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Análisis de Wild Hearts: el sorprendente aspirante con brillantes ideas que quiere dar caza a Monster Hunter

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Wild Hearts

Ya hemos jugado a Wild Hearts, la apuesta dentro del género de rol y acción de cacería concebida por Koei Tecmo y EA. El nuevo rival de Monster Hunter quiere destacar con una propuesta familiar, pero a la vez muy personal. ¿Lo consigue? Te lo contamos en nuestro análisis de Wild Hearts.

Wild Hearts desembarca en PS5, Xbox Series X|S y PC con las cosas muy claras y con un objetivo en mente: plantar cara a uno de los grandes nombres del momento. Puede que no haya hecho demasiado ruido, pero ya os adelantamos que aquí hay mucha "chicha" que cortar.

La caza de grandes bestias en formato ARPG siempre ha tenido un exponente inamovible: Monster Hunter. La saga que empezó como un experimento multijugador de Capcom y que ahora es un fenómeno superventas lidera con puño de hierro este género desde hace años.

Nada perturba el liderato de Monster Hunter (especialmente después de World y Rise), pero las grandes piezas atraen depredadores y como si de un pequeño cazador se tratara, Wild Hearts quiere abatir a la gigantesca bestia que es MH y dejar claro que hay otros invitados al banquete.

Omega Force regresa a la senda de la caza de monstruos tras una cabeza de playa instaurada con la saga Toukiden para poner toda la carne en el asador con Wild Hearts, un nuevo juego de caza y rol gestado por la inusual, pero curiosa alianza entre Koei Tecmo y EA (dentro del programa Originals).

Afila bien las espadas, estudia algo de carpintería y ve perfeccionando tu japonés, porque Wild Hearts llega el 17 de febrero a PS5, Xbox  y PC. Si quieres  conocer en profundidad este potente juego no dudes en echar una ojeada a esto:

El análisis de Wild Hearts para PS5, Xbox Series X|S y PC de HobbyConsolas:

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Wild Hearts: historia de una nueva cacería japonesa

Wild Hearts nos traslada a Azuma, una región inspirada directamente en el Japón feudal que podría llegar a calificarse como un distante territorio vinculado a las islas niponas dividido en diferentes biomas o terrenos de caza. 

Nuestro personaje (el cuál podemos crear con un competente editor) rápidamente se posiciona como el héroe llamado a solucionarle la vida a la afligida gente de esta región. La lucha del ser humano contra la naturaleza es una constante en el mundo del juego.

Wild Hearts

Azuma está invadida por los kemono, unos seres gigantescos inspirados en la fauna que todo el mundo conoce, pero con un diseño muy oriental que bebe de la mitología y que consta de cierto mensaje ecologista.

Estas bestias se están empezando a comportar de una manera imprevisible y asolan las tierras que rodean Minato, un puesto comercial que hace de base de una región que parece estar siendo olvidada.

Efectivamente, todo se parece mucho a Monster Hunter y es que Wild Hearts no ha buscado innovar en materia narrativa

Wild Hearts

La historia es previsible, aunque transcurre de forma más orgánica de lo esperado, pero nunca llega a ser el aliciente por el que seguir avanzando.

Si bien el diseño del mundo y su lore (con referencias al período Sengoku, las guerras samuráis y los tejemanejes del shogun y los daimyō) generan curiosidad, las motivaciones de los personajes secundarios y del propio protagonista son muy básicas y apenas causan interés.

Wild Hearts

No obstante, tampoco es que se le puedan pedir peras al olmo. Esto va de golpear a bestias extremadamente grandes con utensilios extremadamente afilados y elaborar una trama innovadora no es lo que más atención iba a generar en un juego que bebe tanto de Monster Hunter.

Aún así, sentimos que la trama de Wild Hearts tenía esa oportunidad de oro para afinar en algo que siempre le ha costado mucho sacar adelante a la saga de Capcom. Aunque donde si qué da en el clavo es en el gameplay.

Jugabilidad y gameplay de Wild Hearts

¿Cómo se juega a Wild Hearts? El nuevo título nos presenta muchos sistemas que podríamos tomar de la saga Monster Hunter, pero les da una vuelta de tuerca para hacer que sus cacerías se sientan diferente.

El objetivo prioritario es salir ahí fuera y acabar con los kemono en diferentes contratos de caza en solitario o en compañía de hasta otros dos cazadores. A medida que vayamos superando a las bestias más básicas podremos mejorar nuestras armas y armaduras para hacernos más poderosos.

Wild Hearts

La exploración, la recolección de materiales, ingredientes para cocinar y mejorar nuestra salud y el sistema de progresión clásico del género están ahí, pese a que este último punto se ha simplificado un poco, algo que no vemos como un punto negativo, precisamente.

Aunque Wild Hearts ha querido innovar con un aspecto realmente interesante: los karakuris. Nuestro personaje recibe el don de poder invocar una serie de estructuras de madera ancestrales que actúan como construcciones únicas.

Y es que, pese a que las comparaciones son odiosas, muchas veces son necesarias para entender de qué va un juego. El gameplay de Wild Hearts es una mezcla entre Monster Hunter, Fortnite y... ¿Death Stranding?

Wild Hearts

La parte de Monster Hunter corresponde al combate y al manejo de las 8 armas presentes en el juego. Seguro que tenéis en mente los variados y carismáticos instrumentos de caza de la saga de Capcom y ya os decimos que en Wild Hearts se ha logrado añadir más posibilidades si cabe.

Armas como el Wagasa (un paraguas con el que "parrear" hasta el infinito), el bastón karakuri (con el que manejaremos hasta 5 armas diferentes en una) o nuestra preferida, la garra (dos cuchillas shinobi que se podrían definir con la expresión "fliparse muy fuerte") se sienten estupendamente.

Cada una tiene su sello distintivo y combos únicos con una curva de aprendizaje bien medida. Incluso armas más básicas como el arco o la katana ofrecen una revisión a lo visto en MH. Solamente echamos en falta alguna combinación extra de combos.

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Todas ellas están diseñadas para abatir a los grandes kemono y todas ellas se sienten estupendamente en liza. Omega Force ha pasado de hacernos luchar contra cientos de enemigos en pantalla con la saga Dynasty Warriors a presentarnos un solo rival, pero como una montaña de grande.

La conversión le ha salido bien y quizá porque Wild Hearts ha sabido mantener la identidad de los musou en cuento a movimiento y desplazamiento. Los cazadores son súper veloces, al igual que los kemono y en su piel podremos saltar todo lo que queramos o deslizarnos varios metros por el suelo.

Eso sí a la hora de golpear a los kemono y destruir distintas partes de sus cuerpos no lo hemos sentido tan bien como en MH. El diseño modular de esta franquicia da para un reportaje aparte y es algo que no se ha podido replicar en Wild Hearts.

Wild Hearts

Eso sí, pequeños añadidos como poder ejecutar a los kemono con un devastador movimiento para concluir la caza son detalles distintivos que se agradecen. Pasemos a la parte de Fortnite. ¿Por qué hemos mencionado Fortnite? Bien, no penséis que nos hemos vuelto locos.

Las construcciones del battle royale de Epic Games nos han recordado en cierta medida a los karakuri, la gran seña de identidad de este juego. Estas estructuras las podremos invocar en plena caza para crear diversos utensilios con los que ayudarnos.

Wild Hearts

Wild Hearts hace algo muy inteligente y es que nos permite desbloquear una serie de karakuris básicos que podemos invocar en el acto con L1 y la cruceta. Tenemos cajas a las que subirnos para luego atacar con golpes descendentes, antorchas, resortes y hasta una paravela.

Todos estos sirven para realizar esquivas, combos especiales o para desplazarse por el territorio y son absolutamente imprescindibles si queremos sobrevivir. Y aquí entramos en todo el meollo del asunto.

Estos karakuri básicos pueden fusionarse si apilamos unos encima de otros, lo que da lugar a nuevas estructuras. Como si de Fortnite o Minecraft se tratase, si juntamos 3 columnas de cajas en 3 filas podemos invocar una barrera de madera contra la que impactarán los kemono. También hay otros ejemplos, como bombas o mazos gigantescos. Las opciones son enormes.

Wild Hearts

La invocación de estos karakuris es más o menos rápida, pero si no la activamos en un momento adecuado, los kemono pueden hacerlas añicos. Esto requiere algo de práctica, pero en un juego tan movido a veces resulta algo complicado realizar las combinaciones apropiadas.

La imprecisión del sistema a veces deja en evidencia al juego y resulta un tanto desesperante, ya que mover un poco más el joystick puede hacer que nuestra balista acabe convirtiéndose en "4 cajas y un resorte mal puesto".

Y atención, porque los karakuri no son eternos y necesitaremos farmear "hebras" por el escenario para seguir generando construcciones. Estas se pueden encontrar en las rocas, árboles y otros puntos. Incluso podemos trepar sobre las bestias al más puro estilo Shadow of the Colossus para extraerlas de puntos vitales.

Wild Hearts

Pese a que hay puntos mejorables, la filosofía karakuri nos ha maravillado y hace que la caza sea tremendamente divertida, así como la exploración...

También hemos mencionado Death Stranding y la manera que tiene el juego de replicar esos experimentos de movilidad que proponía Kojima en su momento es algo similar. Es un aspecto que merece la pena que comprobéis por vosotros mismos. 

Con todo esto en la mano vamos avanzando y desbloqueando nuevos karakuri básicos, fusionados y dragón (hay una infinidad de ellos) mientras nos desarrollamos como los héroes del pueblo de Minato, ciudad que podemos ir mejorando con instalaciones como baños y demás.

Wild Hearts

Aquí podemos acertar encargos (misiones secundarias que no pasan de ser recados de caza) y también mejorar armas y armaduras al más puro estilo Monster Hunter (los diseños de estas encantarán a los fans de la moda japonesa).

Por supuesto, los elementos roleros como las debilidades elementales, los ingredientes que mejoran nuestra defensa y otras estadísticas tampoco faltan. Aunque la complejidad de algunos sistemas de la franquicia de Capcom ha desaparecido, algo que hace que el juego pierda un poco de profundidad pero que en muchos momentos se agradece.

Wild Hearts

Y en cuanto al multijugador, este tiene una estructura muy similar a World. Podemos acudir en ayuda de otros cazadores mediante los portales o podemos abrir una sesión para que cualquiera se una a nuestra misión principal.

Todo es mucho más sencillo en multijugador, aunque la dificultad de los kemonos escala dependiendo del número de jugadores. Además, pese a que se mantienen los tres intentos por cada partida, si caemos, nuestros compañeros pueden revivirnos en el momento.

Monstruos y exuberantes ecosistemas 

Cuanto más profundizas en la apuesta de Koei Tecmo y EA, más empieza uno a darse cuenta que los kemono tienen una gran personalidad y planteamiento.

Cada uno goza de unas características únicas y pese a que algunos guardan semejanzas, su temática es la mar de acertada. La fusión entre animales comunes como ratas, ardillas, tigres o cuervos y la propia naturaleza corrompida da lugar a diseños estupendos.

Wild Hearts

Además, vemos referencias niponas por todas partes como a los okami o inoshishi (el jabalí de la Princesa Mononoke) y la traducción de estos seres al castellano nos revela nombres nipones como el ferrotanuki.

El único punto negativo es que únicamente son 20 bestias (incluso un par de ellas repiten forma, pero con elementos alterados), lo que se nos antoja un número escaso, especialmente cuando estos son el puntal de Wild Hearts. Viendo el potencial, quizá se podría haber arriesgado más con algunos.

Wild Hearts

Aunque en lo que respecta a los terrenos de caza y zonas abiertas, Wild Hearts vuelve a demostrar que no tiene nada que envidiarle a Monster Hunter. El diseño a nivel estructural y de ambientación es estupendo y vuelve a apoyarse en la temática japonesa.

Todo está muy detallado y aunque no consigue llegar al nivel de ecosistema vivo que se sentía en Monster Hunter World, lo que ha conseguido Wild Hearts tiene un gran mérito. Además, la verticalidad de los escenarios casa a la perfección con el uso de los karakuri.

Wild Hearts

Gracias a la paravela o la tirolina podemos improvisar rutas extremadamente imaginativas. Todo ello nos lleva a explorar de lo lindo y a encontrar a los tsukumo, ayudantes que podemos mejorar.

Por otra parte, el viaje rápido también está disponible mediante campamentos secundarios llamados santuarios dragón que debemos ir encontrando por el mapeado y que pueden ser mejorados mediante recursos y personalizados como si de Minecraft o un juego de gestión se tratase.

¿Cómo rinde Wild Hearts en PS5, Xbox Series X|S y PC?

Es el momento de tocar uno de los temas más conflictivos. En lo técnico, Wild Hearts no consigue establecerse como un juego de presente generación, pese a que únicamente está disponible en PS5, Xbox Series X|S y PC.

El juego flaquea en lo que a rendimiento se refiere, ya que hemos experimentado problemas de framerate (pese a jugar priorizando fotogramas) y en cuanto a gráficos se refiere, no consigue destacar tanto como le gustaría.

Wild Hearts

Si bien hay momentos en donde brilla con fuerza, gracias a su apartado artístico (muy vinculado al estilo de la factoría Tecmo como Nioh o el prometedor Rise of the Ronin), en temas de texturas o distancias de dibujado podría mejorar y partículas como la nieve dejan que desear.

Ejemplos como un uso excesivo del desenfoque de movimiento o que algunas animaciones son demasiado rudas y quedan cortadas por el propio escenario frenan la inmersión cuando estamos en plena caza. Aunque los parches futuros podrían suponer un revulsivo para Omega Force.

En materia de audio y banda sonora no tenemos pega alguna y tiene unos cuantos temas realmente atractivos que provocan una buena dosis de adrenalina durante la cacería. No es el efecto "Proof of a hero", pero tampoco se queda demasiado atrás.

Wild Hearts

Además, Wild Hearts está completamente localizado y doblado al castellano. Salvo algunas pequeñas erratas, todo está brillantemente traducido y el doblaje es de lo más acertado. 

Solo lamentamos que la expresividad de los NPC sea nula y que tire por tierra las más que logradas interpretaciones que se han llevado a cabo. El juego podría haber seguido los aciertos de Hogwarts Legacy en esta materia.

Y que esta obra esté doblada, en su totalidad, a nuestro idioma es un pequeño tirón de orejas a Monster Hunter, que ni con World se atrevió a grabar todas las líneas de voz de sus personajes y eso que en Wild Hearts hay muuuchas conversaciones.

¿Es difícil Wild Hearts?

Una de las preguntas que seguro que os rondan por la cabeza tiene que ver con la dificultad. Os lo vamos a aclarar rápidamente. Wild Hearts supone un buen reto, incluso para los cazadores y cazadoras más experimentados del género.

Los kemono son extremadamente agresivos y apenas dan respiro, lo que se traduce en que vamos a salir volando más de una vez. Aunque, pese a esto, no nos hemos topado con la muerte en tantas ocasiones como esperábamos.

No hay modos de dificultad en Wild Hearts, por lo que te tocará adaptarte y aprender o morir. Debemos hacer mención a algunos picos de dificultad que puede que os desesperen un poco. El primer enfrentamiento con el Silvozador os va dejar con el culo al aire.

Wild Hearts

Duración de Wild Hearts

Completar la historia principal de Wild Hearts os llevará aproximadamente entre unas 35-45 horas, aunque aquí hay que destacar vuestro estilo de juego, el cómo decidáis pertrecharos, el farmeo o las ganas de explorar que tengáis.

Sin embargo, el juego da mucho más de si y perfectamente puede extender su duración varias decenas de horas más. Por si fuera poco, Wild Hearts recibirá contenido gratuito en marzo y abril, en el que entra un nuevo kemono, nuevos tipos de enfrentamientos y mucho más.

Wild Hearts

 Precio y plataformas disponibles

Wild Hearts está disponible en PS5, Xbox Series X|S y PC (Steam y Epic Game Store): Además, consta de una prueba gratuita de 10 horas para los suscriptores y suscriptoras de EA Play y Xbox Game Pass Ultimate.

El juego se puede obtener en tiendas físicas y digitales a un precio de entre 69,99 euros y 79,99 euros, aunque también hay disponible una edición especial. La Edición Karakuri consta de un precio de 89,99 euros o 99,99 euros que incluye diversos objetos digitales y cosméticos extra.

Opinión de HobbyConsolas sobre Wild Hearts

Wild Hearts

Con todo esto en la mano, no podemos dejar de insistir en que Wild Hearts es una de las grandes sorpresas de este 2023 (y eso que ya llevamos unas cuantas como Hi-Fi Rush o Metroid Prime Remastered). La iniciativa EA Originals se ha sacado de la manga un gran juego.

Pese a que la caza ha estado dominada por Monster Hunter de una forma espléndida, el género puede permitirse nuevas propuestas tan interesantes como Wild Hearts, que pese a beber profundamente de esta franquicia y a tener sus fallos, consigue despertar la curiosidad de los fans.

Las ideas vistas en torno a los karakuri, el diseño de su mundo, los kemonos y armas, así como algunos de sus sistemas hacen que este título de Omega Force sea una experiencia muy recomendable. Wild Hearts tiene un corazón salvaje... ¿Conseguirás domarlo?

VALORACIÓN:

Wild Hearts es una más que sólida propuesta que logra salir bien parada de su comparación con Monster Hunter. Su puntos distintivos son claros y le dan al juego un estilo propio. El diseño y ambientación japonesa convence y pese a que está lejos de ser una IP redonda, Wild Hearts podría tener un gran futuro como saga.

LO MEJOR:

Familiar pero lleno de personalidad. Los karakuri y sus posibilidades. El diseño de armas, kemonos y terrenos de caza.

LO PEOR:

Inestable en lo técnico. Cierta imprecisión en el combate y problemas de cámara. Los NPC y la trama. No hay gatos.

Plataformas:

PC,

Xbox Series X,

PS5

Versión comentada: PS5

Hobby

85

Muy bueno

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