Crítica de Star Wars: La remesa mala, temporada final; episodios 1 al 8 - La última aventura de la Fuerza Clon 99

Ya se echaban de menos los miércoles de Star Wars en Disney+, pero aquí estamos de nuevo, con nuestros amigos de la Fuerza Clon 99.

Hoy se estrena en la plataforma de streaming de la Casa del Ratón la tercera y última temporada de Star Wars: La remesa mala, la serie de animación creada por Dave Filoni que se centra en ese escuadrón de clones considerado de entrada defectuoso por no cumplir con los patrones normales de los clones nacidos en Kamino. Sin embargo, siempre los llaman para terminar el trabajo.

Al igual que hicimos con la temporada 2, vamos a adoptar un enfoque diferente con esta despedida de Star Wars: La remesa mala. Ya hemos tenido acceso a los ocho primeros episodios, por lo que haremos crítica de ellos sin spoilers y, cuando termine la serie, haremos una segunda reseña con los siete episodios restantes, ya metiéndonos en materia.

De momento, acomódate y disfruta, porque hoy, en HobbyCine, te traemos nuestra crítica de los ocho primeros episodios de la temporada final de Star Wars: La remesa mala, que arranca hoy en Disney+.

Hora de atar cabos

Dave Filoni y su equipo tienen quince episodios para zanjar todas las historias que la serie ha ido abriendo a lo largo de las dos entregas anteriores, salvo aquellas que no concluyan porque tengan continuidad en otros contenidos de Star Wars, claro.

Esta necesidad va a jugar en beneficio de los fans que han padecido los episodios de relleno de Star Wars: La remesa mala, especialmente aquellos Que aportaron poco, o nada, a la historia principal.

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La temporada 3 se ha puesto las pilas con ese tema y hay muy, muy poco relleno. Es posible que algún capítulo coquetee con aquellos de "ve a tal sitio y captura/consigue/tráeme...", pero incluso esos existen para aportar algo a la trama central.

La serie mantiene el formato de episodios de entre 25 y 30 minutillos, por lo que son muy fáciles de dosificar o, cuando esté entera, pegarse un empacho de capítulos.

Madurez, marca Filoni

Aunque a Star Wars: La remesa mala le ha pasado menos, se nota el grado de madurez que encontramos en esta temporada final. Series anteriores, como The Clone Wars o Star Wars Rebels tuvieron esa misma progresión.

No deja de haber toques de humor y algunos momentos mucho más infantilones, pero lo ocurrido con Tech en el final de la temporada 2 y la premura por cumplir las misiones hacen que las bromas se hayan reducido enormemente.

Todo el desarrollo de personajes está hecho, por lo que los protagonistas no necesitan "detenerse a oler las flores" y podemos avanzar y ver cómo todo lo que sabemos de ellos cobra sentido cuando antes parecía no tenerlo.

Importante también es el tema de tener un villano que realmente encarne esos valores implacables del Imperio, el doctor Hemlock. Su carácter tranquilo le brinda un toque digno de personajes como Thrawn o Tarkin, pero su afilada mente se encargará de dejar claro que no es un tipo con el que compense jugar.

La lealtad entre los clones cobrará un valor muy superior en esta temporada, aunque haya sido un pilar para Star Wars: La remesa mala dese el principio. En muchos aspectos, la serie se centra más en lo militar, en ese rollo Hermanos de sangre o The Pacific que disfrutamos en algunos capítulos de The Clone Wars y que muchos esperábamos que fuese la tónica predominante aquí.

También nos va a dejar algunas intrigas con personajes "sin rostro" que son como Terminator, les tiras un edificio encima y siguen dando guerra. Hay interés en seguir esa subtrama que resumiré en una palabra para no entrar en spoilers… Sombra.

Tendiendo puentes

Lo he estado diciendo en críticas de las dos temporadas anteriores y, en esta, la cosa se evidencia mucho más: Star Wars: La remesa mala es un puente entre The Clone Wars y Star Wars Rebels.

La serie va a continuar estableciendo conexiones entre ambas producciones a través de numerosos personajes, pero también conectará directamente con algunos episodios clave de sus dos temporadas previas.

Aunque hay varios episodios autoconclusivos, todos están conectados continuamente en su ahínco por hacer avanzar la historia principal, de ahí que no tengamos esa sensación de relleno.

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En cuanto a la animación, Star Wars: La remesa mala ya había puesto el listón muy alto, pero algunas tomas de esta temporada son una gozada para la vista. Abundan mucho las escenas nocturnas, por lo que la iluminación se ha trabajado con mucho cuidado para alcanzar un grado de calidad que será difícil superar por las próximas series, aunque tarde o temprano sucederá.

Estos ocho episodios de la temporada final de Star Wars: La remesa mala han sido muy potentes y, si los siete restantes mantienen el nivel, puedo afirmar que estaremos ante la mejor temporada de la serie.

Hablaremos más a medida que avancemos, pero presta atención a los pequeños detalles, los nombres, las alusiones y demás, que tiene la serie, porque son muchos. Hasta que la temporada final de Star Wars: La remesa mala toque a su fin en Disney+… que la Fuerza te acompañe.