de Gracias siguen generando temas de debate después de tanto tiempo.
Trabajar con Jennifer Aniston, Courteney Cox, Matthew Perry, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc o David Schwimmer puede antojarse un sueño para un guionista con relativa poca experiencia. De hecho, puede serlo incluso para escritores veteranos. Pero la experiencia en Friends de Patty Lin, guionista en la temporada 7 de la serie, no fue tan positiva como cabría esperar.
Ella misma ha recogido su experiencia en su libro End Credits (a través de TIME), donde dejó claro que su tiempo como guionista de Friends estuvo lejos de ser edificante.
"No aceptes el trabajo en Friends"
Cuando a Patty Lin le ofrecieron el trabajo en Friends en 2000, la serie ya se había consagrado con seis temporadas que fascinaron a crítica y público. Pensar en Friends era evocar inmediatamente a Ross, Rachel,, Chandler, Monica, Joey y Phoebe arremolinados en el sofá del Central Perk.
Le ofrecieron el trabajo con solo dos años de experiencia en series como Martial Law o Instituto McKinley, además de la película para televisión ATF. Lin tenía muy claro que su enfoque no estaba en escribir chistes, algo que recalcó a su agente.
Aunque había trabajado en Instituto McKinley, otra comedia, la serie no enfatizaba tanto los chistes como el desarrollo de personajes, donde ella se manejaba mejor.
De hecho, Judd Apatow, con quien trabajó en la serie, le advirtió de antemano que no aceptase el trabajo en Friends. Pero era Friends, ¿quién iba a negarse a un trabajo como ese?
Un pez fuera del agua
En su libro, Patty destaca que siempre se sintió como una extraña en el equipo de guionistas de Friends. No señala que nadie la tratase mal, pero achaca al "síndrome del impostor", una sensación de que no merecía ni debía estar allí.
La guionista, que ha trabajado en series como Breaking Bad o Mujeres desesperadas, hace varias comparaciones con los frikis que se encuentran de improviso en el grupo de los populares en el instituto.
Destaca la ansiedad que empezó a generarle el trabajo y la duda que tuvo desde el comienzo de si estaba allí por su trabajo o por ser asiática y cubrir la cuota de diversidad que había impuesto la NBC.
Warner Bros.
También pone de manifiesto su terror exacerbado hacia los creadores de Friends, David Crane y Marta Kauffman, quienes separaban a los guionistas en dos grupos para que uno trabajase en el episodio actual y el otro en el siguiente.
"David, un adicto al trabajo imposible de complacer, siempre buscaba una frase o un chiste mejor. Detrás de su comportamiento suave, parecía juzgar a todos con ojos de águila. Era la persona más gentil de la sala y se mostraba visiblemente dolido cada vez que la conversación se agriaba, lo que sucedía a menudo.
Marta tenía una voz retumbante y una risa que podía hacer temblar las ventanas. Se descalzaba sobre la mesa de conferencias y bordaba mientras trabajábamos. Se tomó en serio el programa de diversidad y sospeché que ella tuvo más que ver con mi contratación que David. Aun así, haría cualquier cosa para evitar estar a solas con ella y tener que charlar, siempre me parecía forzado".
Lin destaca las horas y horas que empleaban escribiendo y reescribiendo los guiones de los 23 episodios en los que trabajó, incluso antes de entregárselos al elenco, donde todo se desmadraba aún más.
Guiones al servicio de actores
Para la temporada 7 de Friends, el reparto de la serie tenía tan interiorizados a sus personajes que se erigían guardianes de ellos cuando llegaban a sus manos los guiones de cada episodio.
Lin destaca que el embelesamiento de estar con las estrellas de la serie se esfumó rápidamente cuando vio cómo Aniston, Perry, Schwimmer, Cox, Kudrow y LeBlanc descuartizaban los guiones a los que habían dedicado decenas de horas.
Señala lo frustrante que era que Crane y Kauffman jamás les dijesen que una línea era buena y que ellos eran quienes tenían que adaptarse al guion.
En lugar de ello, una nueva remesa de reescritura se iniciaba y continuaba incluso en el plató, donde los guionistas estaban presentes y, con frecuencia, tenían que reelaborar chistes y bromas porque el público no se reía lo suficiente, algo complicado cuando alguien ha visto la misma escena doce veces seguidas.
En 2001, tras un agotador año de trabajo en la serie, Patty Lin no fue renovada, junto con otro de los escritores contratados para la temporada 7. Si bien fue un trago amargo, admite que también sintió alivio por dejar atrás su etapa en Friends.
Lin seguiría trabajando hasta 2008, cuando decidió dejar definitivamente el mundo de la escritura de guiones para cine y televisión por la forma en que los estudios coartan el arte de los guionistas.
A veces, un sueño se torna en pesadilla: trabajar en Friends es un hito para cualquier guionista, pero no quiere decir que la experiencia de todos ellos fuese buena, aunque no haya habido un mal comportamiento per se.
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