Avance de Rune Factory 5, la nueva entrega de la serie de rol derivada de Story of Seasons que mezcla RPG de acción con simulador de vida, cuidado de cultivos y monstruos y romances con sus personajes. Sale el 25 de marzo en exclusiva para Nintendo Switch, pero ya hemos jugado las dos primeras horas y os contamos nuestras impresiones.
Rune Factory es una serie de RPG desarrollada por Marvelous, que nació como un spin-off de Story of Seaons (anteriormente conocido como Harvest Moon -a pesar de que ahora exista otro Harvest Moon alternativo, ¡es una larga historia!-).
Por esa razón, incluye sus señas de identidad, que es la gestión de granjas con el cuidado de cultivos y el componente social dentro del juego (hacerte amigo con los aldeanos del pueblo e incluso casarte con alguno/a). Sin embargo, Rune Factory los mezcló con más toques roleros y de exploración de mazmorras, lo que les convierte en una curiosa mezcla de RPG de acción y simulador.
Ahora, Rune Factory 5 está a punto de salir en exclusiva Nintendo Switch. Es la primera entrega que sale en casi una década, pues Rune Factory 4, que fue de 3DS, salió en 2012 (y en 2015 en Europa). La quinta entrega nos llega con un año de diferencia con respecto al mercado japonés, donde, por cierto, arrasó en su estreno.
Rune Factory sigue siendo una serie de nicho, y nunca ha sido tan popular como Harvest Moon o Story of Seasons. Muestra de ello es que Rune Factory 5 llegará al mercado europeo en cuatro idiomas, y ninguno de ellos es el español.
Los ingleses, alemanes y franceses podrán disfrutarlo en su lengua, pero en España tocará dominar el inglés, pues precisamente es un juego con no pocos diálogos. El año pasado, Story of Seasons Pioneers of Olive Town sí llegó a Europa localizado al español, también en Switch, ambos editados por Marvelous Europe.
Rune Factory 5 comienza de una forma muy familiar: nuestro personaje, chico o chica, se despierta con amnesia en el bosque. Tras un breve combate, somos transportados al pueblo de Rigbarth, donde se nos presenta a toda la tropa de waifus y husbandos del juego (incluyendo furros).
El comienzo es bastante lento, con mucho diálogo explicativo y una ruta por todo el pueblo para presentarnos a todos los aldeanos que regentan locales útiles: el restaurante, tienda de comida, tienda de productos generales, un spa, el herrero, la tienda de cristales, de muebles...
Como no tenemos otra cosa que hacer hasta que recuperemos la memoria, nos invitan amablemente a unirnos a SEED, una organización encargada de proteger al pueblo de monstruos y amenazas.
Nuestro trabajo en SEED se alterna con otros quehaceres como cultivar verduras, cocinar, pesar, aprender a craftear armas, decorar nuestro hogar, aumentar el nivel de amistad con los personajes...
Rune Factory se caracteriza por equilibrar dos estilos de juego, el de RPG de acción con el de simulador de vida. Por eso, quizás arranque a un ritmo demasiado lento para algunos (sobre todo por la gran cantidad de personajes que nos cuentan su vida en verso nada más conocerlos, ¡vas a tener que estudiarte sus nombres si no quieres perderte!).
Pasada la primera hora de correspondientes tutoriales y paseos por el pueblo, por fin afrontamos la primera mazmorra, tan sencilla como avanzar en línea recta derrotando enemigos, hasta encontrarnos con el jefe final, un precioso zorro de nueve colas que podría ser el padre de Amaterasu de Okami, si viviera en un mundo de gominola.
El combate es en tiempo real, y al principio solo contamos con una sola espada y un movimiento de esquiva (que sirve únicamente para eso, esquivar: olvídate de usarlo para avanzar más rápido cuando vayas corriendo por ahí, porque parece que te muevas a cámara lenta).
Más adelante sí esperamos otros tipos de armas, habilidades y hechizos mágicos que podemos equipar a otros botones y nuevos combos que aprendemos al aumentar nuestra skill con el arma.
Rune Factory 5 es el primer juego de la serie en salir para una consola de sobremesa, Switch. Todos los anteriores salieron en Nintendo DS o 3DS, siempre en las portátiles de Nintendo, aunque Rune Factory 4 Special, una versión mejorada del juego de 3DS, acabó llegando a Switch, PS4, Xbox One y PC.
Por esa razón, se prescinde de la tradicional cámara aérea por un más moderno motor en 3D, donde podemos mover la cámara con libertad. Para la serie, es un evidente salto hacia adelante, aunque no necesariamente a mejor.
Gráfiamente, el juego es muy pobre: texturas a muy baja resolución, polígonos muy simples, y framerate muy inestable. Puede que el rendimiento mejore con un prometido parche de lanzamiento, pero lo que hemos visto de momento nos ha parecido muy flojo, tanto a un nivel técnico como artístico.
A diferencia de Rune Factory 4 Special, donde el ángulo de cámara fijo permitía cuidar mucho más el detalle, en Rune Factory 5 las distancias son muy amplias... y todo parece estar vacío.
Muchos defectos se pueden achacar a las capacidades técnicas de la consola o el presupuesto de Marveolus (las distancias de dibujado se le atragangan tanto como a Leyendas Pokémon Arceus), pero otras simplemente son poco cuidado o malas decisiones en el campo artístico.
Por ejemplo, el pueblo es poco más que una explanada verde con las casas desperdigadas, sin ninguna ordenación urbanística lógica u ornamentos para hacerlo más acogedor: sí, es "grande", pero está totalmente vacío y carente de vida. Si este es el sitio donde vamos a pasar la mayor parte del tiempo haciendo vida social y trabajillos varios, nos va a costar mucho trabajo considerarlo un hogar.
Cuando sales al pequeño mundo abierto que hay fuera del pueblo a explorar, buscar materiales y cazar monstruos, la cosa tampoco mejora mucho. Carece por completo de las cualidades de diseño que caracterizan al reciente ejemplo de Arceus, que técnicamente es deficiente, pero artísticamente juega con ese efecto "acuarela de Zelda BOTW" para que, al menos, sea agradable de ver casi siempre.
Incluso el reciente Story of Seasons que salió en Switch hace un año, sin ser ninguna virguería, era mucho más bonito con su estilo chibi, texturas planas pero coloridas y polígonos simples pero expresivos.
En Rune Factory 5, entornos y enemigos lucen simples y anticuados, de varias generaciones atrás, aunque a su favor cuenta con un diseño de personajes muy florido cuando los ves en sus ilustraciones y en algunas (brevísimas) secuencias anime.
Que técnicamente vaya tan justito quizás no suponga un problema grave a largo plazo, en cuanto nos habituemos a su mundo, vayamos indagando en la historia y sus profundas mecánicas roleras.
Como decíamos, la saga Rune Factory se caracteriza por unir en un mismo paquete dos estilos de juego, el RPG de acción y la simulación de vida, y eso significa mezclar dos dinámicas aparentemente opuestas: el seguimiento de una historia lineal y de complejidad incremental con el jugar a tu propio ritmo sin objetivos ni urgencia.
¿Podrá el juego compenetrar de forma satisfactoria los dos núcleos jugables a lo largo de las muchas horas de juego que promete Rune Factory 5? ¿Sufrirá el ritmo de la historia por las "distracciones" de sus aspectos de simulación? O, por el contrario, ¿perderemos el interés en nuestra vida en Rigbarth al estar más ocupados en explorar mazmorras y capturar monstruos?
En el próximo análisis de Rune Factory 5, más cercano a su lanzamiento europeo del 25 de marzo en Nintendo Switch, os daremos la respuesta.
Descubre más sobre Javier Escribano, autor/a de este artículo.
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