Análisis de Forza Motorsport: un reasfaltado resistente a todos los elementos

Entre 2005 y 2017, hacer un análisis de Forza Motorsport se convirtió en una rutina bienal. Cada dos años, aparecía una nueva entrega del simulador de conducción exclusivo de las sucesivas generaciones de Xbox. Llegó un punto en que, incluso, se añadió una subsaga de mundo abierto complementaria, bajo el nombre de Forza Horizon, para los años sabáticos.

Esa vertiente alternativa, favorecida por su mayor margen para la innovación y la locura, acabó adelantando a la principal, supeditada a la linealidad y la seriedad. Se hacía necesario darse un respiro con el que dar un volantazo y, para eso, no hay nada como un relevo generacional, algo que Turn 10 Studios ha aprovechado para resetearse y volver a la parrilla de salida.

Así pues, seis años después del estreno de Forza Motorsport 7 en Xbox One, llega el turno de Forza Motorsport ‘a secas’ para Xbox Series X|S y PC, una tabla rasa que, en la imperante dinámica de juegos como servicio de hoy en día, se irá ampliando sin coste en los próximos años para equivaler a lo que, en su día, fueron las trilogías de Forza 2-3-4 para 360 y Forza 5-6-7 para One.

El reinicio técnico ha significado perder algo de ritmo en cuanto a cantidad de contenido, pero, a medio plazo, ese paso atrás va a permitir alcanzar una velocidad punta mayor que las que alcanzaba el Nano cuando se subía en su Renault. Y, ya de por sí, la velocidad en la recta inicial es de las que te empujan contra el asiento con sus fuerzas G.

Estos son los aspectos que vamos a tratar en en análisis de Forza Motorsport para Xbox Series X|S y PC.

• Duelo a dos velocidades con Gran Turismo 7
• Jugabilidad de Forza Motorsport
• ¿Es difícil Forza Motorsport?
• ¿Cuánto dura Forza Motorsport?
• Alquitrán de fuerza
• Polvo en el salpicadero
• Precio y plataformas
• A todos nos gusta conducir
• Nota, lo mejor y lo peor de Forza Motorsport

Duelo a dos velocidades con Gran Turismo 7

Seguro que muchos han entrado en este análisis de Forza Motorsport por el morbo de saber si ha tiene más nota que Gran Turismo 7 o menos. Ya aviso que con menos, pero no porque sea mejor o peor (pues son los dos simuladores más punteros de Xbox Series X|S y PS5, respectivamente), sino porque compiten a dos velocidades.

En el caso de Gran Turismo, Polyphony Digital optó por hacer el reseteo técnico en 2017, con el estreno de GT Sport en PS4, cuya base de coches y circuitos se aprovechó luego para el intergeneracional GT7, lanzado tanto en PS4 como en PS5. Casualmente, fue en aquel año cuando se estrenó Forza Motorsport 7, que era más completo que su rival.

Ahora, cambian las tornas por mera inercia. Porque Turn 10 Studios ha acometido el reinicio de su bólido seis años después, en su caso con un juego exclusivo de la ya actual generación (ya no tiene sentido llamar next gen a Series X|S) y pensado para ampliarse durante muchos años. De ahí que el juego no se llame Forza Motorsport 8… y que no vaya a haber ni 9 ni 10.

Traducimos todo eso a números. El juego de Sony se puso a la venta con 424 coches y 34 localizaciones (la mayoría de ellas, gestadas con el estreno de GT Sport y sus sucesivas actualizaciones), mientras que el de Microsoft cuenta con 514 vehículos (gracias a que muchos vienen de Forza Horizon 5) y 20 ubicaciones.

Eso, en estos niveles de excelencia, supone décimas de segundo, inevitablemente, y es algo que está por encima de las teorías de la conspiración. GT7 es un juego que todo poseedor de PS5-PS4 debería tener… y lo mismo se puede decir de FM respecto a los poseedores de Series X|S, con la ventaja añadida de que está en Xbox Game Pass desde el primer día. Punto.

Jugabilidad de Forza Motorsport

Aclarado eso, podemos centrarnos ya en Forza Motorsport, uno de los simuladores de conducción más vistosos, divertidos y polivalentes que han pasado por nuestras manos. Es otra razón de peso que sumar a Starfield para ir corriendo a por la consola de Microsoft, una vez superada ya las medias tintas intergeneracionales de Halo Infinite o Forza Horizon 5.

Para empezar, cabe destacar que estamos ante un juego de coches muy variado, en el que lo mismo podemos conducir coches de calle de lo más mundanos que monoplazas, turismos o superdeportivos de gran cilindrada. 

Y lo mejor de todo es que todos están recreados con un lujo de detalles exquisito, observable, especialmente, en un modo museo que permite abrir sus puertas, subirse… y admirarlos.

El subidón tecnológico se ha aprovechado para potenciar dos características que estaban en el debe de la saga. FM6 y FM7 habían tenido ya carreras nocturnas y lluvia en ciertas pistas, sí, pero se echaba en falta un ciclo día-noche y climatología dinámicos. Aquí, los hay en absolutamente todos los circuitos, lo cual es una maravilla.

Por ponerlo en valor, GT7 sólo tiene esos dos elementos en algunos circuitos. En todos se puede correr a diferentes horas del día, pero sólo algunos permiten hacerlo bajo un manto de estrellas. 

Y el líquido elemento sólo hace acto de presencia en unos pocos trazados. Es verdad que ya lo habíamos visto en la infravalorada saga Project CARS, pero, aquí, alcanza otra dimensión.

Turn 10 Studios también ha escuchado a los fans y ha incluido otro elemento largamente solicitado. Hablamos de la gestión de los neumáticos y del combustible, lo cual se traduce en paradas en boxes… 

...y en la acumulación progresiva de goma sobre el asfalto. Todo eso contribuye a que la experiencia automovilística sea digna de una carrera de resistencia.

¿Es difícil Forza Motorsport?

Todo eso nos lleva a hablar del realismo del juego, de la fidelidad de sus físicas y de su dificultad. Normalmente, cuando se usa la palabra ‘simulador’, tiende a entenderse como un sinónimo de hostilidad, pero el equipo de desarrollo ha planteado una jugabilidad tremendamente configurable que se adapta a todo tipo de usuarios.

Por un lado, hay que destacar las numerosas ayudas a la conducción: a la trazada, a la frenada, a la dirección, al cambio de marchas… También están las relativas al control de tracción o el control de estabilidad. 

Del mismo modo, la pericia de los rivales se puede configurar entre ocho niveles, a lo cual hay que añadir la configuración de las penalizaciones o los daños. Vamos, que tú decides el nivel de exigencia que quieres.

En relación con eso, el juego tiene un sistema de progresión muy interesante. A medida que usamos cada coche, éste sube de nivel, lo cual permite desbloquear piezas para mejorarlo.

Eso está asociado a un sistema que puntúa nuestra forma de conducir en tiempo real y nos invita a ir siendo cada vez más precisos en el trazado de las curvas.

Por si todo eso fuera poco, se han añadido numerosas opciones de accesibilidad, incluida una para jugadores ciegos. Obviamente, como más se disfruta del juego es desactivando todas las ayudas, pero muchos jugadores agradecerán tener guías, especialmente la salvaguarda del rebobinado si se cometen errores garrafales.

¿Cuánto dura Forza Motorsport?

En general, es imposible determinar ‘cuánto dura’ un juego de coches, y esa operación matemática es aún menos factible si hablamos de un juego como éste, planteado como un borrón y cuenta nueva que se irá ampliando con infinitas actualizaciones. 

Por lo pronto, hay ya de sobra para dar miles de vueltas y no cansarse. La selección de circuitos de Forza MotorSport es la siguiente: 

• Montmeló
• Spa-Francorchamps 
• Hakone 
• Kyalami
• Le Mans
• Mugello
• Nurburgring
• Silverstone
• Suzuka
• Indianapolis
• Laguna Seca
• Road America
• Watkins Glen
• Mid-Ohio
• Homestead-Miami Speedway
• Virginia International Raceway
• Lime Rock Park Eaglerock Speedway
• Grand Oak Raceway
• Maple Valley.

Como podéis observar, se nota que Turn 10 Studios es un equipo estadounidense, pues hasta ocho de los veinte trazados son de su país. En general, es una buena selección, a la espera de ver cuántos se añaden de forma gratuita en los próximos años. Por lo pronto, ya se ha confirmado que, en primavera, se agregará el kilométrico Nurburgring Nordschleife.

Por lo que respecta a las modalidades de juego, el más destacado es el modo Carrera, dividido en campeonatos que suelen ser de cinco carreras cada uno. De salida, hay cerca de una treintena de competiciones, pero también se irán incorporando más con el tiempo.

Eso sí, en ellos, no se saca partido a cuestiones como el desgaste de los neumáticos o las transiciones horarias. Eso es algo que queda, más bien, para el modo Partida libre, donde podemos configurar los eventos que queramos.

Pasando al online, hay competiciones tanto públicas como privadas, con un ágil sistema que incluye tandas de clasificación y carreras propiamente dichas. Cada veinte minutos, se celebra una nueva prueba, para la que se tienen en cuenta la pericia y la limpieza de los usuarios. Además, está el modo cronometrado Rivales, donde enfrentarse a fantasmas de otros usuarios.

Por supuesto, también se mantienen otras opciones habituales de la saga, como la sala de exhibición en la que contemplar cada coche al detalle, en 360º, o el editor de diseños para decorar los vehículos y compartir las creaciones con otros, algo que, como siempre, promete dar muchísimo juego.

Alquitrán de fuerza

En materia visual, Forza Motorsport es un portento. Quizá no llama tanto la atención como Horizon 5 y sus paisajes abiertos, pero estamos ante un hito técnico que permite elegir hasta tres configuraciones: rendimiento (4K y 60 fps), rendimiento TR (resolución variable, 60 fps y trazado de rayos) y aspecto visual (4K, 30 fps y trazado de rayos).

En general, el raytracing no ha acabado de implementarse en esta generación (por ejemplo, en Gran Turismo 7, sólo se puede activar en las repeticiones), pero Turn 10 Studios ha hecho un gran esfuerzo para que aquí el trazado de rayos sea ‘jugable’, y eso se deja notar en los reflejos en la carrocería y en el parabrisas, especialmente al conducir bajo luz artificial.

Igualmente, el ciclo día-noche y los efectos de lluvia son impresionantes. Y no son meros embellecedores. Da el mismo gusto pilotar en la oscuridad o entre charcos de agua que cuando el asfalto está seco, y eso no lo pueden decir todos los juegos de coches, donde, en particular, el líquido elemento, suele ser un emplasto resbaladizo sobre el que el coche ni gira.

En lo sonoro, el rugido de los motores está tremendamente logrado. No obstante, echamos en falta que la ingeniera de pista dé referencias sobre lo que pasa en cada carrera, pues no hace ni la más mínima alusión a las diferencias de tiempo con los rivales.

Polvo en el salpicadero

No es el único aspecto en el que hay margen de mejora. Hay algunos elementos de usabilidad e interfaz que nos han parecido sorprendentemente anacrónicos.

Por ejemplo, en el modo Carrera, falta una opción tan básica como poder acceder directamente a las propias carreras. Antes, hay que entrar en la sesión de entrenamientos y, desde ahí, pulsar el botón de pausa para ir a la opción ‘salir’ y ya saltarse la práctica. Debido a la interferencia de los fraccionados menús y a los tiempos de carga, eso supone varios minutos de espera.

La razón aparente es que Turn 10 quiere que hagamos entrenamientos porque eso ayuda a subir el coche de nivel, pero no es obligatorio en ningún caso. De hecho, independientemente de qué tiempo hagamos, podemos elegir la posición de inicio en la parrilla justo antes de que empiece la carrera. Urge poder entrar sin dilación y de forma intuitiva a las carreras…

Además, cada vez que entramos en una prueba, el selector del combustible está puesto por defecto con muchas más vueltas de las necesarias para completar la carrera. Para poner el justo y necesario, cada vez hay que meterse en el submenú correspondiente y hacer el ajuste. Nada de eso tiene sentido, y menos en esta era de SSD en la que se nos prometió jugar más y esperar menos. 

También hemos sufrido algún que otro bug relacionado con esas opciones de configuración de los menús, especialmente en Partida libre. Por ejemplo, hemos llegado a empezar una carrera… y que, nada más arrancar desde la parrilla, se acabara, en cuestión de tres segundos, al pasar bajo el arco de meta. También nos hemos quedado sin gasolina nada más encenderse el semáforo.

Igualmente, hemos sufrido un par de cuelgues relacionados, sobre todo, con el menú de mejora de los coches. Al acabar cada prueba, se da la opción de instalar nuevas piezas, antes de pasar a la siguiente. Sin embargo, hemos visto cómo la pantalla de carga se quedaba congelada… y se nos obligaba a reiniciar y a repetir la prueba previa.

También nos ha pasado que la configuración del nivel de dificultad de los rivales (los llamados drivatares, basados en otros usuarios del juego) sea un poco difusa. En alguna ocasión, lo hemos puesto al máximo y, al empezar a competir, ya hemos notado que el ajuste no estaba implementado.

No son fallos críticos, e imaginamos que se resolverán con algún parche en cuestión de días. Pero, de momento, están ahí.

Precio y plataformas disponibles

Forza Motorsport se pone a la venta para Xbox Series X|S y PC el 10 de octubre, tanto en físico como en digital, a un precio base de 79,99 euros. Al ser un juego editado por la propia Microsoft, se podrá disfrutar desde el mismo día de lanzamiento al estar incluido en la suscripción a Xbox Game Pass.

No obstante, y hablando de entorno digital, hay también algunas versiones adicionales. Es el caso de la Deluxe Edition, que cuesta 89,99 euros e incluye un Pase de coches que dará acceso a 30 nuevos coches (uno por semana).

Asimismo, está la Premium Edition, que, por 99,99 euros, permite jugar de manera anticipada desde el 5 de octubre y da acceso al Pase de coches, el Pack de coches Día de carrera (con ocho nuevos vehículos), la Suscripción VIP (que permite duplicar el número de créditos y otorga cinco coches especiales) y un Pase de bienvenida (con cinco coches y 500.000 créditos).

Ese contenido adicional de la Premium Edition también se puede obtener por separado por 39,99 euros, algo que tiene sentido para quienes accedan al juego a través del Game Pass, pero no así para quienes adquieran de antemano la Edición Estándar, pues no sale a cuenta. En todo caso, el principal atractivo del acceso anticipado dejará de tener su razón de ser en cinco días.

A todos nos gusta conducir

Turn 10 Studios se ha tomado su tiempo para desmontar todas las piezas de Forza Motorsport y volver a encajarlas una a una, pero la espera ha merecido la pena. Dado el ejercicio de reseteo, es normal que tenga menos contenido que sus predecesores, pero debe tenerse en cuenta que, hoy en día, ya no rige el sistema de actualizaciones de antaño.

Aquí, no va a haber un Forza 2 ni un Forza 3 que nos obliguen a pasar por caja de nuevo. La fórmula de los juegos como servicio tiene su peligro en ciertos géneros, pero, en el de la velocidad, tiene todo el sentido del mundo. Y más si tenemos en cuenta que Xbox Game Pass es parte indispensable de la ecuación de presente y futuro de Microsoft.

El estudio dirigido por Dan Greenawalt podría haber recurrido al truco de reciclar todo el contenido que tenía la séptima entrega y tirar 500 millas, pero ha decidido rehacerlo todo: desde las físicas de los propios coches, hasta los circuitos, dotados de un ciclo día-noche y de meteorología variable.

Habrá que ver a qué ritmo crece y durante cuántos años, pero, desde luego, hablamos ya de por sí de un juego tremendamente completo: espectacular, inmersivo, polivalente y divertidísimo. Como reza la intro del juego, bienvenidos a Forza Motorsport.