Análisis de Jusant, un viaje emotivo y vertical de Don't Nod, ya disponible en Game Pass

Si hay algo en lo que la desarrolladora Don't Nod (Life is Strange, Tell Me Why) es especialista, es en sacar a relucir sentimientos que normalmente no vinculamos a los videojuegos. Sus aventuras tienen un tono íntimo, introspectivo y eso es algo que demuestra muy bien el nuevo juego Jusant, que llega ahora a PS5, PC y Xbox Series X (ya disponible en Game Pass).

Desde el principio, se nota que esta aventura de plataformas tiene algo especial, desde su propia jugabilidad hasta una estética y narrativa que beben más que nunca del espíritu de los juegos indie. Preparaos para un viaje en el que el mensaje más profundo está en la cima de una montaña.

El análisis de Jusant para PS5, Xbox Series X|S y PC en Hobby Consolas:

• El gameplay de Jusant
• Nivel de dificultad de Jusant
• ¿Cuántas horas dura Jusant?
• Cuánto cuesta Jusant y dónde puedes jugarlo
• La opinión de Hobby Consolas de Jusant
• Nota: Lo mejor y lo peor de Jusant

Jugabilidad y gameplay de Jusant

En términos generales, podríamos describir a Jusant como un "simulador de escalada". La aventura comienza con un muchacho de nombre y pasado desconocidos, que llega al pie de una montaña. No sabemos nada sobre él, solo que tenemos que comenzar a escalar.

Aunque esta dinámica se ha visto en muchos juegos, como Assassin's Creed Valhalla o Zelda Tears of the Kingdom, aquí ha de hacerse más paso a paso o, mejor dicho, mano a mano, al estilo de juegos de VR como Horizon: Call of the Mountain o The Climb.

Así, con el stick movemos el brazo con el que toque agarrarnos en cada ocasión y pulsamos el gatillo correspondiente para el agarre. Si soltamos el gatillo, la mano hará lo propio, así que debemos ir compaginando el agarre, mover el otro brazo, agarrarlo y soltar cada mano cuando queramos seguir avanzando. Se tarda unos segundos en pillar el ritmo, pero luego lo haréis sin pensarlo.

Como suele pasar con estos juegos, nuestra resistencia se irá agotando a medida que escalemos, así que es importante cumplir dos tareas. Por un lado, descansar cada cierto tiempo, incluso en plena escalada, pulsando un stick. Esto recuperará algo de resistencia, pero el medidor total irá mermando hasta que lleguemos a alguna superficie donde ponernos de pie.

Por otro lado, nada más iniciar la escalada ponemos la cuerda en un mosquetón, que marcará nuestro punto de inicio (el mosquetón también nos sirve como guía para entender por dónde seguir a continuación), pero en mitad de la pared podemos poner hasta 3 mosquetones más, que nos pueden servir para descansar o para marcar un punto de balanceo.

Y es que no solo hemos de escalar verticalmente. A veces, puede que nos tengamos que balancear, como si estuviéramos en una liana, para llegar a lugares distantes. Al principio, veremos claro el punto de anclaje para balancearnos, pero más adelante tendremos que calcular dónde colocar nosotros ese mosquetón intermedio que nos permita balancearnos bien.

No son los únicos recursos que tendremos que aprovechar. En algunos tramos, podemos ejecutar un salto vertical o lateral, incluso doble, bajo el "peaje" de gastar bastante resistencia. Más adelante, habrá que tener en cuenta otros factores como la propia luz del sol, pero lo más importante es la presencia de un extraño animalito azul que nos acompaña.

En un principio, no sabemos nada sobre él, pero poco a poco el juego nos va guiando para aprovechar sus sorprendentes habilidades y de este modo abrir nuevos caminos o encontrar el siguiente destino. Preferimos no daros muchos detalles para que lo vayáis descubriendo por vosotros mismos...

Además de ir avanzando verticalmente para progresar en la trama principal, podemos encontrar hitos de piedras en las que colocar una nueva (es una especie de "coleccionable"), leer cartas (en castellano) de las personas que estuvieron por allí antes, escuchar caracolas que nos evoquen sonidos del pasado o activar unos místicos altares.

Como decimos, al principio tenemos muy poco contexto sobre todas estas actividades, pero poco a poco vamos descubriendo el pasado de la colosal montaña que escalamos y el de sus antiguos habitantes, así como nuestro propósito en esta aventura. Una civilización perdida, la importancia del agua para la vida y muchas otras variables esperan ser descubiertas con cada escalada.

¿Es difícil Jusant?

No podemos seleccionar nivel de dificultad y, a grandes rasgos, no se trata de un juego especialmente difícil. De hecho, el objetivo de los desarrolladores es que exploremos con calma y disfrutemos del propio proceso de la escalada. Normalmente, tenemos bastante tiempo para ejecutar cada tramo antes de quedarnos sin resistencia, así que es un proceso bastante tranquilo.

Lógicamente, a medida que avanzamos los desafíos se vuelven menos evidentes y puede que haya algún momento en que os frustréis porque no sabéis dónde se supone que tenéis que ir a continuación, pero no pasa a menudo.

Simplemente, hay que tener la mente abierta y entender que, a veces, puede que nos toque descender primero para buscar otra ruta y emprender el siguiente paso de ascensión.

Nuestra cuerda no tiene una extensión infinita, pero sí lo suficientemente larga como para escalar o hacer rappel (que también se puede) sin miedo. A veces, experimentar es la mejor solución.

¿Cuántas horas dura Jusant?

Como suele pasar con este tipo de aventuras más "personales", Jusant no es un juego especialmente largo. Aun explorando con calma y a vuestro ritmo, lo más probable es que os dure entre 5 y 6 horas.

Como decíamos, hay algunos coleccionables como cartas, pero seguramente no sean motivación suficiente para una segunda partida. Eso sí, el viaje se saborea minuto a minuto.

Precio y plataformas disponibles

Jusant se lanza para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC, a un precio de 24,99 euros, lo que lo hace bastante apetecible.

Por ahora, no hay ninguna edición física ni especial de Jusant, tan solo la edición estándar en digital. ¿Veremos alguna edición con caja en el futuro?

En cualquier caso, tenemos la buena noticia de que Jusant estará disponible en Game Pass desde el día uno. ¡Viva!

Una montaña con atmósfera

Está claro que Jusant propone una experiencia diferente a la de la mayoría de los videojuegos. No solo porque se base en la escalada, sino porque la exploración es más pausada, más tranquila. No hay enemigos, aparentemente no hay un desafío apocalíptico por delante, solo la exploración a nuestro ritmo y el misterio de una civilización por descubrir.

Nuestro propio personaje, que por supuesto no dice ni una palabra, tiene claramente un pasado especial detrás y, aunque nos pica la curiosidad por descubrirlo (del mismo que pasa con su azulado acompañante), no tenemos prisa por hacerlo.

Ambos personajes tienen una expresividad tranquila, aunque pueden llegar a sorprenderse con los descubrimientos que hacemos o sonreír cuando, juntos, logran alguna meta complicada.

El diseño artístico es fundamental para esta experiencia. En cierto modo, recuerda a planteamientos como el de Ico o el de un cuento infantil, pero su aspecto "sencillo", casi como de arcilla, no impide que se nos ofrezcan impresionantes estructuras naturales o edificaciones tan enormes como misteriosas.

A un apartado visual aparentemente simple, pero sólido se une una banda sonora igualmente minimalista, con tranquilas melodías que acompañan los sonidos de la escasa fauna con la que nos topamos, los gritos de nuestro protagonista al saltar o los "cuquis" sonidos del balasto, nuestro pequeño compañero.

Está claro que Jusant no será el juego más conocido del año, tampoco será al que todo el mundo le apetezca jugar en un primer vistazo, pero tampoco lo pretende. 

Lo que sí quiere es que nos dejemos llevar por su atmósfera, tan mágica como melancólica y disfrutemos de un concepto tan simple como escalar. Hay mensajes a favor de la naturaleza y de recapacitar sobre las conexiones humanas, entre otras lecciones de vida. Con este juego, el viaje es casi más importante que la respuesta que haya arriba.