Los 3 retos más importantes a los que se enfrentará Dave Filoni en su nuevo cargo en Lucasfilm

Ayer por la tarde saltó la noticia de que Dave Filoni había sido ascendido en Lucasfilm, lo que llevó a muchos fans de Star Wars a entrar en distintas noticias mientras se frotaban las manos pensando que, tras años anhelando el cambio, había reemplazado a Kathleen Kennedy al frente del estudio, pero no fue así

 Eso no quiere decir que el nuevo cargo de director creativo de Dave Filoni sea poca cosa: de hecho, es una mejora sustancial de cara a su capacidad para involucrarse en proyectos de la saga creada por su mentor, George Lucas, y no llegar a ellos cuando ese famoso —o infame— sanedrín de Lucasfilm ya había decidido muchas cosas.

Dave Filoni llega a este Consejo Jedi, como él mismo lo ha definido, con la saga de Star Wars en una encrucijada en la que parece que solo las series han medrado, y alguna ya ha presentado signos de problemas.

Es importante que una figura como la suya, que ha desarrollado eficazmente varias narrativas en Star Wars, gracias a series como The Clone Wars, Star Wars Rebels, La remesa mala, Ahsoka y, bueno, supongo que Star Wars: La Resistencia, tenga mayor peso a la hora de tomar decisiones, especialmente porque tres son los principales retos que le esperan como director creativo.

Cerrar el arco de la Nueva República

Posiblemente sea el menor de los desafíos que depara Star Wars a Dave Filoni, básicamente porque ya está inmerso en él. El arco de la Nueva República comprende desde el final de Star Wars: Episodio VI - El retorno del jedi, hasta Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza, por así decirlo.

Sin embargo, Dave Filoni, Jon Favreau y compañía llevan años desarrollando una narrativa interconectada que nació en The Mandalorian, pero ha importado personajes de Star Wars Rebels y The Clone Wars, dando lugar a series como Ahsoka o El libro de Boba Fett.

También habría encajado aquí la serie de Rangers of the New Republic, que iba a protagonizar Gina Carano como Cara Dune, y que se fue al traste cuando Lucasfilm la despidió por sus comentarios en redes sociales.

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El caso es que este arco, que incluirá la temporada 4 de The Mandalorian y, presuntamente, la segunda de Ahsoka, culminará en una película de Star Wars que dirigirá el propio Dave Filoni, de ahí que sea, posiblemente, el menor de sus desafíos.

También entra en la mezcla Star Wars: Skeleton Crew, esa suerte de "Los Goonies en Star Wars" que llegará a Disney+ en los próximos meses.

Naturalmente, tiene que convencer al fandom de Star Wars de que todas estas historias han merecido la pena. Pero esto entra más en otro de los retos que le aguardan.

Cabe destacar, no obstante, que a Dave Filoni se le dan mejor los finales que los comienzos: sus series de animación arrancan con tonos demasiado infantiles para los fans más veteranos, pero mejoran, y mucho, cuando avanzan.

La Alta República: ¿filón o bomba de relojería?

En papel, Lucasfilm ha puesto un gran empeño por desarrollar la denominada era de la Alta República (The High Republic), los tiempos transcurridos siglos antes de Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma.

Las novelas y cómics de esta línea editorial tienen luces y sombras, y la primera producción de Lucasfilm ambientada en este periodo puede ser un gran impulso para empezar a explorar el melón desde otro punto de vista que no sea la Saga Skywalker.

Aquí empiezan los problemas, ya que The Acolyte, la serie que nos llevará por primera vez en acción real a la Alta República, ha sido desarrollada fuera del control creativo directo de Dave Filoni, pero va a ser la primera toma de contacto para muchos de una era que intenta reemplazar los relatos de la Antigua República —palabra clave: "intenta"—.

Al frente de la serie tenemos a Leslye Headland, la creadora de Muñeca rusa, una showrunner muy capaz en series ambientadas en el mundo real donde puede incluir temas que le resultan relevantes y, a juzgar por sus entrevistas sobre la serie de Star Wars, The Acolyte tendrá bastante de eso.

Si logra que no entorpezcan la narrativa, Dave Filoni no tendrá demasiados problemas para desarrollar más la Alta República en live-action, pero si se convierte en un nuevo foco de división para el fandom, como lo fueron Star Wars: Episodio VIII - Los últimos jedi o Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker, la serie se convertirá en una patata caliente.

Reconciliar al fandom de Star Wars: ¿acaso es posible?

Hubo un tiempo en que el fandom de Star Wars solo tenía un tema a debatir: ¿cuál era el mejor personaje? Bueno, eso duró poco, porque la incapacidad de los seres humanos a opinar de algo sin parecer apisonadoras desalmadas es una constante en este y en cualquier grupo.

En sus casi 50 años de historia, Star Wars nunca ha sido ajena a las polémicas, y la trilogía de las precuelas fue un buen ejemplo de ello. Pero la era de Disney ha elevado la crispación de algunos grupos a niveles tremendos.

Tanto la trilogía de las secuelas como el baile que tienen en Lucasfilm al anunciar proyectos y que caigan en el olvido para, quizá, ser cancelados de forma oficial —o silenciosamente—, han generado debates constantes, frecuentemente carentes de educación por una o varias partes, en redes sociales.

Conseguir que el fandom de Star Wars reme en el mismo sentido no es algo que se le pueda pedir a Dave Filoni, pero quizá sí el conseguir que las producciones vuelvan a generar cierta sensación de unidad, de evento. Antes, un estreno de Star Wars era un fiestón, pero ahora se han convertido en un miércoles cualquiera.

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Conseguir congratular al fandom, en la medida de lo razonable, claro, mejoraría las cifras de audiencia de las series, que no son un desastre, pero podrían ser mejores. Esto también pasa por dosificar la cantidad de contenidos: a mí me encanta que salgan 2-3 series de la saga al año, pero al público generalista lo satura; y más si sumamos otras franquicias con el mismo modus operandi.

Sí, consolega, el nuevo cargo de Dave Filoni en Lucasfilm es una grandísima noticia para Star Wars, pero lo deja en un campo minado y solo un mondadientes para comprobar dónde pisar.

Ni se me pasa por la cabeza dudar de las capacidades y conocimientos de Star Wars del padre de Ahsoka Tano, pero cómo supere estos retos dependerá de a cuánta gente tenga que rendir cuentas, además de la propia Kathleen Kennedy.

Soy optimista, pero admito que me envuelve ese "nosequé" que no se me quitará hasta que empiecen a verse los frutos del cambio. En cualquier caso, Dave Filoni es como Yoda en Star Wars, hace las cosas o no, pero no las intenta.