Entrevista con Mar Targarona, directora de El cuco: “Las mujeres tenemos que ir tomando posiciones de poder”
Mar Targarona, la directora de El cuco, nos cuenta cómo surgió esta película sobre un intercambio de casas en la que ha volcado mucho de su experiencia vital.
Esta semana llega a los cines El cuco, la nueva película de Mar Targarona protagonizada por Belén Cuesta y Jorge Suquet, sobre dos jóvenes que deciden intercambiar su casa durante las vacaciones con una pareja jubilada de Alemania.
Mar Targarona nos explica en una entrevista sus influencias para realizar El cuco, en la que podemos ver un poco de Hitchcock y de La semilla del diablo (1968) pero también de cuentos de hadas como Hansel y Gretel.
¿Qué te atrae de hacer este cine que es tan perturbador?
Bueno, pues que es perturbador y que me gusta ir al cine y que no me expliquen cosas que ya veo en el telediario, porque ya las veo y ya la sufro en el telediario. Entonces me gusta ir al cine y ver cosas que me coloquen en otro mundo... Perturbador.
En este caso, el guion lo había escrito otra persona...
El guion lo hemos es... Bueno, lo han escrito Alfred Pérez Fargas y Roger Danès, que son los guionistas con los que ya trabajé en El fotógrafo de Mauthausen, y con los que nos llevamos muy bien, nos entendemos muy bien, y trabajamos muy a gusto.
Entonces fue: "Bueno, ¿pues qué hacemos?" Entonces ellos practican el intercambio de casas, les gusta mucho, y lo practican, y empezamos con esa idea. Me gustaba partir de una cosa moderna que se hace ahora, que antes no se hacía, pero que ahora la hace mucha gente, la practica mucha gente...
Y que conceptualmente me encanta, que es el intercambio de casas y de culturas y de costumbres. Y a partir de ahí pues fuimos generando un proyecto que se fuera oscureciendo y así conseguimos hacer la película.
¿Tú practicas de intercambio de casas?
Yo aún no. Pero lo haré.
¿Aún? ¿Próximamente?
Bueno, no lo sé, próximamente [risas]. Me encantaría, ¿eh?, me gustaría mucho. De hecho, en uno de los... Rodamos en uno de los... El piso de Barcelona lo habían hecho, y lo habían hecho con Nueva York, y se habían ido a una casa de Nueva York, y los de Nueva York habían ido ahí y les había ido muy bien. Estaban muy contentos.
¿Porque el rodaje en Barcelona fue en el interior de una casa o hicisteis un set?
Hicimos las dos cosas: un set y rodaje en una casa. Y después en Alemania todo era ya la casa y los exteriores y todo eso.
¿Y cómo prefieres trabajar?
A mí así mezclando las cosas me gusta mucho porque... Lo más cómodo es en plató. Plató es fantástico porque montas lo que quieres, haces lo que quieres, pones la cámara donde quieres, no estás pendiente del tiempo, de que llueva, de que no llueva, de que haya sol. Haces lo que quieres. Pero mezclar las dos cosas yo creo que obtienes un resultado más fresco y más real, más cercano.
En un momento de la película hay una referencia a Hitchcock...
Sí.
¿Quién más te ha influido?
El súper maestro. El súper maestro, sí... Pues a mí Hitchcock me encanta. Me gusta muchísimo. Se habla siempre del terror de Hitchcock y del suspense, pero yo creo que una de las cosas que me gusta mucho de Hitchcock es que también siempre en sus películas hay una historia de amor. Incluso te diría casi rozando la comedia romántica, que esto no se habla nunca pero es así.
Y... Bueno, y la otra película de referencia sería La semilla del diablo, Rosemary's Baby, que es una película que yo la vi muy joven, en el colegio. Cuando iba al colegio me impresionó mucho, me gustó mucho y luego también la volví a ver estando embarazada y aún me impresionó más. Y es un referente que he tenido siempre clarísimo.
¿Entonces has puesto algo de ti, de tu embarazo, en esta peli?
Sí, claro. He puesto de mí muchas cosas, sobre todo el paso del tiempo. El tiempo, que con el cuco [señala con los ojos el reloj de la pared] se va marcando segundo a segundo, el cuco, el reloj del cuco que nos dice eso, los tic tac imparables que están ahí y que el tiempo pasa. Y yo creo que he puesto bastante de mí en ese sentido.
Y a lo largo de toda tu carrera, ¿cómo ves que ha evolucionado la figura de la mujer directora en el cine?, ¿ha cambiado mucho?
Bueno, ha cambiado: antes no había o casi no había. Bueno, yo quería ser directora desde que tengo 5 años, ¿eh? Yo vi una película que se llamaba Simbad y la Princesa -creo que se llamaba-, con efectos especiales de Harryhausen, y me encantó, porque hay gigantes y hay cíclopes y hay dragones, y a la princesa la convierten así pequeñita.
Y a mí todo eso me parecía mágico. Y la princesa se colaba en la lámpara mágica... Bueno, a mí me pareció una película que ya me dejó sin sentido y quise ser directora de cine y le pedí una cámara a los reyes, que no me trajeron, entonces he tenido que esperar bastante para poder dirigir.
Pero yo siempre quise ser directora, pero cuando no hay referentes es más complicado. Es más complicado, ahora empieza a haber referentes y yo creo que las mujeres, pues bueno, tenemos que ir tomando posiciones de poder en todos los lugares. En la política, evidentemente.
Has mencionado los efectos especiales que te impactaron de la película de Simbad, ¿y aquí habéis tenido que utilizar muchos efectos especiales?
Bueno, yo creo que el efecto especial más alucinante que hay en la película es el desnudo de Belén [Cuesta], y creo que han hecho una escultura magnífica, realista y fantástica, y es un efecto especial, no digital. Creo que los digitales ha habido muchos pero son cositas pequeñas, que no se notan tanto. Pero... Pero el efecto especial del embarazo de Belén creo que es importante nombrarlo, sí.
La tradición que vemos en la película de las máscaras en el pueblo alemán... ¿Esa es real?
Es real. Eso es real, yo quería que la película fuera como un cuento, que tuviera visos de cuento, como Hansel y Gretel metiéndose en la Selva Negra, en el bosque oscuro, y que se encuentran con una casa maravillosa de turrón y chocolate, pues aquí se encuentran con una casa maravillosa, súper moderna y súper tecnológica. Y... Bueno, pues dentro ocurren cosas especiales.
¿Te gustan también los cuentos de hadas?
Me encantan los cuentos de hadas, dentro de los cuentos de hadas se esconden grandes verdades. Y sí, creo que la película lo merecía, que fuera un cuento, que fuera un cuento lo más entretenido posible y un poco... tenso.
Entonces, bueno, sí, los cuentos de hadas me encantan y por eso nos fuimos de ese pueblo de Alemania que es real -Gengenbach se llama-, que bueno, es como todo de cuento, ¿no? Y los Fasnacht esos que ocurren son reales, realísimos, los vestidos, las máscaras...
Y lo que cuenta además la película es real, o sea, se pasa las máscaras de una familia a la otra. Nosotros tuvimos problemas, ¡bueno problemas!, pero no fue aquello de llegas y coges las máscaras, no... Hubo que negociar, y la gente muy amable.
Algunos nos dejaron, pero claro, tenían que ser no cualquier máscara, sino que tenían que cumplir una función, no solo estética sino narrativa también, ¿no? Pero sí, sí, eso es real.
¿Cuál es la clave para contar un cuento de hadas ambientado la actualidad?
Pues eso, buscar que... Cuando planteábamos con quién se intercambiaban las casas estuvimos pensando en Inglaterra, sobre todo en Escocia, ¿no? que tiene esos... Esas imágenes también de castillos antiguos, medio húmedos y medio fríos. O Francia o...
Y nos fuimos a Alemania precisamente por este dibujo que tenían de estos Fasnacht, que son estas... Lo que aquí es un carnaval, pues allá lo tenían.
Y bueno, tenía que ser importantísimo que se rodara antes del 2 de febrero, porque a partir del 2 de febrero ya no es creíble la historia, bueno, en fin. O sea, ellos se lo toman muy en serio, pero por eso decidimos hacer el intercambio de casas con alemanes, porque estéticamente nos cubrían esa área de narrativa de cuento.
El cuco de Mar Targarona se estrena en cines el próximo viernes 15 de septiembre de 2023.
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