Análisis de Infernax para Nintendo Switch, PS4, Xbox One y PC - poderoso caballero es el metroidvania "8bitero"

Conocidos por el minimalista arcade Just Beats and Shapes, Berzerk Studios se ha tomado su tiempo (casi cuatro años) para sacar adelante su nueva propuesta, Infernax para PS4, Nintendo Switch, Xbox One y PC. 

Una propuesta que, sin hacer nada realmente nuevo o rompedor, ha sabido conquistarnos con un homenaje sumamemente familiar, con el desarrollo de un metroidvania 2D pixelado con el estilo, gráficos y sonido de la era 8 bits, en concreto a NES / Famicom, donde el juego de Konami nació.

Pero lejos de quedarse en eso, un clon más, Infernax introduce algunas variables que lo hacen sumamente atractivo, y merecedor de una oportunidad. Un guiño a una época y forma de hacer los juegos con un tono gore y sentido del humor que incluso se chotea de algunas ideas de los clásicos...

Eso sí, pese a su apariencia, Infernax no es un juego para niños. Nada más cargar el juego, y no sin humor, deja claro que es un juego sanguinolento, y trata temas que pueden perturbar las mentes más jóvenes. Así que avisados quedáis...

Infernax nos cuenta la historia de Alcedor, un duque que tras volver de las cruzadas, se encuentra con un reino sumido en el caos, por culpa de un misterioso culto que ha despertado a un poderoso mal. Adivina quien es el único con arrestos para detenerlo...

Pero no va a ser un camino fácil. Y prueba de ello es que nada más empezar a jugar a Infernax, nos preguntará si queremos una experiencia clásica o algo más casual. En la clásica, perdemos todo al morir, y regresamos al último guardado; en la casual no perdemos todo, hay más puntos de guardado.

Pero tranquilos, que no es el Dark Souls de los metroidvania. Simplemente es un juego que apela al tono y estilo de finales de los 80 y principios de los 90. Si estás familiarizado con la dificultad de los juegos de aquellos tiempos, te vas a sentir como en casa, y rápido le habrás cogido el punto. 

Y tranquilo, que si eliges la dificultad clásica tampoco te vas a encontrar un desafío como el de Aterna Noctis. Además, cada vez que mueras se te dará la opción de cambiar al modo casual. Nosotros lo hemos completado en dificultad clásica sin problemas, por si sirve de referencia.

Como decíamos, esta amenaza demoníaca se encuentra encerrada en una iglesia, tras un sello con 5 gemas que primero tendremos que destruir, recorriendo con libertad un mapa repleto de puntos de interés.

No sólo está plagado de enemigos, sino que también nos encontraremos peligrosas fortalezas (suelen ser las zonas más complicadas, con trampas, zonas de plataformeo, puertas cerradas con llave y jefes finales), aldeas, tiendas y NPC con los que hablar.

Y es que, aunque Infernax parece un plataformas de acción más propio de los 80-90, lo cierto es que está más próximo a la fórmula de un RPG. Hay experiencia, con la que compramos mejoras como más fuerza, vida y maná (hasta 7 niveles de cada categoía), NPC que nos encargan tareas opcionales...

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De primeras, hasta que le cojas el punto, morderás el polvo alguna que otra vez, pero si dedicas algo de tiempo a farmear XP, por ejemplo repitiendo algunas zonas (los enemigos reaparecen cada vez que entramos), la cosa se equilibra. Así, para matar enemigos pasarás de dar 2 o 3 golpes a uno, por ejemplo.

Pero, además, hay decisiones, algunas morales y muy evidentes (¿ayudar a un hombre maldito dándole descanso o dejarás que siga con su penar?), otras más sutiles y en ocasiones con resultados menos previsibles, pero todas ellas hacen que nos inclinemos a ser un caballero de corazón puro o un despojo humano sin remordimientos.

¿Beberte Logroño con los miembros del culto para molestar a un hombre de bien? ¿Destruir una presa para anegar una aldea? ¿Robar la limosna para los más necesitados? ¿Arruinar un libro sagrado a mazazo limpio? Sí, todo es posible si eliges seguir la senda del mal. Porque puedes elegirla...

De hecho, una de las gracias del juego reside ahí, en que según lo que decidas, los hechos y lo que sucede a continuación es ligeramente distinto, y dan pie a distintos finales del juego.

La forma de decantarnos por una u otra forma de resolver las cosas es muy sencilla: según avanza la historia, o tareas secundarias activadas como despejar un puente de maleantes, al llegar a la zona se activará un diálogo adicional que nos planteará la dicotomía y elegir entre una u otra opción. Y hay unos cuantos a lo largo de la historia...

Son escenas muy vistosas, que salvando las distancias nos han recordado a las de Blasphemous, en tanto en cuanto exhiben músculo con un bello y trabajado pixel art, son bastante expresivas... y muy gores (algo que está muy presente en el juego). Esta de abajo es de las "lights"...

Sea cual sea nuestra decisión, abriremos un camino (salvar a alguien, o matarlo), cerrando automáticamente el otro y contribuyendo a decantar la balanza hacia el bien o el mal y con unas consecuencias que pueden ser más o menos previsibles. 

Y es algo que pasa desde el primer minuto de juego. Según pisamos tierra firme, un pobre diablo está a punto de transformarse en una bestia: podemos apiadarnos de él o matarle antes de que mute. Y ojo con qué eliges, porque su mujer puede tomar represalias... Y es algo que sucede en el primer minuto de juego.

Esto, avanzada la trama, acabará implicando que algunas misiones sólo están disponibles según nuestra inclinación, lo que hace bastante que Infernax merezca al menos una segunda vuelta.

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No es el único cambio: si bien Alcedor sólo cuenta con un único arma (un mazo) y una armadura, que en ambos casos podemos mejorar hasta en cuatro ocasiones, la cosa cambia en lo referente a los hechizos, que sufren algunas alteraciones según nuestra inclinación hacia el bien o el mal.

En total hay 7 ranuras para hechizos, entre las que hay una mejora de escudo y salud, la invocación de una tormenta de rayos, la posibilidad de cambiar el momento del día (entre noche y día, con enemigos distintos y situaciones que sólo podemos resolver en un momento dado)... 

Lo gracioso es que algunos de estos hechizos varían, dependiendo de si somos buenos o "malos". Por ejemplo, en la senda de hacer el bien, podemos recuperar vida con un hechizo convencional. Siendo malos, la energía la obtendremos absorbiéndola directamente de los enemigos que haya en pantalla.

Aparte de este ligero cambio, también contamos con pociones, para recuperar vida, maná (gracias al cual realizamos los hechizos) o ambas, así como viales que podemos comprar para llevar más pociones encima. 

Para poder hacernos con todos estos objetos y mejoras, o incluso con algunos hechizos, debemos acumular oro... aunque no suele ser un problema si farmeas un poco, cumples misiones de los NPC y abres los cofres que veas por el escenario.

Y por supuesto, como buen metroidvania también hay habilidades especiales, como poder realizar un gran salto  en vertical hacia el cielo o destruir el suelo con un ataque descendente. 

Sólo hay cuatro en total, y junto con algunas magias, son la forma de limitar nuestro avance por el mapeado hasta que no hayamos conseguido una habilidad concreta, y la manera de obligarnos a revisitar muchas localizaciones para descubrir nuevos sitios por los que avanzar. 

No es menos cierto que al final te quedas con la sensación de ser pocas habilidades, y algunos  hechizos tener una funcionalidad limitada (o que apenas usarás, salvo en una o dos ocasiones contadas). 

En este sentido, Infernax tiene un par de situaciones en las que te puedes quedar atrancado si no hablas con todos los personajes y pruebas "cosas", algo que también es de agradecer en una época en la que los juegos abusan demasiado de llevarnos de la mano. Y descubrirlo por uno mismo, es muy gratificante...

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Del mismo modo, con el truco que hemos comentado de subir de nivel, otro de los puntos fuertes del juego, los jefes finales, resultan bastante sencillos, y aún más con magias o pociones para recuperar vida. 

No ofrecen ni rutinas ni nada que los hagan destacar como algo inolvidable, pero están bien integrados, y su diseño también recuerda en ciertos casos a los del mencionado Blasphemous.

Además, acabar con ellos es tremendamente gore, con tripas pixeladas y chorros de cuadriculada sangre que de un modo u otro acaban salpicándonos, y escurriendo por los propios escenarios.

Y todo cayendo en muchos de los tropos vistos en juegos de Ghosts 'n Goblins (terminarlo para descubrir que no es el final auténtico) o guiños a una época, como desbloquear revistas con trucos y códigos, como activar una mochila propulsora, o pistas como iniciar una nueva partida con un nombre concreto. 

Es un detalle más que se suma a unos cuidados gráficos que apelan a un estilo muy concreto, y lo consiguen clavar en todos los aspectos, incluso en las animaciones. O chorraditas como que la sangre se impregne en nuestra armadura y vayamos "goteando" tras una intensa sección moliendo enemigos.

En muchos sentidos, Infernax es como un juego de finales de los 80, pero con cierto sabor de hoy, aderezado con un control bastante bueno y confiable, especialmente en los momentos más plataformeros y que requieren más precisión.

Lo mismo pasa con la banda sonora, chiptunera total y con algunos temas muy pegadizos. Mención especial para los momentos más tétricos o la fanfarria de cambio del día a la noche, que son de esas melodías que se clavan en los tímpanos hasta el día del juicio final.

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Infernax Nintendo Switch (9 imágenes)

Por todo esto, reconozco abiertamente y sin complejos, que he disfrutado muchísimo más de lo que esperaba con Infernax. Pero mucho. Lo he jugado en Nintendo Switch OLED y los gráficos, nítidos y brillantes, son una auténtica delicia, como su sonido saliendo a toda pastida de sus altavoces.

Claro que se le puede pedir más: más habilidades, más hechizos, más variedad de localizaciones y enemigos (aunque hay muchos, muchos secretos e incluso una guía con todos los enemigos que hemos desbloqueado), pero lo cierto es que tal cual está, es un juego muy ameno y entretenido.

Es difícil calcular el tiempo que puede llevar completarlo por los finales, misiones opcionales, que te quedes atrancado... pero quizá pueda llevar unas 7-10 horas completarlo una primera vez, muchas más en ver todos los finales, rejugarlo tomando las decisiones opuestas, desbloquear todos los trucos. No es un juego "corto".

Añade además guiños y referencias a juegos clásicos, desde frases plagiadas de otros juegos tal cual (todos los textos están en un cuidado castellano) o icónicos momentos de los que hace burla, como el famoso pollo escondido en una pared de Castlevania (que aquí acaba con el protagonista potando, como podéis ver sobre estas líneas).

Por todo, a poco que busques un buen desafío, ameno, con cierto sentido del humor, estética retro, rejugable y divertido, Infernax debería estar en tu radar. 

Estará a la venta en unos días, el 14 de febrero para que puedas pasar un endiablado día de los enamorados, a un precio de 19,99 euros. La edición física llegará un poco más tarde, el 18 de febrero, de la mano de Tesura Games.