Si no se produjesen determinadas decisiones, la historia de Star Wars habría sido absurdamente corta. Por suerte, George Lucas supo jugar con la volatilidad de sus personajes.
Es muy posible que, si frecuentas redes sociales, te hayas topado con el típico meme de una situación de Star Wars que, de haberse resuelto en otro sentido, habría desembocado directamente en los créditos de "Writen and directed by George Lucas".
Como cualquier historia, la saga de Star Wars se construye sobre los sentimientos y las decisiones de sus protagonistas: ya sea el modo en que Anakin se convierte en Darth Vader o la sucesión de secretos que provocan malentendidos.
Podríamos tirarnos el día hablando de qué habría sucedido si tal y cual personaje de las películas de Star Wars hubiese decidido hacer o decir otra cosa en determinado momento, pero vamos a seleccionar solo unas pocas.
Hoy, en Hobby Cine, 10 catastróficas decisiones de los personajes de Star Wars cuyas consecuencias son trascendentales para la saga, generalmente para mal.
Encontrar el elegido
Vamos a ir en orden cronológico interno, así que arrancamos por una cadena de acontecimientos en Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma que, de haber trascendido de un modo diferente, habrían puesto fin a la Saga Skywalker antes de comenzar.
Empezamos por el bueno de Qui-Gon Jinn, el icónico jedi encarnado por Liam Neeson que es responsable de descubrir a Anakin Skywalker en Tatooine.
Qui-Gon nota algo en Anakin, lo que le lleva a aseverar que se trata del Elegido que se cita en la profecía que circula por la Orden Jedi.
De haber atendido a las advertencias del Consejo Jedi y de su propio padawan, Obi-Wan Kenobi, Anakin no habría sido puesto en el sendero que lo conduciría a la ruina, junto con toda la galaxia.
Claro, hijo, vete con ellos
Pero aquella decisión no la toma en exclusiva Qui-Gon Jinn: además del propio Anakin, que quería irse de Tatooine y convertirse en jedi, su madre, Shmi Skywalker.
De haberse negado a que su hijo se marchase, habría puesto fin a las tentaciones del lado oscuro cuando ya estuviese entrenado.
Otro gallo habría cantado también si Qui-Gon hubiese hecho más por liberar a Shmi: con lo que le gustaba apostar a Watto, no habría sido descabellado y habría evitado que el joven estuviese siempre pensando en ella y, consecuentemente, tuviese el primer gran baile con la oscuridad al vengarse de los tusken.
No confiar en su instinto
Ya hemos visto dos meteduras de pata épicas que, en cierto modo, podemos pasar por la mera cabezonería del bueno de Qui-Gon y porque ninguna madre querría que su hijo agonizase en la esclavitud bajo los soles de Tatooine.
Ahora vamos con los que avisaban del peligro: Obi-Wan Kenobi y el Consejo Jedi, dos piezas claves para que esa trama de La amenaza fantasma termine de materializarse.
Obi-Wan hace una promesa a Qui-Gon en su lecho de muerte: entrenar al chico a pesar de sus reservas. El padawan acepta en ese momento de dolor, cediendo al dolor que siente en ese momento —hola, lado oscuro—. Con la terquedad de su maestro recién heredada, insistiría hasta el fin para entrenar a Anakin.
Pero es que el propio Consejo Jedi, salvo Yoda, había cambiado de parecer. Anakin Skywalker ya no les parecía "demasiado mayor" y, al estar de acuerdo con Obi-Wan, "su aprendiz, Skywalker será". Claro, cualquiera le dice que no al tipo ese de las pelis de Venganza después de ver cómo las gasta.
Sentimientos correspondidos
Vamos a Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones, donde el floreciente amor entre Padmé Amidala y Anakin nos entrega uno de los momentos más pastelosos de la saga.
Si la senadora hubiese mantenido las defensas en alto y hubiese puesto ese sentido común del que se vanagloria constantemente en práctica en lugar de sus sentimientos por el joven padawan de Obi-Wan, quizá habría algunos niños jedi vivos todavía.
Pero claro, le hablan de la tosquedad de la arena que se mete por doquier en el idílico País de los Lagos de Naboo y, claro, una no es de piedra.
Militarización jedi
El "eslogan" de los jedi es que "son guardianes de la paz, no soldados", pero tardaron un parpadeo en convertirse en comandantes y generales en las Guerras Clon, al mando de incontables soldados clon.
Ironías de la vida, esos ejércitos que comandaban se convertirían en la herramienta de su práctica extinción a través de la infame Orden 66. Si tantos caballeros y maestros no hubieran estado rodeados de clones a punto de traicionarlos, puede que más hubieran podido vivir para luchar contra la tiranía.
Matar al Conde Dooku
Día uno en el templo Jedi, primera clase: "no ejecutes a un enemigo desarmado que se haya rendido". Anakin estaba en el baño y se perdió esa lección —no lo hizo, que cita muy bien el dilema—.
Pero si el Canciller Supremo de la República y tu mentor te pide que liberes del peso sobre sus hombros al líder de los Separatistas, arrodillado y rendido ante ti, pues que traigan la pica, que la cabeza ya la corta Anakin.
El Conde Dooku es un personaje clave en la historia de Star Wars que, sin embargo, no goza de tanto protagonismo como debería en las películas. Es clave para entender las maquinaciones de Palpatine y, lo más importante, era quien sabía en ese momento quién era el lord sith que controlaba el Senado, aparte de Mas Amedda y sus colegas.
La piedad, de acuerdo con las doctrinas jedi, habría evitado no solo la muerte de Darth Tyranus, sino que podrían haber resuelto los enigmas de las Guerras Clon antes de que fuese demasiado tarde. Vale que es mucho suponer, teniendo en cuenta que Dooku era leal a Palpatine, pero quizá la orden de decapitarlo le habría hecho darle una vuelta en la cabeza, en lugar de perderla.
Cuidado con las alturas… dan ventaja
Seguimos en Star Wars: Episodio III - La venganza de los sith con otra lección que pilló a Anakin Slywalker fuera de clase: subestimar las alturas en combate.
Obi-Wan Kenobi le muestra las consecuencias de su error con una sola estocada que pudo haber sido mortal. De haber mantenido el combate o haberlo llevado a su terreno, quizá el gran paladín de la Orden Jedi no habría salido vivo de Mustafar para vigilar a Luke en Tatooine.
El secreto del viejo Ben
Luke Skywalker lo expresa muy bien con pocas palabras al descubrir que Darth Vader es, en realidad, Anakin Skywalker, su padre. ¿Cómo? ¿Qué no lo sabías? Perdón, creía que los spoilers caducaban a los 43 años…
"Ben, ¿por qué no me lo dijiste?" son las palabras que revelan la frustración de Luke por el engaño de Ben Kenobi sobre la identidad de Darth Vader.
No es de extrañar que quisiera ocultarle esa cruda realidad, aunque casi la descubre en la cueva de Dagobah cuando entrenaba con Yoda.
Pero ¿habría cambiado algo si Luke hubiese conocido la identidad de Darth Vader antes de su primer enfrentamiento en Bespin en el clímax de Star Wars: Episodio V - El Imperio contraataca? Sí, nos habríamos quedado sin uno de los giros de guion más famosos del cine.
La traición entre sith, es tradición
El siguiente error lo comete el maestro titiritero de Star Wars, el emperador Palpatine, al final de Star Wars: Episodio VI - El retorno del jedi al pensar que Darth Vader no recordaría lo que sucede cuando dos rivales se enfrentan ante él.
En el momento en que Darth Sidious reta a Luke a matar a su padre para ocupar su lugar, la odiosa hemeroteca entra en juego y, aunque no lo vemos, porque no existía en ese momento, a Darth Vader le vienen los recuerdos de la muerte de Dooku.
Muy ingenuo fue Palpatine si esperaba que Darth Vader no se rebelase contra él a la mínima, especialmente si ve churruscar a su recién encontrado hijo. Además, la naturaleza de los sith es la de traicionarse.
La muerte de Han
Terminamos en Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza, la película que tiene uno de los momentos más incómodos para cualquier fan de la saga: la muerte de Han Solo.
Esta decisión la toma el propio Kylo Ren en su modo pataleta en un intento por encontrar la aprobación del líder supremo Snoke.
Quizá, si en lugar de empalar a su padre, hubiese cedido a la luz, la Primera Orden hubiese tenido más problemas y menos capacidad de combate. Y habría menos miembros del fandom cabreados.
Estos son solo algunos ejemplos de decisiones de Star Wars que llevaron al desastre a los personajes y que pudieron ser muy distintos si hubieran discurrido en otro sentido, aunque no mejor para la saga, en la mayoría de los casos.
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