Uno de los focos de Star Wars en los nuevos tiempos está puesto en los cristales kyber, mucho más que un accesorio para los sables de luz.
Star Wars es una saga en continua evolución. A medida que nos acercamos a los cincuenta años desde que George Lucas estrenó la primera película, la mitología de esa galaxia muy, muy lejana sigue creciendo.
Ni siquiera la anulación del antiguo Universo Expandido (ahora Leyendas), impidió que infinidad de píldoras de conocimiento se hayan mantenido durante años para cohesionar sete universo donde Jedi y Sith llevan pugnando por dominar el equilibrio durante milenios.
Un elemento que sobrevivió a la purga de Lucasfilm y persiste en el nuevo canon, gracias en parte a su presencia en The Clone Wars, son los cristales kyber.
Además de ser el objeto de la obsesión de los guionistas de Star Wars: Visions, que parece que no hay nada más que los cristales para enfocar muchas de las tramas, estos valiosos fragmentos cristalinos son una pieza esencial para entender la galaxia concebida por George Lucas.
Hoy, en Hobby Consolas, descubrimos más sobre los cristales kyber, el alma de los sables de luz de los Jedi y los Sith, un reflejo de su propio ser y uno de los mayores peligros de la galaxia de Star Wars.
Lo básico: ¿qué son los cristales kyber?
Un cristal kyber es una formación cristalina que tiene una singular sintonía con la Fuerza. El campo de energía místico que todo lo envuelve resuena a través de estos cristales que, pese a su rareza, aparecen en muchos planetas del universo de Star Wars.
La mayoría de las concentraciones de cristal kyber se acumulan en las profundidades de los planetas. Solo llegan a la superficie si la actividad telúrica los lleva hacia arriba. La actividad en planetas como Ilum, por ejemplo, propicia la presencia abundante de cristales kyber en sus cuevas, algo que benefició a los Jedi, pero que fue también la ruina del orbe.
La sintonía de los cristales kyber con la Fuerza los convierten en una pieza imprescindible para los sables de luz empuñados durante milenios por Jedi y Sith de toda la galaxia.
Sin embargo, limitar la presencia del cristal kyber en un sable de luz y definirlo como una simple parte, sería injusto. Estos cristales son mucho más que un canalizador para el haz de esas armas, y representan mucho más que el color de la hoja incandescente.
Un símbolo para los usuarios de la Fuerza
Los cristales kyber gozaban de una suerte de consciencia colectiva, fruto, probablemente, de su sintonía con la Fuerza. Esto provocaba que fuesen capaces de "conectar" con los usuarios de la Fuerza que los encontrasen.
Los Jedi enviaban a los jóvenes padawans que estaban listos a Ilum para que buscasen ellos mismos su cristal kyber en el laberinto de cuevas que había bajo el templo Jedi del planeta helado. Yoda acompañaba con frecuencia a muchos de los jóvenes, como vimos en The Clone Wars.
El cristal resuena en sintonía con su portador y, en cierto modo, su color depende mucho de quién empuñe el sable de luz.
Lucasfilm
Por ejemplo, y tal y como los jugadores de Star Wars Jedi: Survivor habréis visto, es posible "sangrar" un cristal kyber. Los usuarios del Lado Oscuro realizan ese efecto para volver el cristal rojo y representar su ansia de poder y todo lo que representa el reverso tenebroso. Ese efecto es reversible mediante una "sanación" del cristal kyber.
Personajes como Darth Vader o Kylo Ren recurrieron al sangrado de los cristales kyber que alimentaban sus respectivos sables de luz.
Cada cristal tiende a sincronizarse con una persona para toda la vida, pero puede funcionar sin problema si el sable de luz lo empuña otra persona. De hecho, el color tiende a cambiar, si procede, conforme a quien lo empuña, salvo que haya sangrado de por medio.
Un símbolo… y una amenaza
"Las estrellas más fuertes tienen el corazón de kyber". Las palabras de Chirrut Îmwe en Rogue One: Una historia de Star Wars, tienen un doble sentido. Aunque insuflan aliento a Jyn Erso, también hay un mensaje tremendamente oscuro detrás.
Los cristales kyber concentran la energía con un poder inconmensurable que los Sith ya habían probado milenios atrás. Eso llevó a Palpatine a tener claro qué tenían que encontrar él y Darth Vader para alimentar su destructor de planetas: la Estrella de la Muerte.
El Imperio Galáctico diezmó la galaxia y arrasó planetas y ecosistemas para hacerse con todos los cristales kyber que pudiesen para alimentar el "corazón" de su infame superarma. Alderaan, Jedha y Scarif pudieron comprobar el implacable y sobrecogedor poder de los cristales kyber utilizados contra un planeta.
Otro planeta víctima del kyber fue Ilum, como ya hemos dicho. El otrora planeta donde los jóvenes padawans Jedi buscaban el cristal kyber que conectase con ellos, se convirtió en la desproporcionada Base Starkiller, la superarma de la Primera Orden en Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza.
Su destino fue el mismo que el de Alderaan: convertirse en un lustroso campo de escombros cuando la Resistencia dio buena cuenta de sus sistemas.
Los cristales kyber son "luminosos" por naturaleza, pero no siempre se usan para alimentar armas nobles para tiempos más civilizados. En malas manos, estos cristales tan famosos de Star Wars son una amenaza invisible capaz de esparcir el sufrimiento por la galaxia. Como tantas cosas en Star Wars, una decisión lo cambia todo.
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