Análisis de Outcast A New Beginning, una aventura bienintencionada pero inestable

La ciencia ficción videojugona recibió un importante hito en 1999 con Outcast, una aventura que asombró a los usuarios de PC por su mundo lleno de posibilidades y por un apartado técnico bestial sin necesidad de tarjetas aceleradoras. 25 años después, su héroe Cutter Slade regresa con Outcast: A New Beginning para PS5, Xbox Series X|S y PC.

Appeal Studios y THQ Nordic son los responsables de revivir la franquicia y lo hacen con una aventura no solo abierta en el sentido tradicional, sino también muy enfocada en dar libertad al jugador para que explore el mundo cómo y por donde quiera.

El análisis de Outcast A New Beginning en Hobby Consolas:

• La jugabilidad de Outcast A New Beginning
• Duración de Outcast A new Beginning
• Dificultad de Outcast 2
• Cuándo sale Outcast A New Beginning y dónde puedes jugarlo
• La opinión de Hobby Consolas de Outcast A New Beginning
• Nota: Lo mejor y lo peor de Outcast A New Beginning

Jugabilidad y gameplay de Outcast: A new Beginning

La historia vuelve a girar en torno al protagonista del juego original, Cutter, que misteriosamente vuelve a aparecer en el mundo extraterrestre de Adelpha, sin recordar bien quién es, cuál es su pasado o por qué está ahí. 

A base de hablar con los talans, los habitantes humanoides del planeta, parece que los yods, sus dioses, tienen un plan para que Cutter libere a su pueblo del ejército invasor. Y ese ejército... Es muy familiar para nuestro héroe.

Con esos cimientos, nuestro objetivo general se divide en dos partes: atender las necesidades de las 7 aldeas de Adelpha hasta que nos den sus medallones (una vez se tienen los 7, un ritual hará que el pueblo talan vuelva a ser próspero) y eliminar todas las bases del ejército para extraer helidio blanco, un extraño material con el que reforzar un campo de energía de los talans.

Teniendo siempre esos objetivos como telón de fondo, de nosotros depende decidir cómo abordarlo. Casi, casi desde el principio, podemos explorar todo el mapeado, para por ejemplo visitar las aldeas en el orden que prefiramos. Todo lo que se vea es visitable, si tenemos las herramientas adecuadas.

No se trata solo de llegar hasta esas aldeas para hablar con sus habitantes y que nos encarguen misiones, sino que también podemos toparnos con bases enemigas, convoyes flotantes, erupciones, templos perdidos que al ser explorados aumenten nuestra salud, plantas especiales que esconden un misterio o activar portales llamados daokas que nos proporcionen viajes rápidos.

En un principio, solo podemos ir a pie, corriendo o saltando, pero pronto obtenemos tanto una pistola modular como la icónica mochila propulsora. Gracias a ella, podemos llegar a impulsarnos de 1 a 5 veces en el aire, pero también planear desde grandes alturas o deslizarnos a toda velocidad a ras de suelo.

Un planeta en la mochila

De base, nos dará un solo impulso, pero a base de superar misiones y obtener un material llamado helidio azul, podemos adquirir las diferentes mejoras para el jetpack. Lo interesante es que muchas de esas mejoras pueden conseguirse en los primeros compases de la aventura, ya que el objetivo es que podamos explorar con la mayor libertad posible, para decidir nuestro camino.

Esto es importante, porque también hay mucha exploración vertical. Una de las aldeas está en la cumbre de una gigantesca montaña, por lo que es muy útil tener 3 ó 4 impulsos desbloqueados en nuestra mochila.

A base de superar misiones clave, también podemos adquirir algunas habilidades muy únicas, como congelar a los enemigos temporalmente, hacerlos levitar o incluso llamar a una galenta, un gigantesco animal volador que nos sirva de montura.

La personalización también afecta a nuestras armas. Solo tenemos dos pistolas en el juego, una de disparo rápido y otra con ataques más pesados, cada una con su munición propia que obtenemos al eliminar enemigos o romper rocas del color correspondiente.

Lo interesante es que poco a poco vamos encontrando hasta 30 módulos que podemos colocar en estas armas, para modificar su comportamiento: podemos provocar que disparen a ráfagas, que nos sanen un poco al eliminar enemigos, que coloquen bombas lapa al disparar... Cuantos más huecos de módulo liberemos y más de esos módulos coloquemos, más "personal" será nuestro arma.

También tenemos un escudo que puede servir como protección temporal o bien como una especie de ariete con el que derribar a los enemigos cercanos. Como veis, el esquema de combate es simple en su esencia, pero muy personalizable para que demos caña a los enemigos como prefiramos.

Aunque esto da un toque distinto a Outcast A New Beginning, la verdadera chicha del juego está en la dinámica de las aldeas. Como decíamos, podemos visitarlas en el orden que queramos y, más allá de visitar a tenderos (para comprar pociones de sanación o mejoras de inventario) o sanadores, lo importante es hablar con sus habitantes clave.

Mediante una sencilla rueda de diálogo, podemos comentar cosas más o menos intrascendentes con ellos o bien dar con oraciones clave que den pie a nuevos objetivos para nosotros. Puede que nos pidan escoltar a un animal, encontrar objetos clave, eliminar a un determinado objetivo, convencer a alguien para que haga algo...

Cada aldea va adquiriendo sus correspondientes objetivos, algunos de los cuales pueden estar vinculados entre sí o incluso con los de otras aldeas. Por ejemplo, puede que en una aldea tengamos que atraer una especie animal para que luego los bichos ayuden con los cultivos de una segunda aldea.

No hay una estructura basada en "misiones principales de la trama y misiones secundarias", como suele ser habitual en estos juegos, sino que todo está interconectado en cierto modo y puede habar varias formas de resolver cada requisito. El orden en que vayamos haciéndolo es totalmente abierto.

Esto, por un lado, nos da una gran sensación de libertad para que nos tomemos las cosas al ritmo que queramos. Basta con explorar el árbol de tareas de cada aldea, ver en qué punto se encuentran y valorar si nos interesa seguir con la tarea actual o irnos a otro lado para cambiar de tercio.

Por otro lado, esto puede proporcionar algún momento que sature un pelín, porque nos pueden llegar avisos de varios puntos simultáneamente y valorar a qué dar prioridad entre tantas tareas diferentes aturulla un poco. Pero es cuestión de tomarse las cosas con calma y a sorbos pequeños.

Si lo hacéis y os vais contagiando poco a poco de los "palabros" que nos cuentan los talan, disfrutaréis más de una aventura que claramente quiere poner el foco en el jugador.

¿Cuántas horas dura Outcast A New Beginning?

Dada la naturaleza "orgánica" de las misiones, esta cifra puede variar mucho de una partida a otra, pero la estimación es que os llevará cerca de 35 horas superar el desarrollo principal. 

Por supuesto, esa cifra puede aumentar mucho si vamos a por los desafíos secundarios, como los templos o los circuitos de las plantas misteriosas.

Además, hay montones de opciones de diálogo complementarias para quien quiera bucear a fondo en el lore de Adelpha.

¿Es difícil Outcast A New Beginning?

Desde el principio, los desarrolladores han manifestado su interés por crear una aventura que, aunque suponga cierto desafío, nunca sea frustrante para el jugador por su dificultad, ni en la exploración, ni en la resolución de los misterios, ni en la lucha.

En nuestra opinión, ese objetivo está bien conseguido, pues en todo momento el desarrollo resulta cómodo y, a poco que seas consciente de los recursos a tu disposición y los aproveches, es relativamente difícil que mueras durante las batallas.

No es que el juego resulte facilón, pero desde luego es más asequible que otros del género. Quizá, la mayor dificultad se encuentre al principio de nuestra experiencia, cuando estamos más descolocados y los talans nos empiezan a soltar conceptos propios de su jerga que nos descolocan bastante.

Una vez os vayáis acostumbrando a ellos y a la interfaz de misiones y hayáis mejorado un poco las armas y el jetpack, todo irá como la seda, al menos en lo que al desarrollo de la aventura se refiere.

En cualquier caso, hay 4 niveles de dificultad. El más bajo de todos, el narrativo, facilita enormemente las cosas, por lo que se recomienda solo para los que quieran explorar y conocer la historia.

Precio y plataformas disponibles

El juego solo se lanza para la generación más reciente de consolas (PS5 y Xbox Series X|S) y PC. El precio de la edición estándar, tanto en formato físico como en digital, es de 69,99 euros. En el caso de la versión de PC, el juego cuesta solo 59,99 euros.

Desde la web de THQ Nordic se puede adquirir también la ambiciosa Adelpha Edition. Solo se lanzan 5000 unidades en todo el mundo y, por 200 euros, incluye una estatua de 24 centímetros de un saï (una criatura "mascotil" y simpática del juego), un libro de arte de 50 páginas, una banda sonora con 3 CDs, un steelbook y el propio juego en versión física.

Sensaciones encontradas para un juego particular

Antes de lanzarnos a la valoración final del juego, queremos aplaudir la iniciativa de dar una mayor libertad al jugador, de dar un enfoque todavía más abierto a las aventuras "open world". Se nota el esfuerzo por hacerlo posible.

Aún así, y a pesar de las diferentes alabanzas que hemos comentado en el análisis, tenemos varias pegas que poner al juego, principalmente en un rendimiento técnico sorprendentemente irregular.

Vaya por delante que este análisis se ha hecho con la versión PS5 (no hemos podido probar las otras versiones), por lo que este desempeño podría cambiar en las otras dos plataformas. Tanto en el caso de PlayStation como en el de Xbox Series X|S, tenemos la opción de jugar en modo calidad (con la fluidez bloqueada en 30 fps) o el modo rendimiento.

Sin que sirva de precedente, casi estamos por recomendaros el modo calidad. Tanto en un modo como en otro, la tasa de frames pega algunos bajones bastante importantes en más de una ocasión pero, para más inri, en el modo rendimiento vemos bastantes problemas de screen tearing que acaban entorpeciendo en parte la jugabilidad.

Estos problemas de rendimiento resultan especialmente decepcionantes después de ver juegos de corte similar, como Avatar Frontiers of Pandora (que incluso está algo por encima en su detalle gráfico) moviéndose sin problema en circunstancias parecidas. Vamos, que el conflicto está en la optimización, no en que el hardware no sea capaz de moverlo.

En cualquier caso, merecen ser destacados los, en muchas ocasiones, impresionantes escenarios que recorremos, desde desiertos hasta paradisiacas playas. Ir planeando con nuestra mochila mientras vemos coloridas montañas y plantas extraterrestres puede llegar a ser muy placentero.

Incluso hay zonas en las que podemos ir a pie y observar la fauna autóctona pastando tranquilamente, lo que hace que sintamos que el ecosistema está "vivo".

También están a muy buen nivel los efectos especiales durante los tiroteos, con explosiones, efectos de partícula y "momentos tiempo bala" que acompañan muy bien a la acción.

Sin embargo, no podemos decir lo mismo ni del popping ni de los modelos de personajes, especialmente los humanos, cuyo nivel de detalle y expresividad parecen más propios de la generación PS3-360, la verdad. Mención especial para un Cutter que, no sabemos por qué, tiene una cara de (perdón por la expresión) panoli que hasta corta un poco el rollo al principio.

En general, todos los personajes se mueven de forma algo chocante e incluso exagerada durante los diálogos, aunque por suerte parte de la ambientación se compensa con el apartado sonoro.

Por un lado, tenemos unos diálogos doblados al castellano que funcionan bastante bien, sobre todo para transmitir ese humor sencillito de la "ciencia ficción light" a la que homenajea el juego, desde las películas originales de Star Wars hasta Star Trek.

La idea es que toda la aventura sea distendida (a pesar de tener algún momento dramático), con bastantes chascarrillos y comentarios de un Cutter que a veces cargan de más, pero que en general nos ayudan a verlo como un tipo afable. Sus frases como "mueve el culo, Cutter, ya vienen" cuando se acercan enemigos resultan bastante simpáticas.

El humor se contagia hasta a los nombres de los logros y trofeos que podemos desbloquear. Hay alguna referencia hasta a Ace Ventura que nos ha dejado bastante locos.

A ello se suman unas melodías firmadas por Lennie Moore, compositor también del juego original, que meten muy bien en contexto y también tienen ese toque cinematográfico, de epopeya clásica de Hollywood en muchos momentos.

Junto a este rendimiento técnico que nos da unas de cal y unas de arena tenemos el propio desarrollo, que aunque resulta muy interesante en su propuesta abierta, se suele basar en algunas tareas que son bastante poco memorables. 

Más o menos hacia la mitad del juego, cuando ya hemos dominado todos los intríngulis del planeta y hemos mejorado a Cutter a tope, la cosa se pone mucho más fluida e interesante, y sí apetece más explorar para ir descubriendo secretillos por aquí y por allá.

Quizá sea demasiado tarde para algunos jugadores, pero en cualquier caso merece la pena sobreponerse a una primera impresión floja que puede darnos el juego, porque tiene bastantes momentos chulos por descubrir.

En conclusión, Outcast 2 no resulta, desde luego, tan revolucionario como lo fue el juego de 1999, pero tiene buenas ideas, algunas bien ejecutadas y otras no tanto, que hacen que merezca la pena darle una oportunidad. A fin de cuentas, ¿cuántos juegos conoces que te permitan montar sobre una especie de ballena voladora?