Análisis de Tomb Raider I-II-III Remastered, el regreso de una trilogía que revolucionó el sector

Si vivisteis los videojuegos de mediados de los 90, es casi imposible que no os alcanzara la moda de Tomb Raider. Lara Croft supuso una revolución por su sex-appeal, claro, pero sobre todo lo fue por su carisma, agilidad y por unos juegos que elevaron el concepto de aventura 3D a un nuevo nivel. Eso mismo recupera Tomb Raider Remastered I-II-III para PS4, PS5, Xbox Series X|S, One, Switch y PC.

Este recopilatorio reúne los tres primeros juegos de la generación de 32 bits, los que lo empezaron todo y nos los presenta casi, casi, tal cual los vivimos en nuestras teles de tubo. A diferencia de aquel remake que Tomb Raider Anniversary, esto es un remaster puro y duro, por lo que los niveles, movimientos de Lara y enemigos son idénticos a los originales. Eso así, hay añadidos aquí y allá.

El análisis de Tomb Raider Remastered en Hobby Consolas:

• La jugabilidad de Tomb Raider Remastered
• Nivel de dificultad de Tomb Raider I-II-III Remastered
• ¿Cuántas horas de juego dura el recopilatorio de Tomb Raider?
• La opinión de Hobby Consolas de Tomb Raider Remastered
• Nota: Lo mejor y lo peor de Tomb Raider Remastered

Jugabilidad y gameplay de Tomb Raider Remastered

El concepto general es el mismo en los tres juegos: controlamos a la inigualable Lara Croft en tercera persona para recorrer enormes escenarios (una gruta en Perú, la Muralla China, una jungla de la India...) en los que activar interruptores que abran el camino, encontrar objetos ocultos o items de sanación, saltar entre escarpadas plataformas y disparar a animales salvajes y malosos.

Todos los juegos arrancan con una intro pre-renderizada (que se ha conservado tal cual, sin cambios gráficos) que nos mete en situación respecto a lo que nos vamos a enfrentar pero, una vez tenemos el control de Lara, nuestra es la tarea de ubicarnos espacialmente, reconocer el terreno y entender qué se espera de nosotros. Normalmente, la cosa suele empezar por buscar interruptores...

Aunque hay numerosos momentos de acción, el peso principal de la experiencia recae sobre todo en la exploración (ya sea saltando, moviéndonos lateralmente por cornisas o nadando) y en el plataformeo 3D, por lo que es importante explorar bien el escenario. El siguiente paso a dar puede estar oculto detrás de la maleza o en una zona elevada de un templo, por ejemplo.

Lara Croft siempre va acompañada de un buen par de... pistolas, las cuales tienen munición infinita, así que podemos deshacernos con cierta facilidad de los enemigos iniciales que salgan al paso, como lobos o murciélagos. Ahora bien, más adelante podemos toparnos con osos o incluso con bichos... más extintos.

En el primer juego, tardamos en encontrar armas más contundentes, pero en las dos entregas siguientes contamos con una escopeta de munición muy limitada, a lo que más adelante podemos añadir más "juguetitos".

El objetivo es llegar al final de cada nivel y encontrar los objetos fundamentales de la trama, por supuesto, pero por el camino hay montones de tesoros ocultos y caminos secretos que hacen que el avance sea poco lineal.

Lara tiene muchos más movimientos de lo que pueda parecer en un principio (esa fue una de sus señas de identidad más revolucionarias en su momento), por lo que, antes de lanzarnos a la aventura, es importante practicar en la mansión Croft, donde aprendemos a ejecutar saltos largos, agarres en plena caída, piruetas laterales y todo lo demás. ¡Menuda acróbata está hecha!

Todo esto ya estaba en los juegos originales, así que... ¿qué aporta este remaster, más allá de la mera recopilación?

El cambio más evidente es una "capa de pintura" gráfica, que nos muestra un modelo mucho más detallado para Lara y texturas redibujadas en alta resolución para los escenarios, además de efectos de iluminación mucho más modernos. Si queremos comprobar cómo han cambiado los tiempos, basta con pulsar un botón y podremos pasar a los gráficos originales al vuelo. ¡Mola!

Además, dentro del esquema de control se ha añadido la posibilidad de elegir entre un control tipo tanque (el original, en el que teníamos que girar sobre nosotros mismos antes de cambiar de dirección) o uno más moderno y fluido. A no ser que seáis super nostálgicos, la segunda opción es mucho más recomendable. Y claro, ahora podemos controlar la cámara y Lara irá en esa dirección.

Un detalle chulo: se nos permite activar un modo foto para capturar a Lara en plena pirueta o disparando a lo loco. Incluye diferentes expresiones para Lara y podemos ponerle cualquiera de los trajes de los juegos incluidos. ¡Cómo habríamos matado por tener esa opción en los años 90!

Desde el menú principal de selección de juego podemos optar por las aventuras originales o bien por los DLCs que se lanzaron en su momento y que aquí están disponibles desde el principio. Estos aportan, en total, una veintena de niveles extra, que suelen ser bastante complicadillos.

Y, de propina, hay decenas de trofeos y logros. Sí, lo habéis adivinado: encerrar al mayordomo en la Mansión Croft es uno de ellos. Pobre hombre.

¿Es difícil Tomb Raider Remastered?

Si sois veteranos de los juegos originales ya estaréis sobre aviso, pero si sois novatos en los inicios de la franquicia, quizá os asombre (y asuste un poco) daros cuenta de lo hostiles que eran los juegos en aquella época. 

No hay mapa ni minimapa y la exploración se basa puramente en nuestra intuición, observación y algunas pistas contadísimas. Del mismo modo, buena parte de los tiroteos y, sobre todo, los saltos, están muy medidos. Una caída a destiempo puede provocar la muerte directa o tener que repetir un buen tramo de cada nivel.

Es sorprendente comprobar cómo han cambiado los tiempos. Ahora, nos extraña si no tenemos checkpoints cada dos por tres o si los protagonistas no insinúan lo que hacer a continuación, pero aquí Larita arranca en un lugar inhóspito y hala, a buscarse la vida. Puede ser algo frustrante, sí, pero también aumenta la sensación de que estamos en una aventura de supervivencia.

Duración de Tomb Raider Remastered

Los dos primeros Tomb Raider duran unas 16 horas cada uno, mientras que la tercera entrega se colocaba más cerca de las 20 horas. Eso nos da una duración total de más de 50 horas, a lo que habría que añadir tanto el espacio de entrenamiento en la mansión Croft como los DLCs que se pueden jugar desde el principio, así que fácilmente podéis subirlo a las 60 horas.

Más aún, si nos atrevemos a buscar todos los secretos y coleccionables de cada juego, que no son pocos. Vamos, que tenéis entretenimiento para decenas y decenas de horas, si os ponéis completistas.

Reliquias recuperadas

Solo por el hecho de traer de vuelta tres juegos tan importantes de los años 90 (vendieron millones de unidades y trascendieron más allá del sector), este recopilatorio ya supone un lanzamiento interesante, que además se vende por unos apetecibles 29,99 euros. Pero no se trata solo de tener piezas de museo. ¿Los juegos siguen siendo divertidos?

La respuesta es "sí, si estás dispuesto a pagar el precio". No nos referimos a los euros, sino a pasar por el aro de una forma de concebir los videojuegos que, lógicamente, está algo anticuada. Cuando se lanzaron estos títulos, las experiencias 3D aún no estaban bien pulidas del todo y, aunque el control es ahora mucho más suave, el diseño de niveles puede parecer un pelín destroyer a algunos.

Los chicos de Aspyr, responsables del remaster, han hecho un buen trabajo modernizando ciertas facetas, pero no cabe duda de que este es un juego más duro, más basado en la habilidad desnuda, que lo que nos acostumbró, por ejemplo, la estupenda trilogía de reboot.

Habrá usuarios que vean esto más bien como una virtud ("¡¡ya no se hacen juegos duros, como los de antes!!"), pero como decíamos, si no conocisteis los originales, puede que os genere algo de rechazo inicial una experiencia tan aséptica y poco guiada. Tened paciencia y perseverad, que la sensación de aventura que se gana poco a poco merece la pena.

Eso no quita que hay ciertos problemas gráficos que pueden resultar molestos sí o sí. Por un lado, al pasar a los gráficos clásicos (al menos, en la versión Switch que hemos podido probar), el frame rate pega un bajón bastante importante. Resulta extraño, ya que se trata de gráficos más anticuados, pero la versión moderna es la que se mueve mejor.

Pero, por otro lado, la versión moderna quiere tener una iluminación tan realista que a veces nos topamos con zonas demasiado oscuras, las cuales se ven con más comodidad si pasamos a los gráficos antiguos y su iluminación plana. Irónico, ¿no? A eso hay que añadir numerosos defectos de clipping, algo lógico si tenemos en cuenta que el "comportamiento" del juego es el de los originales.

Y, para terminar, algunas intros pre-renderizadas presentan algunos parones bastante incomprensibles. ¿No había forma de recuperarlas mejor?

Por cierto, las voces de Lara en las intros y el tutorial de la mansión están en inglés (con acento british, por supuesto), pero en el tercer juego sí que las incluye en castellano, tal y como las vimos en la primera PlayStation.

En conjunto, Tomb Raider Remastered es un recopilatorio que quizá esté más pensado para los veteranos que quieran revivir con comodidad las aventuras de su "juventud", pero que se haga algo de bola para las nuevas generaciones de jugadores. En cualquier caso, ofrece una cantidad de contenido enorme, algunas mejoras muy interesantes y el innegable carisma de Miss Croft.