El cine de catástrofes más exagerado que se ha estrenado: 9 películas que acaban con todo

El cine de catástrofes tuvo una época dorada en los años 70. Habitualmente, películas que se llamaban igual que el desastre del que trataban: Terremoto, Airplane, Roller Coaster (¡sí!)

Las películas de catástrofes se volvieron a poner de moda en los años 90, una década mágica porque todavía se mezclaban efectos especiales y miniaturas con innovadores efectos digitales, creando imágenes inolvidables.

Hoy día, todo se puede crear por ordenador... y quizás por eso las películas de catástrofes ya no emocionan tanto al público.

Recientemente, el director "rey" del género, Roland Emmerich (Independence Day, Godzilla, El Día de Mañana, 2012) se quejó de que el público prefiere ir a ver las pelis de Marvel o Star Wars, al decir que "arruinan nuestra industria".

Y bueno, era cierto: casi nadie fue a ver su película, llamada Moonfall. No se perdieron mucho, la peli era muy mala, pero tiene una premisa de lo más absurda.

En su honor, hemos decidido elaborar esta lista con las películas de catástrofes más exageradas que se han hecho nunca. No tiene por qué ser ni las mejores, ni las peores, pero sin duda sí que son las más locas, inverosímiles.

Las películas de catástrofes más inverosímiles:

• Geostorm
• Operación Huracán
• Imparable
• Señales del Futuro
• El final de todo
• El incidente
• Sharknado
• Trilogía noruega
• Moonfall

Geostorm

Ha habido muchas películas de catástrofes naturales, y muchas de desastres provocados por el hombre. Esta es una mezcla de ambas: un sistema de satélites capaces de controlar el clima, precisamente para evitar desastres... es robado y usado para crear el Geostorm, una tormenta tan grande que puede destruir medio planeta.

Tornados en la India, una ola de calor en Moscú, un megatsunami en Dubái... el mundo se descontrola con desastres naturales imposibles, orquestados como ataques terroristas en este thriller de acción con Gerard Butler.

Curiosamente, Butler poco después protagonizaría Greenland, otra película de desastres (esta vez de un meteorito) que resultó ser una grata sorpresa: un drama familiar con poca destrucción gratuita pero mucha tensión.

Operación: Huracán

The Hurricane Heist se promocionó como una película del director de The Fast anf the Furious (A Todo Gas). Pero lo cierto es que la saga Fast & Furious tal y como la conocía el público en 2018 ya poco tenía que ver con Rob Cohen, que se bajó del tren muy pronto, y la mayor parte del público no se dejó engañar.

The Hurricane Heist, con un presupuesto tirando a lo bajo, trata sobre una banda de ladrones que intentan robar 600 millones de dólares del Tesoro de Estados Unidos transportados en camiones aprovechando el caos de un huracán.

Es tan loco y absurdo como parece, y curiosamente se parece a otra película de 1998, protagonizada por Morgan Freeman y Christian Slater, llamada Hard Rain, en la que unos ladrones intentan robar 3 millones de dólares en medio de unas inundaciones.

Ambas son pelis bastante olvidables y olvidada, pero son más dignas de lo que parecen, sobre todo si eres fan del cine de catástrofes y estás harto de dramas familiares.

Imparable

Imparable fue la última película del director Tony Scott (hermano de Ridley) que se suicidió en 2012. Aunque no recibió el mismo prestigio que su hermano, Tony Scott fue uno de los directores más prolíficos y taquilleros de cine de acción: Top Gun (1986, lanzando al estrellato a Tom Cruise), El Último Boy Scout (1991), Amor a quemarropa (1993), Déjà Vu (2006)....

Unstoppable no fue su película más taquillera ni es su más recordada, pero tiene muchos fans que la consideran una digna sucesora de la serie Speed, protagonizada por su actor fetiche, Denzel Washington, y Chris Pine.

Narra la historia (inspirada en un caso real) de un tren de mercancías que se descontrola, sin conductor, cargado de gases tóxicos: es una carrera contrarreloj para abordar el tren y detenerlo antes de que provoque una catástrofe.

Señales del Futuro

Protagonizada por Nicolas Cage, Knowing es una de las películas más divisivas: algunos la aman, otros la odian... y otros aman su premisa y odian su final, que no spoilearemos. Pero sí os contaremos la trama, que es de lo más intrigante.

En una cápsula del tiempo, que un colegio para ser desenterrada 50 años después, una niña enterró un papel con una serie de números... que Nicolas Cage descubre que son las fechas, coordenadas y número de víctimas de las mayores catástrofes de la historia de la humanidad.

En el papel salen las cifras de los atentados de Oklahoma, los ataques del 11-S o el huracán Katrina (todo muy norteamericano, sí)... pero lo más preocupante es que el papel no ha terminado, y pronostica futuras catástrofes.

El final de todo

Esta producción original de Netflix, estrenada en 2018 y con Forest Whitaker y Theo James (Divergente) quedó sepultada en su algoritmo, pero puede ser un entretenimiento digno para los amantes de los apocalipsis.

En El final de todo, toda la Costa Oeste de Estados Unidos ha sido sumida en un desastre de proporciones bíblicas, pero lo peor viene cuando la sociedad cae, y la humanidad recurre al pillaje, saqueos y violencia para sobrevivir.

La película se convierte en una road movie que, si bien no tiene demasiado interés como trama, si muestra un apocalipsis más verosímil de lo habitual en el cine de Hollywood y la naturaleza de la catástrofe sirve como alerta del delicado equilibrio de nuestro planeta.

El Incidente 

¿Qué pasaría si la humanidad, un día, perdiera todo el instinto de supervivencia? Esa es la premisa de El Incidente, una de las películas más criticadas de M. Night Shyamalan (El Sexto Sentido), pero que también cuenta con numerosos defensores.

Si bien la película flaquea en muchos aspectos, su planteamiento es de lo más aterrador, y al director indio no le tiembla el pulso al mostrar toda clase de muertes truculentas, como la gente saltando del tejado o el hombre que se deja triturar por una máquina podadora. Pero lo más aterrador de todo es que son inexplicables.

Los humanos en este apocalipsis pasan por tres fases: anulación del habla, comportamiento errático y autodestrucción. La sociedad se viene abajo y nadie sabe por qué.

Sharknado

La productora The Asylum produce decenas de películas de bajo presupuesto para canales como SyFy, "mockbusters" habitualmente infumables, a veces parodiando las superproducciones de Hollywood, como Transmorphers.

Sharknado, estrenada en SyFy en 2013, pudo haber pasado como otra más, pero se hizo viral en Twitter por su propuesta, mezclando dos tópicos fetiches del cine de catástrofes: tiburones y tornados.

Al poco de emitirse, la película protagonizada por Tara Reid (que originalmente era "seria") se convirtió en un fenómeno viral: nadie que estuviera en Twitter en el verano de 2013 no se enteró de la existencia de Sharknado, lo que impulsó un estreno en cines (muy limitado, pero se agotó enseguida) y la creación de cinco secuelas: la broma duró hasta 2018, con The Last Sharknado: It's About Time.

La trilogía noruega: La ola, Terremoto y El mar del Norte

Noruega se ha convertido en la última década en la meca del cine de catástrofes. Más sobrio y realista, menos épico que las equivalentes de Hollywood, con personajes mucho más humanos y, por consiguiente, a veces menos carismáticos, pero también menos estridentes.

La primera de ellas, La ola (Bølgen), dirigida por Roar Uthaug en 2015, trata sobre un tsunami en los fiordos noruegos que destruyen un pequeño pueblo de montaña. 

Las siguientes fueron dirigidas por John Andreas Andersen: Terremoto (Skjelvet), de 2018, un terremoto destruye Oslo. Y El mar del Norte (Nordsjøen, North Sea), de 2021, es el equivalente a Deepwater Horizon: un hundimiento en una plataforma petrolífera.

Moonfall

Moonfall, la película con la que hemos abierto el reportaje, es un buen ejemplo de por qué el cine de catástrofes está de capa caída. El nombre de Roland Emmerich era imponente en los 90 y 2000 (Independence Day, El Día de mañana, 2012), pero en la última década los gustos de los espectadores cambiaron.

Moonfall es una de las mayores catástrofes comerciales de los últimos años: tuvo un presupuesto enorme, de en torno a 140 millones de dólares (una barbaridad al ser, técnicamente, una película "indie", sin una gran productora detrás), y un reparto conocido, pero de "segunda fila": Halle Berry, Patrick Wilson, John Bradley o Michael Peña.

La trama "orbita" en torno a la Luna, que misteriosamente se desplaza de su órbita, provocando naturalmente un destrozo en la Tierra por el desplazamiento de las mareas. Unos astronautas son enviados, rollo Armageddon, a investigar el suceso... y descubren que la Luna es una megaestructura artificial controlada por una IA alienígena.