Análisis de Scuf Reflex Pro, la alternativa al Dualsense con botones traseros y muchas opciones de personalización

Antes de que los mandos Elite de Xbox o los botones traseros del Dualshock 4 fueran una realidad, Scuf Gaming ya personalizaba mandos con funciones adicionales, algo que han ido refinando y ampliando con cada nueva generación de consolas.

Así lo pudimos comprobar hace unos meses con el Scuf Instinct Pro para Xbox Series X|S, al que ahora se suma su primer mando personalizado para PS5, el Scuf Reflex.

Un mando que, hoy por hoy, se convierte en una de las escasas alternativas al Dualsense, el mando oficial de PS5, dado que Sony parece haber cortado el grifo a los third parties y fabricantes de accesorios. En los casi dos años que PS5 lleva a la venta, no hemos visto un mando de terceros.

Lo más próximo que hemos visto ha sido el nuevo Backbone One, un mando licenciado que imita la estética de Dualsense para jugar en iPhone, pero que ni de lejos tiene que ver con lo que nos ocupa, como vamos a contaros en este análisis de Scuf Reflex, el mando Pro compatible PS5 y PC.

Cabe destacar que existen tres versiones del mando, Scuf Reflex, Reflex Pro y Reflex FPS. El primero es el modelo "básico", el Pro añade un agarre texturizado a las asideras y el FPS cambia los gatillos para que se comporten como un botón de rápida pulsación. 

El agarre texturizado en las asideras es, por tacto, agarre y sujeción, uno de los mejores que hemos probado, y que realmente cumple su función. No se siente áspero ni tiene mucha protuberancia, pero desde el minuto uno notarás que el mando se asienta mejor entre nuestras manos.

El mando básico, el Reflex "a secas" no incluye ni este agarre ni los gatillos de respuesta rápida . Su precio de partida son 219 euros, tres veces el PVP de un Dualsense normal. No, barato no es.

Las opciones de personalización son enormes, y van desde los colores de cada elemento (gatillos, botones, parte trasera), al tipo de stick (cóncavo o convexo, altura del mismo...), el color de los botones...

Muchas de estas elecciones tienen un coste añadido. Son mandos artesanos, que se hacen a mano, en base a tus peticiones (si están prefabricados, son 219 euros). Puedes optar por un diseño simple, con un color, o con diversos diseños y estampados con un acabado que parece más "metálico" (aunque no lo es) y premium. Algunos son una verdadera preciosidad.

Por poder, puedes quitarle los motores de vibración (aunque así te perderás una de las virtudes del Dualsense, su respuesta háptica) y cambiar el tipo de gatillo. Se trata de que puedas crear un mando para la escena competitiva, donde todos los detalles cuentan, desde el peso a los botones traseros para remapear algunos botones.

En este sentido, de serie, Scuf Reflex Pro no sacrifica ninguna de las funciones básicas del Dualsense original. Es decir, cuenta con los gatillos adaptativos, altavoz frontal, respuesta háptica... 

Y sobre esa base, se han añadido la opción de añadir mejoras, empezando por la personalización estética y las modificaciones físicas que hemos comentado.

Hay otros cambios, como el botón PlayStation aquí es redondo y con un icono de una casa o que la superficie de los gatillos viene ligeramente cepillada para que no se nos resbale el dedo (no está áspera, es un detalle sutil que le da una tacto ligerísimamente distinto).

El resto, desde el tacto, respuesta y recorrido de los botones, al comportamiento de la cruceta, es muy parecido a lo que ofrece el Dualsense. Quizá los botones sean algo menos duros y faciliten una pulsación algo más rápida, pero es algo prácticamente inapreciable.

Pero sin duda alguna, aquí la clave es el mecanismo que se ha añadido para poder gozar de cuatro palancas traseras, que sirven para replicar las funciones de otros botones, ya sean los L3 o R3 de los sticks, los gatillos o los botones frontales.

Para lograrlo, Scuf ha incorporado una suerte de "mochila" en la parte superior trasera del mando, de la que salen las cuatro palancas hacia la parte inferior del cuerpo del Reflex. 

El invento resulta bastante cómodo, ya que no tocaremos esta "mochila" al coger el mando y podrás pulsar las palancas de manera muy intuitiva con los dedos corazón o anular. Además, tienen un recorrido muy reducido, la pulsación es prácticamente inmediata. 

Además, la mochila cuenta con un botón, que al pulsarlo, nos permite rotar entre tres perfiles predefinidos (para shooters, juegos deportivos...), cada uno con un color, entre rojo, verde y azul. Así, de un vistazo rápido, podemos saber en qué perfil estamos.

La gracia es que todos los perfiles son programables manualmente: basta con presionar el botón de perfiles para que empiece a parpadear, para acto seguido pulsar la palanca y el botón que queremos que replique, Así, con las cuatro palancas de cada perfil.

Como en otros mandos de este tipo, hay ciertas funciones que no podemos remapear a las palancas traseras, como el botón PlayStation, o el botón Create. Pero con el resto, puedes hacer lo que quieras. Incluso puedes quitar alguna o todas las palancas si te molestan. 

Al no contar con una aplicación dedicada del fabricante, si queremos modificar otros aspectos, como remapear los botones o ajustar la zona muerta de los sticks o el nivel de vibración, lo tenemos que hacer desde el propio software de sistema de PS5, que reparte esas opciones entre los ajustes de accesibilidad y los del mando.

Desde el punto de vista de la ergonomía, Scuf Reflex Pro es un mando con el mismo tamaño que el Dualsense. Ni más grande ni más pequeño. Resulta marginalmente más pesado que el mando oficial por los extras y añadidos, como las palancas traseras, pero no es nada exagerado.

Eso sí: aparte del cable mallado y dos sticks intercambiables (uno de palo "corto" y otro "largo"), no incluye más extras. Si quieres una funda de transporte, tendrás que comprarla aparte, así como los juegos de los sticks completos (dos cortos y dos largos). Es algo que, por lo que vale, Scuf debería empezar a plantearse incluir de serie en todos sus mandos.

Hablando de los sticks, el proceso para intercambiarlos es muy sencillo, ya sea por desgaste de los materiales tras el uso o porque, para determinados géneros, prefieres un stick alto o bajo, cóncavo o convexo.

Para ello debemos retirar el embellecedor, la pieza de plástico que rodea los sticks y queda debajo del touchpad. En la base de las asideras encontraremos una pequeña hendidura que permite empezar a retirar este embellecedor (mejor hacerlo suavemente, dado que es la pieza más frágil del mando).

Una vez quitado, basta con tirar del stick que se quiere cambiar hacia arriba para extraerlo, y encajar el nuevo. Es decir, cambiar los sticks es un proceso muy sencillo, que funciona a la perfección, y que no requiere ningún tipo de herramienta para hacerlo.

Eso sí, hemos echado en falta algunas opciones que sí están presentes en el Scuf Instinct Pro, como son las carcasas intercambiables. Aquí, por el diseño del Dualsense entendemos que esto no es posible...

... pero sí es cierto que podemos retirar el embellecedor del mando fácilmente (la pieza donde están los sticks insertados) y no existe la posibilidad de comprar diferentes embellecedores para darle un plus extra de personalización al Scuf Reflex. 

Valoración final

Como dijimos en nuestro análisis del Scuf Impact para PS4, una vez pruebas un mando Scuf, es complicado volver atrás y usar el mando oficial. Del sistema que sea, da igual.

Los extras que incorpora, empezando por las palancas traseras con programación al vuelo y perfiles, y siguiendo por los detalles como el agarre texturizado o los gatillos cepillados, y terminando por las opciones de personalización cosmética, hacen que el mando se sienta muy distinto.

Tendrás entre tus manos un mando único, con las opciones que quieras, ya sean unos gatillos ultra rápidos, o un mando ligero sin los motores de vibración. Las opciones de personalización que abre, te permiten tener un mando a tu medida, como tú quieras, y con el uso, se acaban volviendo imprescindibles.

Luego están los acabados y los materiales. Si eliges un frontal de los denominados "designer", tendrás una verdadera preciosidad entre tus manos. No es que los nuevos Dualsense de colores, a juego con las nuevas carcasas de PS5, no sean preciosos, es que Scuf Reflex está a otro nivel.

El gran "pero", como siempre que hablamos de los mandos de Scuf es el precio. No es un mando para todos los bolsillos, ni para todo tipo de jugadores. Hablamos de un mando que casi cuesta lo mismo que una Nintendo Switch OLED, algo que para un alto porcentaje de los mortales puede ser un disparate.

Pero insistimos: es un trabajo de artesanía, que culmina uno de los pocos mandos Pro de PS5 que hay en el mercado y que, además, mejora en muchísimos aspectos al mando oficial. Quizá para el jugador medio no sean suficientes para desembolsar tal cantidad de dinero, quizá para otros sí. Pero lo que es innegable es que hay un trabajo muy bien hecho tras este mando.  

Por eso, si el dinero no es problema y quieres jugar con el mejor mando para PS5 y PC del mercado, tienes en Scuf Reflex Pro una de las propuestas más sólidas y contundentes.