Impresiones de Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp para Switch, el retorno de un imprescindible de Nintendo

Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp sale en Nintendo Switch el 21 de abril, tras un retraso de un año entero en el que desapareció del calendario... para no herir sensibilidades, ya que es un juego de guerra que, pese a su aspecto infantil, podía recordar a la guerra de Ucrania (o a cualquier conflicto moderno).

Un año después, Nintendo por fin arranca la maquinaria, y el lanzamiento de Advance Wars en Nintendo Switch dentro de tres semanas es inevitable. 

Y aunque no es una nueva entrega, sino un remake de los dos primeros juegos de Game Boy Advance, de hace 20 años, para muchos será su primera introducción con esta saga, que sí, se parece a Fire Emblem... y a su vez es muy diferente. 

¿Puede que mejor, incluso? Es una de las cosas que vamos a ir viendo en este avance de Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp para Nintendo Switch.

Advance Wars y Fire Emblem, hermanos de sangre

Fire Emblem es una de las sagas más populares de Nintendo ahora mismo. Acaba de salir Fire Emblem Engage, el año pasado salió el spin-off Fire Emblem Warriors: Three Hopes y en 2019 salió el aclamado Fire Emblem Three Houses.

Desde 2013, cuando Fire Emblem Awakening pegó el petardazo en Nintendo 3DS, Fire Emblem promocionó a convertirse en una de las IP "top" de Nintendo, con entregas nuevas cada dos o tres años máximo...

... algo muy diferente a lo que le ocurrió a Advance Wars, una saga considerada "prima hermana" de Fire Emblem porque es de los mismos creadores, Intelligent Systems, y jugablemente es muy parecida: estrategia táctica por turnos.

De hecho, el primer Advance Wars precedió al primer Fire Emblem (concretamente, Famicom Wars en 1983), y ya el Advance Wars que todos conocemos, el de Game Boy Advance, fue tan exitoso en occidente que Nintendo se animó a localizar Fire Emblem.

A partir de ese momento, la saga Fire Emblem fue en ascenso (en GBA, DS, GameCube, Wii...) mientras que la saga "Nintendo Wars" desapareció sin dejar rastro tras Advance Wars: Dark Conflict en 2008 para Nintendo DS.

Afortunadamente, Nintendo se ha decidido a traerla de vuelta en Nintendo Switch con Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp, aunque se lo ha encargado a una third party muy afín, Wayforward, que en colaboración con Intelligent Systems han recreado al pie de la letra los dos juegos de GBA de 2001 y 2003 en un pack completísimo.

Advance Wars 1+2 incluye ambas campañas con los mapas, hasta donde hemos podido ver, tal y como eran en los originales. Pero el salto gráfico es evidente, y en lugar de cambiar el estilo artístico, muy de dibujo animado, lo han subrayado, ahora con pequeñas animaciones 2D y frecuentes voces en español. 

En las batallas todas las unidades parecen "de juguete", y se ha utilizado el mismo efecto gráfico del desenfoque con objetivos macro, como si estuviéramos viendo miniaturas, algo con lo que ya jugó Nintendo en juegos como Yoshi's Crafted World.

Diferencias entre Advance Wars y Fire Emblem

Como decíamos, Advance Wars y Fire Emblem son muy parecidas: ambos son juegos de estrategia por turnos, en tableros por casillas, y el objetivo es derrotar todas las unidades enemigas o capturar la base del rival.

Pero aunque se juegan casi igual, tienen también muchas diferencias. Para empezar, hay que hablar con propiedad: Fire Emblem es un SRPG, y la "s" viene de estrategia, en el fondo es un juego de rol: tienes varios personajes que puedes subir de nivel y hacer que aprendan habilidades nuevas para enfrentarse a enemigos cada vez más poderosos.

Advance Wars, en cambio, es un juego de estrategia táctica pura y dura y con elementos de simulación, con más en común con StarCraft o Total War, o el ajedrez de toda la vida. De hecho, si tuviera que adscribirse a un subgénero, sería el de los wargames, o juegos de guerra que simulan escenarios plausibles de conflicto y que se usan como herramienta de entrenamiento real.

¿Qué implica todo esto? Que, a grandes rasgos, es un juego mucho más limitado en el que no existe ese componente al que quizás estés acostumbrado si vienes de jugar a Fire Emblem Engage, Triangle Strategy, Tactics Ogre o Mario + Rabbids: el vínculo emocional que estableces con tu o tus personajes que vas haciendo crecer durante toda la historia.

Advance Wars siempre juega con un número relativamente bajo de elementos: dos tipos de infantería que pueden conquistar ciudades o fábricas, unidades de reconocimiento terrestres y marítimas, varios tipos de tanques y artillería pesada, helicópteros, cazas, bombarderos, fragatas, submarinos y cruceros.

A eso hay que sumar los poderes de los OJ, los generales, que se van cargando según derrotemos unidades, y son cosas como reiniciar el turno en algunas unidades, ganar fuerza de ataque o repararlas. Un toque de fantasía muy "nintendero" que choca un poco con la verosimilitud del resto de mecánicas.

Como veis, son muchos tipos de unidades (y te llevará un tiempo aprenderte las fortalezas y debilidades de cada una), y cuyo rendimiento varía según su ubicación (visibilidad, defensa, poder de ataque). 

Pero irás descubriendo todas ellas en las primeras partidas, de ahí el "relativamente bajo" que hemos usando antes: a las pocas horas ya conocerás el 80% de los fundamentos y mecánicas de Advance Wars. ¿Significa eso que el juego se estanca? Todo lo contrario.

La (también relativa) poca cantidad de recursos de Advance Wars es algo que juega a su favor, pues obliga a dominarlos todos y sacarles el máximo partido. 

Aquí no vale la excusa de "es que mi personaje no tiene suficiente nivel" o "es que he usado el personaje equivocado": los recursos y unidades que te dan al principio de cada nivel son los que hay, y más vale que te apañes con ellos.

Eso significa que verás con frecuencia el menú de "rendirse" y reiniciar batalla, y aunque no existe una sola forma de ganar, los niveles de la campaña están cuidadosamente diseñados para que tengas que seguir una estrategia en completo después de un periodo de experimentación y exploración (muchos mapas juegan con la niebla de guerra, ocultando la localización de tus rivales).

Con frecuencia, también te pondrán en escenarios con clara desventaja o que de primeras resultan casi imposibles, de ahí que tengas que ser extremadamente cuidadoso, estudiar cada repercusión de tus movimientos... y acostumbrarte a sacrificar unidades o usarlas como cebo.

Un acercamiento que es todo lo contrario a Fire Emblem, donde se desincentivan los riesgos con la famosa permamuerte, un concepto que no existe en Advance Wars.

Por último, que Advance Wars sea tan equilibrado permite incluir algo que no existe en Fire Emblem: el multijugador, que es casi un pilar más del juego, y que en este remake para Switch incluye vertiente local (hasta cuatro jugadores en una sola consola con un solo mando, turnándose) y online.

De todo ello (y del editor de mapas, que lo convierte prácticamente en un juego infinito) os hablaremos con más detalle en el análisis de Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp dentro de unas semanas.

Advance Wars, un imprescindible de Nintendo al que por fin hacen justicia

En general, su sistema de juego, engrasado como un reloj, es la razón por la que Advance Wars ha sido tan reverenciado por los fans, que lo colocan habitualmente entre los mejores juegos de Game Boy Advance, la razón por la que todavía sigue habiendo comunidades que lo juegan a día de hoy y muchos estudios indie han sacado "clones", como Wargroove o Tiny Metal.

Por eso es tan, tan importante que Nintendo se haya dado cuenta de que Advance Wars es una de sus mejores sagas, que merece tener un hueco al lado de Fire Emblem porque, pese a sus similitudes, son también muy diferentes y complementarias. ¡En dos semanas por fin se hará justicia!