Los gazapos son parte de la cultura cinematográfica y, una vez que los descubres, es imposible dejar de verlos.
Llamamos gazapos a esos errores que encontramos en la gran y pequeña pantalla y que, con frecuencia, se pasan por alto tanto en el set de rodaje como en la sala de montaje y edición de una película.
A pesar de que la tecnología ha permitido que algunos gazapos históricos desaparezca a base de edición, muchos siguen pululando por el mundo y, en versiones originales de ciertas películas.
Dentro del cine hay toda una cultura dedicada a localizar y conservar los gazapos más memorables del cine. No son simples errores de continuidad (o sí), ya que algunos son tremendamente hilarantes.
Hoy, en Hobby Consolas, repasamos 10 de los gazapos más locos del cine, de esos que, una vez sabes dónde están, siempre reclamarán tu atención.
Titanic
Además de una de las películas más taquilleras de la historia, Titanic fue todo un fenómeno cuando llegó a los cines en 1997 de la mano de James Cameron.
La historia de amor de Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) forró innumerables carpetas de adolescentes en aquella época.
Una de las escenas más memorables se produce cuando Jack va a pintar a Rose con el Corazón de la Mar… "solo con el diamante".
Jack dice a Rose que "se tumbe en la cama… digo el sofá", aunque se suponía que Leonardo DiCaprio solo tenía que decir "túmbate en el sofá". A James Cameron le hizo tanta gracia el gazapo que lo dejó en el corte final.
El último samurái
Ser samurái en la era Meiji, no era nada fácil. El ocaso de los guerreros japoneses se retrató, con sus dosis de ficción, en El último samurái, la película de Tom Cruise de 2003.
A uno de los guerreros que acuden con Algren y Katsumoto para enfrentarse a Okumura le quedó un buen recuerdo. Fíjate bien cuando Tom Cruise desmonta, que hay una coz muy salada en el vientre de uno de los extras.
Taxi Driver
En el mundo del cine hay tres maneras de que un personaje sea calvo: que su actor lo sea; que se afeite la cabeza por completo, o una prótesis que simule una calva.
En Taxi Driver, Travis Bickle avanza en su paranoia hasta un punto en el que el personaje se afeita casi por completo la cabeza.
Hemos de elogiar el fantástico trabajo de maquillaje que hay en la película de 1976, porque si no fuese por un gazapo, uno pensaría que Robert De Niro se hizo un afeitado apurado de la testa.
Desafortunadamente, en el último tercio de la película, un gesto del actor al acariciar su cabeza genera una arruga sospechosa que delata la prótesis.
Matrix
Matrix es una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia, así que es normal que el equipo de detrás de las cámaras quiera aparecer en cualquier ocasión.
Las gafas de Neo, Trinity, Morfeo y el resto de miembros del elenco, son la excusa perfecta para que el reflejo del equipo se cuele en más de una ocasión. Puedes prestar especial atención en la lucha de la azotea, donde se ve con mayor claridad. ¿Se hizo a propósito como algunos opinan? Habrá sido un fallo en Matrix.
Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza
Hay un punto por encima de ser samurái en la era Meiji en aquello de sufrir: ser un soldado de asalto imperial en una galaxia muy, muy lejana.
Uno de los gazapos más famosos de toda la historia lo encontramos en Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza.
La imprescindible odisea espacial de George Lucas es una película clave en la historia del cine moderno y ha sido la base de una de las sagas cinematográficas más grandes de todos los tiempos.
También es la película en la que alguien "demasiado alto para ser soldado de asalto" se dejó la frente en el marco de una puerta en plena carrera. Si necesitabas pruebas de que no se ve un pimiento con esos cascos, ahí la tenéis. La mala puntería de los soldados imperiales es la segunda pista.
Pulp Fiction
A Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) le bajó dios a ver, o eso cree él, en Pulp Fiction cuando se libra de morir tiroteado junto a Vincent Vega (John Travolta) a manos del cuarto tío que se encontraba en el baño.
Como Quentin Tarantino no ha llegado nunca a decir por qué había agujeros de bala en la pared antes de que la escena llegase a ese momento, vamos a considerar que era el plan divino.
Tortugas Ninja
¿Qué tal estás durmiendo? Espero que bien, porque después del siguiente gazapo te va a costar conciliar el sueño una temporada.
Antes de dejarnos demasiado pronto, el maestro titiritero Jim Henson nos asombró con los trajes de la película de Las Tortugas Ninja de 1990, antes de que todas estas historias se hiciesen casi siempre con CGI y perdiesen todo su encanto.
El resultado estuvo a la altura de una leyenda como Henson, aunque las grandes bocas de los protagonistas se convirtieron en un problema.
Buen ejemplo es ese momento en el que Donatello abre el morro y se puede ver al titiritero que lo manipulaba en su interior. Esperamos que fuese eso, porque la alternativa da mucho yuyu.
El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo
Además de generar el meme que viene a visitarnos todos los años por San Valentín, la escena del campo con el espantapájaros de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo nos dejó otro aspecto memorable.
Aguza la vista y mira bien, sobre todo en las versiones originales de la película, porque vas a ver que en la Comarca ya tenían en motor de combustión inventado. ¡Chúpate esa, Sauron!
El resplandor
Esta solo la encontraréis en las versiones domésticas originales de El resplandor. Las relaciones de aspecto modernas la han eliminado de la faz de la existencia.
La secuencia de apertura de la película de Stanley Kubrick es tremendamente efectiva, aunque se coló la sombra del helicóptero con el que estaban tomando aquella secuencia aérea. Ahora entendemos que Stephen King se escandalizase con la adaptación —no, seguimos sin entenderlo—.
Quantum od Solace
"¡Rápido! Haced como que trabajáis". Quantum of Solace no es la mejor película de Daniel Craig como James Bond, ni de lejos.
Dentro de los muchos fallos que podemos encontrar, el gazapo del extra barriendo a un palmo del suelo en una de las secuencias del puerto es… definitivamente, para echarse a llorar.
Imposible saber si tenía órdenes de no barrer realmente el suelo, pero que el panorama se quedase en el plano final fue un patinazo épico que no se puede barrer bajo la alfombra, sobre todo si no tocas el suelo con el cepillo.
Lo vamos a dejar aquí, pero claro que hay muchísimos gazapos épicos en el cine que es difícil dejar de ver una vez que sabes dónde mirar.
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