El lanzamiento de Elden Ring ha vuelto a traer a la palestra la polémica de la dificultad, porque, claro, no todos los jugadores están dispuesto a morir un millón de veces solo por disfrutar de la emoción de derrotar al jefe de turno…
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Y, por otro lado, los que pueden pavonearse de recorrer las Tierras Intermedias solo muriendo cientos de veces no quieres que su hazaña se relegue al olvido… Tiene que haber dragones para que los caballeros tengan sentido.
Qué queréis que os diga. Yo opino que todos los juegos deberían tener un nivel fácil, porque eso les haría accesibles a todo tipo de públicos. Se podrían vender muchas más unidades y su mensaje llegaría a más gente. Incluso habría más jugadores que se los acabarían…
Muchos juegos se actualizan tras su lanzamiento para suavizar esas asperezas con la dificultad que a veces se atragantan en las gargantas más delicadas, ahí están ejemplos recientes como el modo novato de Metroid Dread o el nuevo modo Aeterna de Aeterna Noctis..
Sin embargo, también creo que el creador tiene derecho a tratar su obra como quiera, estemos o no de acuerdo con ella. Además, FromSoftware ha hecho crecer su leyenda en torno a eso, a la dificultad de sus juegos, y si se la rebajas dejaría de generar tantas pasiones a su alrededor. Dejaría de ser el dragón que te empuje a calzarte una armadura brillante.
Los juegos de FromSoftware son así y enfrentarse a ellos es una elección personal que va en gustos y preferencias. Como dejarse atrapar por un sesudo simulador de vuelo o enfangarse en una multitudinaria batalla online. Porque, al final, la dificultad es tan subjetiva como todos los demás elementos que dan forma a un videojuego.
Hace un par de semanas recibí una nota de prensa con un informe en el que se señalaban los juegos más difíciles de los últimos 12 meses, seleccionados mediante un método medible y cuantificable.
Es decir, que no se reunió un grupo de expertos, sino que se buscó una fórmula matemática para elaborarla. No como esta lista de los juegos más difíciles del mundo, totalmente subjetiva.
A priori, al no entrar por el medio la subjetividad de nadie, la lista debería ser lo más exacta posible. Pues bien, esa lista coloca a Residen Evil Village cómo juego más difícil, seguido de Zelda: Skyward Sword, Hollow Knight y Zelda: The Link’s Awakening.
Uswitch
Sí, con la misma cara me quedé yo porque, salvo Hollow Knight, al resto yo no los habría considerado difíciles nunca. La clave está en la herramienta que Uswitch usó para elaborar este informe: los videojuegos que más búsquedas en Google han recibido en los últimos 12 meses relacionadas con tutoriales, guías, consejos y trucos.
En su mayoría, no se trata de juegos que requieran una habilidad especial a los mandos. Son aventuras en las que se te puede atragantar un puzle, una mazmorra o que te hayas despistado y no sepas para dónde tirar. También son juegos con coleccionables, que te puede resulta complicado encontrar…
Es difícil que Google te ayude a ser más rápido con la espada, más preciso con la esquiva o más hábil con un salto, pero sí te puede indicar dónde encontrar tal arma, cuál es la combinación de glifos para abrir una puerta o qué mazmorra es la ideal para proseguir tu viaje…
¿Qué medida de dificultad usamos? Esta es cuantificable, objetiva (aunque depende de cuánto haya vendido un juego, claro: a más ventas, más búsquedas potenciales), pero no creo que sirva para medir la dificultad que nos ocupa…
Los profesionales de esto recibimos muchas críticas a cuenta de nuestra manera de valorar la dificultad. Es que no habéis avisado de lo difícil que es, es que decís que es fácil y yo me atasco, es que me habéis asustado con la dificultad y está chupado… Si lo mencionas, mal. Si no lo mencionas, peor.
Es que la dificultad, como otras tantas cosas que conforman en alma de un videojuego, es subjetiva y complicada de medir. Hay juegos que más fáciles pierden el sentido y otros que, más difíciles, pierden el interés. La clave está en ajustarla correctamente. Y distinguir ese matiz te lo da la experiencia.
Sinceramente, no creo que pasara nada por meterle un modo fácil a Eden Ring. Sería un juego más mainstream… “solo” perdería esa vitola de juego para los más valientes y perdería, con ello, gran parte de su encanto para su público objetivo. Los amantes de los souls se sentirían traicionados. Y, seguramente, con razón.
Hidetaka Miyazaki tiene una idea muy clara en su cabeza de cómo debe ser un videojuego y la lleva poniendo en práctica años. Quiere que morir sea algo disfrutable.
Aunque de casta le viene al galgo: yo soy de las que no pudo con King’s Field, allá por mediados de los 90. El objetivo de FromSoftware es hacer juegos desafiantes y que provoquen en el jugador euforia tras superar un reto.
Yo soy otro tipo de jugadora, soy de las que no le importa dar diez mil vueltas hasta encontrar la llave de una mazmorra, pero que se desespera si se atasca mucho rato intentando partirle la cara al malo de turno. Si el juego me está gustando mucho, me frustra; si el juego es “meh”, como que me aburro.
La dificultad es un elemento básico de un videojuego. Es una de sus claves. Está ahí para que los desarrolladores la sepan ajustar, equilibrar y hacerla crecer con criterio y compasión hacia los jugadores. Si quieren. Una dificultad mal medida puede destrozar un videojuego.
Pero ajustarla bien, aunque sea a lo alto, puedo hacerlo pasar de nivel, como es en este caso: Elden Ring es el juego con puntuaciones más alta de la historia (antes del review bombing).
Está bien marcar como error las dificultades injustas, las que se disparan sin venir a cuento, quizá para tratar de alargar la duración al final del juego. Las que no se ajustan a la idiosincrasia de su género. Pero nunca señalar como error un desarrollo exigente, que reta la habilidad y la paciencia del jugador. Si no eres un jugador hábil y paciente, ni lo intentes.
También se hacen películas sesudas, de esas en las que no puede parpadear o no te enteras, y se escriben libros en los que hay que leer varias veces cada párrafo para entenderlos. Hay quien los disfruta, pero son lo menos. La decisión es del autor y seguramente sea consciente de todas las consecuencias.
Eso sí, lo que no sé si le puedo perdonar a Miyazaki es lo de la pausa. Que vivimos muy distraídos hoy en día con diez mil zarandajas y que, a ciertas edades, hay que ir más al baño, sobre todo si te pones nervioso y te da la risa tonta…
El botón de pausa debería ser casi obligatorio, porque nunca sabes quién va a llamar a la puerta, en qué te va a enredar un niño, porqué ladra el perro o cuándo va a sonar el teléfono: seguro que no es importante, pero si no lo coges es como si te faltara el aire…
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¡Suscríbete!Menos mal que hay gente que siempre está a la que salta. Ya sabemos cómo pausar Elden Ring y hasta han descubierto como hacer que todo sea más fácil…
Aquí, una guía y trucos para Elden Ring. Exploradores de lo desconocido y héroes de los souls, capaces de afrontar los desafíos más difíciles en beneficio de los torpes como yo… Y de engordar su propia leyenda, que, en el fondo, es de lo que se trata.
Descubre más sobre Sonia Herranz, autor/a de este artículo.
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