Análisis de Viewfinder, una de las sorpresas del año que juega con la fotografía y la perspectiva como nunca has visto

Mientras jugaba para este análisis de Viewfinder para PS5 y PC (de hecho, lo hemos jugado en ROG ALLY), ha sido complicado, por no decir imposible, no pensar en juegos como Portal y lo que supusieron en su tiempo. Difícil, porque parte de una premisa sencilla, como es la un juego de puzles, pero con una giro que lo hace único.

Porque Viewfinder es un juego de puzles que, en lugar de portales, usa la fotografía, la perspectiva y el uso de objetos de una manera más que interesante y única para resolver los acertijos que nos va lanzando. Lo más parecido que recordamos, y salvando mucho las distancias, es Echochrome de PSP.

Puede que por su estética o por la avalancha de juegazos de los últimos meses, como Zelda Tears of the Kingdom o Final Fantasy XVI, no hayáis visto nada de este Viewfinder, así nada como el último trailer para ponernos en situación y ver de qué estamos hablando...

Sus creadores, Sad Owl Studio, lo definen en la página oficial del juego como un "juego de puzles con solución abierta que te animarán a pensar fuera de la caja mientras dominas gradualmente tus habilidades" algo que da una idea aproximada.

O "da rienda suelta a tu creatividad, explora las posibilidades de las mecánicas de juego y transforma tus entornos en surrealistas paisajes de ensueño", algo que tampoco es incorrecto, pero tampoco termina de dejar claro qué es lo que ofrece y lo que se siente al jugar. Es una de las muchas cosas que vamos a tratar en este análisis de Viewfinder para PC y PS5, además de...

• Historia de Viewfinder, una aventura de puzles con una perspectiva única
• ¿Cómo es el gameplay de Viewfinder?
• Duración de Viewfinder: ¿es un juego difícil?
• Apartado audiovisual y rendimiento en PC
• La opinión de HobbyConsolas de Viewfinder
• Nota: lo mejor y lo peor de Viewfinder

Viewfinder, una aventura de puzles con una perspectiva única

Viewfinder es uno de esos juegos que, sin contar mucho, quiere que sea el jugador el que lo vaya descubriendo poco a poco. Solo diremos que nos veremos atrapados en una simulación de la realidad, en la que puede estar escondida la salvación de la humanidad ante los irreversibles efectos del cambio climático.

Un proyecto multidisciplinar que ha creado una colorida utopía retrofuturista que combina tecnología, ciencia y pintura (con claras influencias del brutalismo y el impresionismo), y explora temas como el transhumanismo.

En todo momento estamos solos explorando esta ficción, compuesta por 5 zonas, capas o "mundos" de ambientación ligeramente diferente, donde nos aguardan una serie de portales (paneles con una suerte de monitor circular) que nos transportan a los puzles en sí mismos (unos 100 en total).

La historia se nos va narrando, y va avanzando, de manera ambiental, es decir, leyendo documentos y post-its que hay repartidos por el mundo, así como escuchando los mensajes guardados en gramófonos y cabinas de teléfono, y que gracias a ellos iremos hilando lo que sucedió en esa simulación y entre los distintos personajes que trabajaron en ella.

Así es la jugabilidad y gameplay de Viewfinder

A la hora de jugar, y sin destripar mucho, que es la gracia del juego, solo diremos que cada portal puede contener uno o varios puzles conectados, y que por regla general suelen enseñarnos a "abrir" la mente, y pensar de manera creativa con lo que tenemos a nuestro alcance.

Empezamos de manera sencilla, con fotos o ilustraciones que, al superponerlas en la "realidad", abren nuevos caminos, zonas 3D y perspectivas, que nos dan acceso a otros objetos o la propia solución del puzle.

Los puzles por regla general se mantienen asequibles (sobre todo en la primera mitad del juego), y suelen consistir en alcanzar la salida, a través de otro portal, para lo que puede que tengamos que usar baterías, activar interruptores y cosas similares... pero siempre interviene el uso de fotos y otros objetos para alcanzar esta meta. 

De primeras, colocar la foto (una imagen 2D) sobre la realidad y ver como afecta al mundo abriendo una nueva zona en 3D es un efecto que sorprende, y que invita a seguir probando y explorando, porque puede que un mismo puzle tenga más de una solución válida.

Es algo que va a más cuando mete en la ecuación cuadros como El Grito de Munch (con un sorprendente efecto para la resolución de un puzle) u otras obras no menos reconocibles. O cuando va introduciendo otros elementos, como un cuadro que bien podría ser el mapa de un Zelda clásico y podemos entrar en él. O una casa de dibujo hecha por un niño pequeño, como esta de arriba.

A esto hay que ir añadiendo una complejidad creciente, que pasa por el uso de una fotocopiadora para crear duplicados de las imágenes, una cámara Polaroid que nos permite crear nuestras propias imágenes (con momentos en los que las fotos no capturan ciertos elementos...) o fuentes de sonido que activan algunos interruptores.

Como digo, no se trata de destripar todo lo que ofrece, ni cómo se resuelven los puzles, pero sí dejar claro que Viewfinder es uno de esos juegos que invita a pensar de manera creativa, a usar los escasos recursos que tienes para lograr el objetivo.

Porque tarde o temprano se dan situaciones, por ejemplo, como tener que conseguir cuatro baterías para alimentar el portal de salida, cuando en el escenario solo hay una, una foto disponible en nuestra cámara y un carrete con una foto extra... 

Si no das con la solución, pasado el tiempo puedes consultar una pista, de manera totalmente voluntaria, desde el menú de pausa. Es otro ejemplo más de lo respetuoso que es el juego con el jugador, su inteligencia y su capacidad para superar el reto... no obligándole a ver una ayuda que quizá no quiere, como pasaba en el reciente God of War Ragnarok. 

Porque esa es otra de las satisfacciones que ofrece Viewfinder, que sea uno mismo el que llegue a la  solución del puzle, o una de las muchas que tiene, tú solo, sin ayuda.

Lo mejor de todo es que, pese a lo complejo de su propuesta en lo visual (algunos efectos y perspectivas a la hora de superponer las imágenes 2D es brutal), a la hora de jugar sus controles son muy, muy sencillos, y funcionan muy bien. 

Para ese análisis de Viewfinder hemos jugado en ROG ALLY, y con X (cuadrado en PlayStation 5) interactuamos con paneles, cogemos objetos... Con el botón A (X en PS5) saltamos, mientras que con B (círculo), rebobinamos la acción.

Es una acción muy útil que nos permite retroceder hasta los principales "hitos" del puzle, como la última foto, antes de coger o usar un objeto... etc. Con la cruceta alternamos entre las imágenes o fotos que tengamos (y entre la cámara, si está disponible, y las fotos).

Por último, con el gatillo izquierdo cogemos la primera de las imágenes que llevamos (ya sea un cuadro o una foto) y la situamos sobre el mundo, mientras que con el gatillo derecho la "fijamos"  (antes podemos rotarla con la cruceta). Muy sencillito, pero no hace falta más.

Duración y dificultad de Viewfinder

Viewfinder no es un juego especialmente largo. Sus cinco mundos alberan, de media, entre 17 y 20+ puzles, además de algún desafío adicional y objetos coleccionables escondidos en algunos niveles.

¿Cuánto puedes tardar en terminarlo? Pues depende mucho, y es complicado dar una cifra. Depende de si te atascas o no en algún puzle, de si usas o no la ayuda que comentaba antes, si intentas encontrar todos los coleccionables... 

Una partida "normal" de un jugador "normal", puede dejar las 7-10 horas de media, puede que más, puede que menos. Depende de cómo de hábil seas en el género.

En cuanto a la dificultad, es un juego con una curva de dificultad bien ajustada. El nivel de desafío va creciendo, pero nunca se siente injusto, aunque quizá la primera mitad si sea bastante "facilona" y el puede que algunos jugadores sientan que nos guía más de lo que debería.

Además, Viewfinder va introduciendo nuevos elementos de manera progresiva y soltando las ayudas necesarias para que el jugador sea capaz de resolver los puzles sin ayuda. No busca atascar al jugador.

Apartado audiovisual y rendimiento en PC

Los requisitos mínimos y recomendados de Viewfinder no son especialmente altos, y lo podrás jugar con un equipo modesto sin problemas. Nosotros hemos jugado con el PC consola portátil de ASUS, y no hemos tenido ningún problema de rendimiento, ni caídas de frames, ni nada.

Si el rendimiento ha sido así en un dispositivo "limitado" y sin optimizar para su chip Zen 1, es fácil extrapolar que en otros sistemas con tarjetas gráficas dedicadas de gama de entrada y media (como RTX 4060 Ti e inferiores, como RTX 4060 Ventus 2X Black OC o una RTX 3060) debería funcionar con resultados similares.

Viewfinder tampoco es un juego excesivamente exigente en lo gráfico: los entornos donde debemos resolver los puzles no son extremadamente grandes, ni tiene un nivel de detalle espectacular en todos, ni unas texturas hiperrealistas en cada uno de los objetos que pone en pantalla.

Lo que aquí llama poderosamente la atención es cómo las fotos e imágenes 2D se integran en el mundo y lo modifican al convertirse en parte de un escenario 3D. Es un efecto logrado, y que se aplica de muy diversas formas, incluso para recomponer una imagen dividida en varios fragmentos.

La forma en que Viewfinder juega con la perspectiva es, quizá, el aspecto más llamativo del juego. El resto se mantiene a un nivel "básico" para que cualquier máquina pueda moverlo de manera ágil sin unos requisitos altos, y es una medida acertada. 

Pasa un poco como en clásico de Portal, que es un juego de apariencia sencilla, pero que esconde detalles y momentos de gran belleza, sin necesidad de recurrir a los gráficos más avanzados (eso sí, sin tener en cuenta a la versión RTX, que usa las nuevas gráficas como la RTX 4080).

La opinión de HobbyConsolas de Viewfinder

Debo reconocer que, desde el primer tráiler, Viewfinder me llamó la atención. Soy de esos que disfrutan jugando a "cosas distintas", y aunque el objetivo no se aleja en exceso de lo visto en otros muchos puzles, la mecánica principal sí que se sale de lo convencional al jugar con la fotografía y la perspectiva de una manera tan original.

Para que hubiera sido perfecto, me hubiera gustado que los puzles fueran más distintos entre sí (muchos giran sobre conseguir baterías, alcanzar el portal de salida...) pero en ningún caso llega a cansar o sentirse repetitivo.

Del mismo modo, los niveles resultan algo pequeños, y tiene pequeños problemas con la profundidad al acoplar algunas imágenes (pero tan sencillo como rebobinar y vuelta a probar).

Por su parte, la historia de fondo tampoco termina de explotar todo su potencial, quizá porque no está doblados a nuestro idioma, quizá porque son retazos aislados, que en ambos casos requieren un esfuerzo extra por parte del jugador para coser todas las piezas.

Tampoco llega a desplegar por completo el potencial de la cámara, por ejemplo con ideas como meternos dentro de una foto, dentro de una foto, dentro de una foto (sí, suena a galimatías... pero no lo es). Pero sí sorprende con fotografías que revelan pasillos o secretos no visibles a primera vista, u elementos del entorno que cambian con la perspectiva al acercanos.

No son los momentos que más abundan, pero cuando hacen acto de presencia, son de esas situaciones en las que el cerebro se queda diciendo.... ¿qué coj... acaba de pasar?

Es en esos momentos donde Viewfinder brilla con una inusual fuerza y te deja con ganas de más. Porque para colmo de males es una experiencia relativamente corta, y en dos o tres sesiones podrás acabarlo. Y es es entonces cuando pensarás en las cosas que podía haber hecho mejor y que ojalá lleguen en una hipotética secuela... porque te vas a quedar con ganas de más.