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Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, un puente narrativo hacia Hawái

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, la nueva entrega de la prolífica saga Yakuza que sirve como aperitivo para el también inminente Infinite Wealth, se ha vestido de incógnito y os traemos un desempaquetado de sus llamativas gafas de pasta, con las que Kazuma Kiryu, alias Joryu, ha querido ocultar su identidad.

La saga Yakuza, rebautizada ahora como Like a Dragon para ser más fiel a su nombre japonés original, ha sido siempre muy prolífica, merced a un ritmo de lanzamientos anual. Con la salida de Sega a finales de 2021 de Toshihiro Nagoshi, su creador, cabía la pregunta de si podía resentirse de algún modo, pero nada más lejos de la realidad.

Como demuestra este análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, en el plazo de apenas once meses, se han estrenado tres nuevas entregas: Ishin! (ya lanzada en febrero), Infinite Wealth (el próximo 26 de enero) y este Gaiden (que se lanza el 9 de noviembre).

Es decir, bajo la batuta de Masayoshi Yokoyama y ya consolidada en todo el mundo con estrenos simultáneos y traducciones a idiomas como el español, la serie está más activa que nunca.

Esta velocidad de crucero resulta abrumadora, pero se trata de tres juegos muy distintos entre sí, tanto por ambientación, mecánicas y escala como por procesos de desarrollo. Al fin y al cabo, hablamos de un remake-remaster de una de las entregas feudales, de un RPG por turnos hecho desde cero y de un beat’em up al estilo de siempre que funciona como precuela y tira de reciclaje.

Pero este análisis está dedicado únicamente a este último, Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, que devuelve el protagonismo a Kazuma Kiryu, la estrella de la saga, a quien llevábamos sin manejar desde que, en marzo de 2018, se estrenó Yakuza 6: The Song of Life. Si alguien pensaba que el Dragón de Dojima se había jubilado, estaba muy equivocado…

Éstos son los aspectos que vamos a tratar en el análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name para PS5, Xbox Series X|S, PS4, Xbox One y PC.

Un interludio para mafiosos curtidos

Antes de nada, como el propio Yokoyama confirmó en una entrevista, Gaiden (palabra japonesa que alude a una historia alternativa a otra ya contada previamente) es un juego que se desarrolló en sólo medio año. Inicialmente, se pensó en la posibilidad de que pudiera ser un DLC de Infinite Wealth, pero se optó por darle entidad propia, algo que tiene sentido jugable y narrativo.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

No entraremos en grandes detalles, pues el riesgo de destriparle algo a alguien es inmenso, pero, básicamente, The Man Who Erased His Name explica qué hizo Kiryu, aquí integrado en una organización donde responde al nombre de Joryu y se oculta bajo unas gafas, entre el desenlace de Yakuza 6 y el comienzo del citado Infinite Wealth, un juego del que, además, se ha incluido una demo.

En ese sentido, casi diríamos que es obligatorio haber jugado a las entregas previas de la saga para entender la historia. Por un lado, a las protagonizadas por el propio Kiryu, para entender la tesitura y las motivaciones del personaje; por otro, y especialmente, a Yakuza: Like a Dragon, pues Gaiden transcurre paralelamente y se solapa con sus acontecimientos.

Si no sabéis qué o quiénes son el clan Tojo, la Alianza Omi, Ichiban Kasuga, Masaru Watase, Masumi Arakawa, Minoru Daidoji o Yutaka Ogikubo, este juego os va a sonar a japonés. Pero, si lo sabéis, vais a disfrutar de lo lindo con los innumerables guiños que hay. La continuidad argumental es una seña de identidad de la serie, y Like a Dragon Gaiden la lleva a su máxima expresión.

Al ser un episodio más corto de lo habitual, no hay tantos personajes debutantes como de costumbre. Pero los que hay hacen gala de un tremendo carisma, como Akame, Kihei Hanawa, Yuki Tsuruno, Kosei Shishido u Homare Nishitani, de cuyas identidades no revelaremos nada.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

La historia no es de las mejores de la saga, en buena medida porque el buen conocedor del juego de 2020 sabe ya de antemano muchas de las cosas que van a pasar, pero, en el último capítulo, hay un par de escenas tremendamente emotivas. De las de llorar a moco tendido. Y, desde luego, se mantiene el tono cinematográfico e hiperrealista de siempre.

Como ya es costumbre, las voces están en japonés (está prevista una actualización que las adapte al inglés) y los textos, en castellano. La traducción está tremendamente cuidada, aunque, a veces, chirría el exceso de ‘localización castiza’, pues se hace difícil imaginar a un japonés soltando expresiones como “digamelón”, “pasarlo teta” o “menos lobos, Caperucita”.

Jugabilidad de Like a Dragon Gaiden

The Man Who Erased His Name no tiene, en general, ninguna novedad de peso para la saga. Lo que hace es beneficiarse del legado de ésta para contar una nueva historia y acumular un buen número de contenidos que, eso sí, ya quisieran para sí muchos juegos.

La aventura transcurre en escenarios ya vistos con anterioridad. El epicentro de todo es Sotenbori (Osaka), pero también es posible visitar una acotada Isezaki Ijincho (Yokohama). El único entorno verdaderamente inédito es El Castillo, una especie de barrio rojo construido sobre un barco que equivale a lo que era el Purgatorio en el Kamurocho de los juegos primigenios.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

En cuanto a la acción, planteada una vez más en forma de combates a lo beat’em up, Joryu cuenta con su habitual estilo de lucha yakuza y con otro nuevo de agente, que combina artes marciales y hasta cuatro artilugios: un cable para enredar a los enemigos, drones, cigarrillos explosivos y unos zapatos a propulsión. Además, hay una nueva mecánica de contraataque.

Las peleas transcurren con la fluidez de toda la vida, pero se ha perdido profundidad, algo observable en el hecho de que hay menos acciones de calor, que, además, no son tan tronchantes como de costumbre. Y varios de los jefes finales se repiten, debido a que hay menos villanos de lo habitual.

Eso sí, al típico contenido secundario del Coliseo se le ha dado una vuelta. Así, podemos integrar en el llamado Clan Joryu a diversos aliados para que peleen a nuestro lado e, incluso, controlarlos. Es una adaptación de las peleas multitudinarias del Clan Kiryu de Yakuza 6, pero cambiando el enfoque de estrategia y gestión por otro de acción pura y dura.

 

¿Es difícil Like a Dragon Gaiden?

Y, ya que hablamos de combates, hay que decir que Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name permite elegir entre tres niveles de dificultad (principiante, normal y profesional), por lo que están cubiertos todos los públicos posibles.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Nosotros hemos jugado en el nivel intermedio y, aunque hemos muerto un par de veces, es un reto llevadero. Hay algunos jefes finales que pueden tumbarnos de un par de golpes, pero se ofrece una salvaguarda interesante: es posible adquirir decenas de objetos de curación a un precio razonable, por lo que, si vamos fijándonos en la barra, no tendremos problema ni siquiera en esos combates.

Eso sí, en el Coliseo, no es posible echar mano de esos suministros, así que, allí, dependeréis más de vuestra habilidad. Y es importante, pues uno de los principales arcos de misiones secundarias nos insta a derrotar a los cuatro reyes que mandan en dicho cotarro.

Más alegre que el Fary

Fuera de la historia principal, Ryu Ga Gotoku Studio vuelve a hacer gala de su maña circense para equilibrar seriedad y humor. El equipo se ha guardado la mayoría de trucos nuevos para Infinite Wealth (como un minijuego de reparto de pizza y otro de construcción), pero, aun así, tirando de fondo de armario, Like a Dragon Gaiden incluye infinidad de contenido secundario.

En primer lugar, está la llamada Red de Akame, que integra diversas misiones secundarias de mayor o menor calado. Por un lado, está la vertiente de ‘Patrullando la ciudad’, que consta de cerca de 80 micromisiones breves basadas en conseguir algún objeto para un personaje o en pelear. Por otro lado, están los llamados encargos, que equivalen a las famosas historias secundarias.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Éstas tienen más enjundia y hay una treintena de ellas. Es verdad que no son tan inspiradas como en las entregas principales de la serie, pero, aun así, tienen su encanto y su hilaridad, pues lo mismo lidiamos con un streamer de lo esotérico que tenemos que encontrar siete bolas brillantes dignas de cierto manganime o nos topamos con personajes muy familiares.

En segundo lugar, están los minijuegos. Muchos están reciclados en mayor o menor medida de otras entregas, pero se han hecho algunos retoques y adiciones, de modo que el conjunto es realmente espectacular. Sólo por ellos, ya merecería la pena agenciarse Like a Dragon Gaiden.

Para empezar, conviene destacar el club de hostess. Este clásico, en el que hablamos con mujeres de vida alegre, ha estado presente en la saga desde sus orígenes, pero, esta vez, se ha optado por fusionarlo con vídeos de imagen real, algo que Ryu Ga Gotoku Studio ya había hecho con el chat de Yakuza 6 o con las sesiones fotográficas de Yakuza Kiwami 2.

También se han ampliado, aunque en menor medida, el karaoke y el Pocket Circuit. En el caso del primero, hay un nuevo tema que nos tiene embelesados: Sayonara, Silent Night. En el caso del segundo, las carreras son aún más emocionantes y desafiantes, con la posibilidad de cambiar a una cámara en primera persona para sentir la velocidad de nuestro coche.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Por supuesto, también regresan clásicos como el golf, el billar, los dardos o los juegos de azar, como el póker, el blackjack, el mahjong, el koi-koi, el oicho-kabu y el shogi.

Y aún queda hablar de los juegos clásicos de Sega. Por un lado, repite la Master System que ya vimos en la subsaga Judgment, que permite jugar a doce clásicos, como Alex Kidd in Miracle World, Secret Command, Penguin Land, Fantasy Zone, Galaxy Force, Flicky, Alien Syndrome, Enduro Racer…

Por otro lado, en el salón recreativo que es el Club Sega, es posible disfrutar de cinco muebles. Si os gusta la lucha, tenéis Sonic the Fighters, Fighting Vipers 2 y Virtua Fighter 2.1. Si lo que os va es la velocidad, tenéis Motor Raid y, atención, Sega Racing Classic 2. Quizá este último nombre no os suene, pues, por temas de licencia, se ha prescindido de la denominación original.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Pero hablamos ni más ni menos que de Daytona USA 2, un juego de 1998 que sólo tuvo versión recreativa y que nunca había dado el salto a sistemas domésticos

Es curioso, pues el padre de la saga Daytona USA fue Toshihiro Nagoshi y, mientras él estuvo a cargo de Yakuza, nunca se incluyó en su salón recreativo ninguno de los arcades en los que trabajó... Hasta ahora.

 

¿Cuánto dura Like a Dragon Gaiden?

Como decíamos al principio, esta entrega de Yakuza es más corta de lo habitual. Los cinco capítulos que componen la historia principal de Like a Dragon Gaiden se pueden completar en unas once o doce horas. No obstante, a eso, hay que añadir otras tantas, o incluso más, del arco argumental alternativo del Coliseo y de las historias secundarias.

En ese sentido, también puede alargar mucho la duración una novedad como es la personalización. Por primera vez, se pueden adquirir prendas y elementos para personalizar, de manera más o menos libre, la apariencia de Kiryu. Muchos de esos elementos requieren un desbloqueo previo, con lo que eso implica de mejorar destrezas o llegar a ciertos rangos de experiencia.

Aparte, no hay que olvidar la inclusión de una demo de Like a Dragon: Infinite Wealth, que se desbloquea al completar la aventura. Esa demostración, que no formará parte del futuro juego, contribuye a engrosar el contenido de Gaiden. Quizá es una forma de estirar el chicle y desgajar contenido del juego venidero para darle mayor interés a este otro, pero da empaque.

Precio y ediciones de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name se pone a la venta el 9 de noviembre para PS5, Xbox Series X|S, PS4, Xbox One y PC. Lo hace a un precio de 49,99 euros, con la posibilidad de disfrutarlo en las dos consolas de Sony y en las dos de Microsoft sin necesidad de pagar ningún sobrecoste o parche de mejora.

Además, por reservar el juego, se obtiene el DLC Legendary Fighters Pack, que permite sumar como aliados para el Coliseo a tres personajes míticos de la saga: Goro Majima, Taiga Saejima y Daigo Dojima. En caso de adquirirse a posteriori, este contenido descargable cuesta 7,99 euros.

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Ahora bien, el lanzamiento en el caso del mercado occidental es exclusivamente digital. Sega no se ha querido arriesgar y sólo va a sacar una versión física en Asia, así que, si queréis tener el juego con caja y disco, deberéis tirar de importación a través de tiendas especializadas.

Es curioso, pues una de las razones que ha comentado Masayoshi Yokoyama sobre la naturaleza de este juego es que se procuró darle más contenido de lo previsto inicialmente para que no se sintiera como un simple DLC de Infinite Wealth y que pudiera tener un estreno físico. Por desgracia, eso sólo se ha aplicado a Japón. Se repite la historia de Yakuza 5 en PS3 en su día.

También es justo decir que esa doble naturaleza reducida-digital tiene una vertiente positiva, pues ha contribuido a que Sega y Microsoft, que han hecho muy buenas migas a cuenta de la saga en los últimos años, hayan llegado a un acuerdo para que el juego esté disponible en Xbox Game Pass desde el primer día. Siempre hay que ver el vaso medio lleno…

 

La opinión de HobbyConsolas de Like a Dragon Gaiden: un aperitivo desde Osaka

Análisis de Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Ciertamente, Like a Dragon Gaiden es un juego con una naturaleza muy particular, por su propia génesis y por su concepto. No supone ningún gran avance técnico ni jugable para la saga Yakuza, que es necesario conocer al dedillo para disfrutarlo, pero, aun así, está muy por encima de la media de casi cualquier otra serie: por guión, ambientación, factura audiovisual, contenido…

Sega servirá el verdadero plato fuerte el 26 de enero, con una delicatesen llamada Infinite Wealth, pero, mientras tanto, a nadie le amargan un buen takoyaki y un buen okonomiyaki traídos directamente desde Osaka.

VALORACIÓN:

Dentro de la prolífica trayectoria de la saga Yakuza, es una entrega de segunda fila, como denotan su formato digital, su duración o sus mecánicas, pero funciona muy bien como puente narrativo entre el juego de 2020 y el que saldrá en 2024. Y ya quisieran muchos juegos tener un guión, unos personajes, unos minijuegos o un volumen de contenidos así.

LO MEJOR:

Recupera a Kiryu para la causa. La factura audiovisual y narrativa. Contenido secundario a gogó. Incluye una demo de Like a Dragon: Infinite Wealth.

LO PEOR:

Que, en Europa, no haya una edición física. La historia es corta y, si no conoces la saga, te sonará a japonés. No hay muchos elementos inéditos.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox Series X,

Xbox One,

PS5

Versión comentada: PS5

Hobby

82

Muy bueno

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