Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Noche de paz (Violent Night): Santa reparte algo más que regalos esta Navidad

Noche de paz

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No, es Santa con sus renos sobrevolando los cielos! Crítica de Noche de paz (Violent Night), dirigida por Tommy Wirkola (Zombis nazis) y protagonizada por David Harbour en el papel de un peculiar Santa Claus. Estreno el 2 de diciembre.

No hace falta ser el Grinch para tener un pelín atravesada la Navidad. Así lo demuestra la nueva película de Tommy Wirkola titulada Noche de paz (Violent Night) de la que os hablamos hoy. Con un guión coescrito por Pat Casey y Josh Miller, esta cinta de 101 minutos nos presenta a un Santa Claus alejado del cliché.

Resulta que nuestro gordinflón amigo está harto de la hipocresía de los niños y del capitalismo desaforado que le obliga a repartir dinero en metálico y videojuegos (ahí una pullita al público jugón) de modo que su fe en la magia de la Navidad empieza a tambalearse y, antes de empezar a trabajar, se emborracha de lo lindo.

Así están las cosas, al menos hasta que se acerca a la mansión de una influyente familia. Los Lightstone son un clan familiar liderado por la implacable Gertrude y, en pocas palabras, son alimañas los unos para los otros (un Succession en miniatura).

De todos ellos solo su nieta tiene una firme fe en la existencia de Santa Claus que está casualmente por allí probando su sofá relax y zampándose las galletas que le han dejado cuando irrumpe una banda de matones que quiere hacerse con el dinero que guardan en una cámara acorazada.

Armado con un mazo y un bastón de caramelo, y en colaboración con la pequeña Trudy, Santa se enfrentará a los atacantes y les hará pagar con sangre ser "chicos malos".

David Harbour disfrutando como un niño

Lo has visto como Hopper en Stranger Things, como Alexei en Viuda Negra y como protagonista de la nueva versión de Hellboy, pero el papel que le sienta como anillo al dedo a David Harbour es el de San Nicolás en modo extremo: ya desde el tráiler de Noche de paz se deja notar hasta qué punto está cómodo en este delirante rol en el que más que repartir regalos, reparte estopa.

Si nos atenemos estrictamente a criterios de calidad, hay que decir que la película es una cinta de acción a veces algo farragosa en la que la parte más lograda es el homenaje nada velado a Solo en casa con las trampas que Trudy plantea para defenderse de los ladrones.

El guión bascula entre unas partes muy edulcoradas en las que se habla de la magia de la Navidad, buenas intenciones y la fe ciega y otras delirantes en las que accedemos al pasado de guerrero aplastacráneos de un Santa que dista de la imagen idílica que sirve de prototipo y sirven de antesala a un nivel de violencia brutal. 

Esto hace que el mayor problema de la peli sea determinar cuál es su público objetivo: los cuarentones que disfrutamos de historias algo salvajes ambientadas en Navidad estamos ya en el bolsillo de Wirkola (a pesar de que tenga algún momento algo moñas de más), pero la audiencia que no se vea imantada por la nostalgia para ir a la sala de cine, quizás la encuentre muy extrema.

Con todo, Noche de paz es un placer culpable de primera categoría en el que trineos, carámbanos de hielo, afilados bastones de caramelo de rayas rojas y blancas, guirnaldas y adornos navideños de todo tipo, como la estrella de árbol, terminan gozosamente convertidas en armas definitivas en peleas cuerpo a cuerpo surrealistas. 

No es que Wirkola haya inventado este subgénero de subversión de los tópicos navideños (ahí están Silent Night o Noche de paz, noche de muerte como ejemplos recientes bien chulos), pero nos propone una zambullida por el reverso tenebroso de esta señalada fecha metiendo en el saco de Santa mucho gore, acción y humor negro. Hemos debido ser bastante buenos para que nos traiga este festín.

VALORACIÓN:

Si te van las Navidades gamberras, Noche de paz viene para convertirse en uno de los clásicos que invitan a ser vistos en estas fechas saliéndose de los raíles. Bestia como ella sola, nos asegura risas y salpicaduras de sangre.

LO MEJOR:

No esconde ninguna de sus referencias: Solo en casa, Jungla de cristal y otras citas cinematográficas en las que han convergido Navidades y violencia.

LO PEOR:

Cuesta definir a qué público se dirige: el mensaje de fondo es muy blanco, pero el nivel de gore la aleja del público más joven.
Hobby

70

Bueno

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.